Magic| H.P

Prólogo

Morir por mi padre y su pareja, probablemente no era algo que me esperaba, pero ¿cómo sería capaz de hacerlo? Decía amarme tanto que no me esperaba nada malo de él, ni siquiera un mal comentario, pero terminó destrozando mi cuerpo y alma delante de mis hijos. Niños que no superaban los 10 años, aquellos pequeños que aún esperaban por mí para cantarles una canción o contarles un nuevo cuento, pero ya no podía hacer mucho, no podía hacer nada. Cuando reaccioné, volví a aparecer en esa habitación y su vida cambió nuevamente.

Ser Ginny Weasley al principio fue divertido; había cambiado mucho el canon, incluso sus padres. Era hija de James Potter, Sirius Black y Lily Evans; era la mayor, quien había sido dejada con los Weasley cuando tenía 3 años. Ese mismo día, su hermano Harry había sido nombrado el niño que vivió y ella fue alejada de él. Su hermano menor no sabía nada de ella, al igual que siempre creyó que era hijo único.

En la batalla final de Hogwarts se dio cuenta de que ella era algo más que una de los gemelos Weasley, que era mucho más parecida a él en muchos sentidos. Pero un día, de la nada, sin avisar y sin que le dijeran exactamente el porqué, el mundo se detuvo. El guía le explicó que el mundo la había expulsado por ser una intrusa, alguien que no era compatible, porque tenía muchos poderes y cosas que no eran al nivel del mundo, sino mucho más avanzado.

Ella había olvidado que en cada mundo había reglas. Cuando fue Sakura también tuvo limitaciones por los grandes enemigos, pero aquí, en Harry Potter, donde se venció a alguien con varitas y otras cosas, como el sacrificio de dos padres por su bebé no era necesario ser tan poderoso; solo tener algo de magia bajo la manga con un plan B y C siempre.

Así que decidida, pero molesta por empezar de cero, se dio la tarea de comprender mejor los mundos a los que reencarnaba, y quien sabe, tal vez en una de esas llega a algún universo que ella quiera. Ser alguien del canon o alguien inexistente, ser una doble no suena nada mal, ¿verdad? Pero yo quería ser la escurridiza, Katherine; no sabía por qué. Aunque algo le decía que en su otra vida, seguiría siendo pelirroja, pero no sabía qué tipo de pelirroja o quien. Por todos los dioses esperaba no reencarnar mucho antes de la trama, o seguramente estaría muy perdida con todo lo que tendría que hacer para evitar una guerra. Bueno, es hora de empezar su nueva aventura. Qué lindos son los espíritus cuando no quieren comerte el alma para sentir magia de nuevo, ¿verdad?