Capítulo 2

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Se puso de pie lo más rápido que pudo, quería organizar esos recuerdos y los suyos por igual. Era bastante fiel al canon; no era tan mimada como ella pensaba que sería la personalidad de su antiguo yo. Era como toda niña, queriendo cosas pero sabiendo la situación económica; una niña inteligente y con carácter, básicamente una combinación de Ginny del libro y de las películas. Le gustaba.

La biblioteca mental seguía ahí, pero como el guía dijo, sacó al menos cincuenta libros, todos relacionados a celestiales y esas cosas. Pero poco y nada le importaba; ella sabía la historia, puesto que lo había escrito. Su atención ahora estaba en sobrevivir, además de tratar de ver qué tan mal estaban económicamente. Tal vez no era tan malo, ¿o sí?

El grito de su madre llamándola seguro se escucharía a casas de distancia, así que se cambió lo más rápido posible y bajó con su pelo algo alborotado, pero era manejable con unos cuantos arreglos; una coleta y problema solucionado.

-Buenos días, tesoro-, dijo Molly, su madre, mientras la besaba y apretujaba como para sacarle el aire. Tuvo que mirar a sus hermanos mayores para que la ayudaran, pero ellos no querían enfrentar la furia de mamá zanahoria, así que solo le dieron una mirada de burla y se lamentaron como si hubieran perdido algo. Aunque sus sonrisas burlonas delataban que les causaba gracia verla quedarse sin aire por su madre.

Su querido padre, bendito seas, Arthur, se apiadó de su hermosa alma y dijo que tenían que desayunar. El desayuno era como la típica película americana: huevos, tocino, salchichas, pan tostado, mermelada y jugo, pero en vez de naranja, era de calabaza. Se sirvió lo que este cuerpo podía comer, que no era poca cantidad, así que estaba satisfecha con la buena alimentación de este cuerpo. Pero aún así se limitaría con la comida grasosa, al notar que a veces le caía pesado. También anotó mentalmente las alergias, entre otras cosas.

Los gemelos estaban planeando un nuevo prototipo de broma; al parecer, sería el turrón sangriento. Y es que, en serio, no quería intervenir, pero había pasado casi toda una vida con ellos planeando bromas juntos. En un susurro casi inaudible, dijo que no funcionaría si la sangre en el turrón no estaba en la masa en vez del relleno. A lo que los gemelos la miraron incrédulos, pero después siguieron hablando como si nada. Pero ella notó que a veces la miraban curiosos y se maldijo por su lengua floja.

-"Genial, me dijeron que no cambiará mucho la trama y acá ando haciendo que los gemelos se den cuenta de que soy casi el doble de bromista que ellos, y eso que son dos"-. Me reía internamente, al igual que me regañaba, pero suponía que esto podía pasar, que Ginny se podía convertir en una especie de bromista a medio tiempo.

-Coman rápido, niños, aún debemos comprar las túnicas de Ginny y algunos libros más-. Su voz mandona pero cariñosa me calentó el corazón; ella era distinta a la Molly de mi otra vida, esta era sincera. Seguía comparando a sus hijos, pero su cariño era más sincero, y eso lo agradecía mucho.

Nos levantamos rápido, pero yo me quedé con mis padres. Al parecer, mi mamá se dio cuenta de que quería decir algo, así que me miró hasta que por fin hablé.

-Mamá, papá, soy consciente de que no somos ricos ni nos sobra el dinero, pero solo necesito el uniforme, aunque sea de segunda mano, no importa. Al igual que mis hermanos, merecemos lo mismo, y no me parece justo tener algo nuevo sin que ellos también lo tengan. En cuanto a los libros, son los de primer año; soy consciente de que Ron ya dejó los suyos,así que puedo usarlos. Si están rotos o manchados, tenemos magia, ¿no? Podemos arreglarlos. Así que me gustaría solo pedir un libro que vi en la tienda de Flourish y Blotts.

Me había quedado sin aliento ya que hablé muy rápido, pero pronto me volví a quedar sin aire cuando sentí a mamá y papá abrazarme mientras susurraban que era una buena niña. No lo era; si supieran que era una mimada peor que Malfoy cuando fui su hija en otra vida, realmente me sentía avergonzada por eso. No sabía el porqué había actuado así, no me di cuenta que lastimaba a la gente de mi alrededor y eso solo me hacía enojarme conmigo misma.

Magic| H.PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora