15. 𑁍

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También me gustaría agradecer a jaedocanon por comentar y darle amor a esta historia. 💗 Ahora sí, continúen leyendo.

El tiempo en la hacienda transcurrió tranquilo, con Doyoung acostumbrándose a los pequeños cambios en su cuerpo mientras Jaehyun se mostraba cada vez más protector y atento. Pero esa noche, Jaehyun tenía algo especial planeado.

Doyoung había pasado el día en la cocina, supervisando la preparación de algunos platillos, cuando Yeri apareció en la puerta con una sonrisa misteriosa.

—Doyoung, necesitas arreglarte. Algo importante está por suceder.

—¿Arreglarme? ¿Para qué? —preguntó Doyoung, confundido.

—Confía en mí. Jaehyun lo pidió —dijo Yeri mientras lo empujaba suavemente hacia su habitación.

Horas más tarde, Doyoung bajó las escaleras vestido con una camisa blanca de lino y pantalones oscuros. Antes de que pudiera preguntar qué estaba pasando, Jaehyun apareció en la entrada principal, esperándolo con una sonrisa deslumbrante.

—¿Qué... qué está pasando? —preguntó Doyoung, sintiéndose un poco abrumado por la mirada intensa de Jaehyun.

—Esta noche es solo para nosotros —respondió Jaehyun, ofreciéndole su brazo.

Doyoung aceptó el gesto, y Jaehyun lo condujo hacia los jardines traseros de la hacienda. Allí, todo estaba decorado con luces cálidas y flores blancas. En el centro, una mesa elegantemente preparada los esperaba bajo la luz de la luna.

—Jaehyun... esto es increíble —susurró Doyoung, maravillado.

—Nada es suficiente, mereces aún muchísimo más —respondió Jaehyun con una sonrisa mientras le ayudaba a sentarse.

La cena transcurrió entre risas y conversaciones llenas de complicidad. Jaehyun estaba radiante, aunque Doyoung notaba que parecía un poco nervioso.

Cuando terminaron el postre, Jaehyun se levantó de su asiento y chasqueó los dedos.

—Dame un momento —dijo, desapareciendo en la oscuridad por un instante.

De repente, la música de un mariachi rompió el silencio de la noche. Doyoung giró en su asiento, sorprendido, mientras el grupo se acercaba tocando una melodía romántica.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó, aunque su sonrisa traicionaba su emoción.

Jaehyun regresó con un ramo de mil rosas rojas, sus brazos cargados de flores mientras los músicos se alineaban detrás de él.

—Doyoung —dijo, su voz firme aunque su mirada estaba llena de emoción—. Desde el momento en que llegaste a mi vida, todo cambió. Me diste razones para luchar, para mejorar, y ahora, para soñar con un futuro juntos.

Jaehyun se arrodilló frente a Doyoung, dejando el ramo en una mesa cercana antes de sacar una pequeña caja de terciopelo negro de su bolsillo.

—Eres todo para mí. Tú y nuestro pequeño son lo más importante que tengo. Así que quiero que me hagas el hombre más feliz del mundo aceptando ser mi esposo.

Doyoung se llevó las manos al rostro, incapaz de contener las lágrimas.

—Jaehyun... esto es...

—¿Demasiado cursi? —preguntó Jaehyun con una sonrisa nerviosa.

Doyoung soltó una risa entrecortada y negó con la cabeza antes de susurrar:

—Es perfecto.

Jaehyun abrió la caja, revelando un anillo de oro blanco con un pequeño diamante en el centro.

Pasión de un Gavilán (Jaedo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora