Magic| H.P

Capítulo 4

Antes de irse a dormir con mucho cuidado dejo sus nuevas cosas en su destartalado armario e inevitablemente su mente le hizo una broma de que Harry salía de ahí en cualquier momento a pedirle el alquiler, cosa que borro de su mente porque no quería verse loca riéndose sola, tomo el diario que había comprado y decidió leerlo antes de escribir en él, su curiosidad por saber que es lo que contenía era bastante grande, después de todo ahora se suponía que tendría una vida de protagonista cliché.

Efectivamente, era cliché, el diario pertenecía a Bellatrix Black, en sus momentos de cordura es decir cuando era una niña y su tiempo en hogwarts, el cómo se preparaba para ser una lady, pero que luego destruyeron sus esperanzas diciendo que una mujer no podría ser lady Black por no tener la madera suficiente, luego su matrimonio arreglado con su mejor amigo Rodolphus, ambos habían aceptado porque se conocían, pero no había amor, por eso nunca tuvieron hijos, contaba mucho de la su vida, al menos esas cincuenta páginas le dieron una idea de la vida de bella, el cómo había ido tras Voldemort porque este mismo había dicho que le daría poder, pero su primera misión fue destruir su propia familia para reconstruirla desde cero, ese fue el día en que ella vio su error, pero ya no había vuelta atrás, las páginas habían cambiado, dejó de contar su vida para contar lo que ella creía de la magia, era interesante su punto de vista, tenía bases sólidas y otras teóricas, algunas podían ponerse a prueba, pero seguramente era necesario tener un ancla para no perderte, el ancla de bella era sirius, según ella el odio es un ancla muy grande, pero a mi parecer la sangre era el ancla de ella, el tener aún a familia viva la hacía estar lo más cuerda posible cuando tenía que escribir.

Había decidido dejar de leer, casi lo terminaba, pero necesitaba un descanso, bella tenía una forma de escribir ligera, pero a la vez profunda, palabras simples que te calaban en la mente y se quedaban ahí, esperando que analices cada palabra, que quieras leer más, pero a la vez tengas miedo de quedar sin cordura, le gustaba, porque era una forma similar a la que ella escribía, guardo el diario en una tabla suelta bajo su cama y se preparó para dormir, mañana sería un nuevo día por lo que tenía que estar preparada.

A la mañana siguiente, su madre llamó a los gritos a la familia para que bajen a desayunar. Cuando bajó, vio a la gata que habían adoptado con bebés, tres hermosos gatitos. Sus hermanos estaban igual de sorprendidos que ella, sus padres parecían felices pero a la vez sorprendidos.

-Al menos ahora cada uno tendrá su propia mascota, eso es lindo.- dijo mientras miraba a sus hermanos, quienes parecían contentos ante la idea, vio por el rabillo del ojo a su madre intentar replicar, pero su padre negaba con la cabeza, sus hijos al fin tendrían algo propio que no era de segunda mano ni heredado.

Los gemelos tomaron a dos pequeños gatitos que jugaban entre ellos, eran de color blanco con negro, y ojos verdes, muy bonitos a su parecer mientras que ron tomó al más pequeño, que tenía pelaje naranja y ojos grises, ella se quedaría con la gata negra a quien le puso Eris, así que cada uno retomo el camino después de un tiempo para poder desayunar, ese día la familia parecía más animada y sin duda, había sido un lindo cambio en esta vida.

Tomo para desayunar, algo de té con miel, tostadas con huevos revueltos y tocino, algo ligero después de la emoción que le provocó el diario era perfecto, comió con calma, ya que todavía era temprano, cuando termino se levantó pidiendo permiso para ir a cambiarse no sin antes lavar su plato, cuando fue a arriba decidió llevarse su chaqueta de cuero, no la usaría mucho, pero era una forma de tener algo que la ancle a su habitación y dormir bien, se vistió con unos vaqueros sueltos en la parte de abajo, una blusa negra y encima un viejo suéter azul que amaba mucho, terminó de empacar sus cosas para poder ordenar los libros que previamente fueron arreglados, además de que ella personalmente limpió algunas partes de los libros mientras los estudiaba, parecían libros de segunda mano en buenas condiciones sus padres habían hecho un gran esfuerzo por arreglarlos, también repararon los libros de sus hermanos, así que al llegar a Hogwarts tendríamos, el reparo era algo bastante útil, algunos hechizos de reparación eran peligrosos o se necesitaban ingredientes así que la familia no era mucho de usar la magia para arreglar o hacer las cosas, lo que a su vez le parecía tonto pero razonable.

Bajo sus cosas con ayuda de Fred, mientras que George despeinaba su cabello de forma amistosa, se había llevado casi todas sus cosas que no eran muchas, un peine de madera, un espejo mediano que necesitaba ser limpiado urgente, ropa abrigada y para verano por las dudas, el poco dinero que tenía, el diario y finalmente las cosas para su primer año, había investigado formas para ganar dinero así que cuando esté en Hogwarts mandaría una carta a su madre con la excusa que leyó en la biblioteca escolar formas de ganar dinero, tenía varias ideas en mente, como el cultivo de verduras, vender postres en Honey Dukes, vender cosas que ya no usemos en las tiendas de segunda mano, entre otras cosas.

Además de que planeaba ser tutora, para esto tendría que correr la voz, enseñar o ser niñera era una de las dos cosas que podían darme algo de dinero, así que tenía que aprender mucho y conseguir la reputación de niña confiable, de esa forma podría conseguir más clientes y dinero, mientras tanto vería como se definiría su vida en esta escuela antes de pensar en el futuro.

Llegando a la estación, sus hermanos pasaron primero quedando ella con sus padres quienes tomaron su mano para ayudarla a pasar, del otro lado el tren rojo carmesí daba un pitido dando la señal de que iba a partir, se despidió de sus padres y fue con sus hermanos para qué la ayudarán a llevar sus cosas, percy venía con su insignia de prefecto, él había sido recompensado con una lechuza así que cuando vio nuestros gatos no dijo nada, ya que él tenía su propia mascota, en cuanto a Peter que vivía en nuestra casa, bueno, él seguía con ron como el canon, eso no cambió y el gato de ron era como él, glotón al igual que algo despistado.