Capítulo 5

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Subiendo al tren luego de despedirse de su familia, se separó de Ron, quien fue en busca de sus amigos, no podía esperar que se hagan más unidos de la noche a la mañana, solo había pasado un día, pero noto que estaba más receptivo a su presencia luego de que ella dijera que no le parecía justo el favoritismo en la familia, busco un compartimiento para asentarse y encontró uno casi al fondo del tren, dejo sus cosas decidiendo leer un libro de su biblioteca mental con su gatita Eris, era una suerte que existían las pociones, su madre había hecho una suave para que recupere fuerzas, además de que como sus hermanos también estaban en Hogwarts con sus hijos, ella podría amamantarlos.

El guía le había dicho que podría sacar libros de su biblioteca mental, así que aprovecho y saco uno de herbología, quería descubrir los distintos tipos de plantas para poder hacer una poción para su gatita, quería que recupere su fuerza además de nutrientes, su pelaje estaba algo maltratado por estar mucho tiempo en la tienda, pero ella poco a poco lo cuidaría muy bien, era una gatita algo joven así que tenía miedo que por el embarazo tenga riesgo así que tendría que apurarse si quería aprender a hacer pociones, leyó hasta que perdió la noción del tiempo, la puerta fue tocada tres veces, de forma rítmica como si fuera algún código secreto, dijo un suave y breve "pase".

Luna Lovegood.

Estaba en la puerta con su mirada soñadora y perdida en distintos lugares, pero a la vez en ningún lugar, una suave sonrisa que acompañaba ese rostro soñador, sería fácilmente una veela, pero tenía un encanto más misterioso, una vidente, esa siempre había sido mi teoría sobre ella, una que veía seres que nosotros no, tal vez ella veía aquellos pequeños seres y los confundía con sus bullys, pero eso no quería decir que no existían, verdad?

-Hola, soy Ginny.- tendí mi mano y ella la tomó con suavidad, sus manos estaban algo frías, pero noté un anillo en su mano, una de heredera, había leído algo sobre eso, si existían tradiciones y modales, entre otras cosas, pero que no estaban tan presentes, mi mente fue a los mestizos y nacidos de muggles, podía ser por su culpa, pero tampoco en los libros o películas mencionan ese tipo de cosas.

--Luna Lovegood, heredera de la noble y respetable casa Lovegood.-. Su voz suave me dejó aturdida, por Dios. Era una adulta en el cuerpo de una niña, había vivido dos vidas, pero aún me quedaba en las nubes cuando conocía a alguien con una aura tan pura como la de ella.

-Es un gusto conocerte, por tu mirada hacia mí puedo decir que sabes algo, aunque tengo dudas sobre que partes.- me arriesgue a decir eso, no sabía si era en serio una vidente o solo una chica con el aura de una, pero decidí seguir mi instinto, podía ser su amiga y guiarla poco a poco para que sea toda una luna lovegood de fan fic respetable, inteligente, sádica y condenamente vengativa cuando se trata de familia, pero primero a lo primero, presentarse y conocerse.

-No sé, como debería llamarte, tuviste tantos nombres, pero eres ginny ahora, la vida es curiosa, pero mucho más cuando los espíritus te rodean, gente que te protege incluso desde otras vidas.- suavemente parecía tratar de explicarme lo que veía y a quienes veía, tenía mis dudas sobre si era una vidente, pero ya me lo había confirmado con eso, fascinante era la palabra que mejor se acercaba a ella.

-¿Espíritus? A pesar de todo, tú también los ves, es lindo conocer a alguien que vea lo mismo que yo, por tu magia vibrante puedo decir que tiene una gran sensibilidad con la magia, puedes ver más allá de lo que uno puede ver, es fascinante.- le dije mis pensamientos en voz alta, la parte en la que dije que era lindo conocer a alguien que vea lo mismo era cierto, haber muerto y revivido muchas veces en distintos mundos abrió en gran parte mi visión, podía ver y sentir muchas cosas, sabía cosas que otros no, no podía decir que era una vidente, pero era más un sexto sentido que me decía que la persona a mi lado era o no confiable, sus auras, a veces captaba alguna intención mala hacia mi persona u otras, cosas así, nada fuera de lo común.

Veía la mirada de luna perderse y iluminarse, sentí por unos segundos sus emociones, eso era otras de las cosas que podía hacer, pero solo por breves segundos, ella estaba emocionada y ilusionada, por una parte era por conocer a alguien que no la veía como una loca sino que también veía lo que ella, por otra parte estaba ilusionada por tener una amiga, una de verdad y no que la use como intentaron cuando se enteraron que era la heredera de una noble casa.

Narra la escritora
Luna y Ginny, habían hablado todo el camino,fortaleciendo su nueva amistad, contándose anécdotas de cómo empezaron a ver esos seres, la sensibilidad de ambas con la magia y la naturaleza, entre otras cosas, para las dos era increíble esta nueva perspectiva, sentían que podían llegar a ser mucho más unidas, cuando ginny expresó su deseo de ir a Ravenclaw, luna le dijo que espere para poder ver los resultados de sus deseos.

La pelirroja decidió confiar en ella, algo dentro de su alma le decía que podía confiar en ella, que era familia y que no la traicionara en ningún momento, cuando llegó el momento de cambiarse ambas simplemente hicieron un movimiento de varita para cambiarse y seguir charlando, ginny había aprendido ese hechizo mientras estaba sola en el vagon, leer el libro de herbologia la había fascinado pero quiso centrarse en aprender hechizos o cosas básicas.

Bajando del tren al este llegar al colegio donde pasarian siete años de educación mágica, fueron directamente a un bote, donde conocieron a dos mestizas, no hablaron con ellas sino que habían mirada a ambas amigas mal, ellas solo estaban en su mundo viendo a los therestals volar libremente sin que nadie los note, claro, a menos que tengas el don o hayas visto la muerte de cerca, las mestizas del bote solo las veían de mala manera por según ellas ser muy raras.

Luna solo miraba al cielo o ginny, en su mente pasaban varias imágenes, en algunas de ellas la muerte se hacia presente de una forma muy peculiar pero a la vez, se llevaba a personas que en un futuro conocería, tenía planeado decirle a su nueva amiga pero noto que si cambiaba el rumbo de las cosas podía ser peor, pero nada evitaría que la pelirroja lo supiera, ella entendía sus acertijos y juegos de palabras, el universo no podía hacer nada con el ingenio de una persona, después de todo, según lo que vio, sólo era una conciencia que tenía una tendencia bastante caprichosa.

Magic| H.PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora