----------the best----------

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ʚɞ MS ʚɞ

La punta del lápiz raspa el papel, pero algo no encaja. Fruncí el ceño y, con un suspiro, tiré el diseño a la papelera. No era lo que quería, no es lo suficientemente perfecto. A veces me pregunto si alguna vez lo será. Mis dedos tocaron otra hoja en blanco, un nuevo intento. Mi mente estaba llena de ideas, pero es como si cada una de ellas fuera demasiado pequeña, demasiado simple, para lo que realmente busco.

Sé lo que quiero, lo que debo lograr. Quiero ser la mejor, y si no lo soy, todo esto no habrá valido la pena. Pero, por más que lo intente, cada diseño parece quedarse corto, nunca a la altura de un desfile de moda como ese. Los trazos no fluían como deberían, las telas en mi mente no parecían traducirse bien al papel. Otro boceto cayó en la papelera.

Parecía estar atrapada en una espiral de frustración. No podía dejar de buscar la perfección, aunque sabía que es imposible alcanzarla. Pero no podía rendirme. No ahora. No cuando estoy tan cerca de conseguirlo todo.

De repente el sonido de la puerta de mi estudio abriéndose me sacó de mí pensamientos. Grace entró con una bolsa de papel con el logo de la cafetería que había cerca de donde vivíamos en Vernazza, la miré y ella suspiró al ver todos esos papeles arrugados tanto en el suelo como en la papelera. Grace era mi mejor amiga y vivimos juntas desde la universidad, aunque ambas tomamos caminos muy diferentes, ella siguió el camino de empresaria que tuvo toda su familia y termino a cargo de la empresa de su padre y yo seguí el camino del diseño de moda.

—¿Otra vez aquí?-pregunta con un tono de preocupación dejando la bolsa encima de una mesa que había en mi estudio.

—Estoy trabajando-respondí dejando de mirarla y seguí trazando líneas en la nueva hoja.

—No es trabajar si llevas horas tirando papeles a la papelera-replicó Grace cruzándose de brazos. Sus rizos oscuros caían sobre su rostro mientras me miraba con una ceja levantada, ella odiaba cuando trabajaba demasiado y me aislaba del mundo exterior.

—No tengo tiempo para esto Grace-dije intentando sonar firme, pero incluso yo escuchaba el cansancio en mi voz.

—Eso es o que siempre dices, pero si no comes ni descansas un poco vas a quemarte al final-dijo mientras tomaba la bolsa de papel y me la entregaba.

—No puedo, tengo que terminar esto.

—Maya, llevas 3 días diciendo lo mismo, no te estoy pidiendo que te tomes unas vacaciones. Solo que te detengas por 5 minutos.

Al final me rendí, tomé el contenido de la bolsa de papel y empecé a comer el croissant y a beber el café con leche que había traído Grace, definitivamente ella era la única que sabía como convencerme.

Mientras yo estaba comiendo, Grace se sentó en el sofá, que había puesto ella misma en el estudio cuando lo alquile porque según ella era una buena idea, y cruzó las piernas mirándome como si estuviera esperando que me desmoronara.

—¿Quieres hablar de lo que te tiene tan agobiada?—preguntó al ver mi mirada de confusión ante su expresión de preocupación.

—No estoy agobiada—respondí casi de manera automática como si fuera la respuesta que siempre usaba para ponerme a la defensiva.

—Claro y las bolas de papel del suelo y el escritorio son decoración, ¿verdad? 

—Grace...no empiezas de nuevo con eso...—suspiré y miré de nuevo el boceto a medio terminar en el escritorio—Quiero que sea perfecto, es mi oportunidad para brillar, ¿entiendes? Si no consigo que este diseño sea impresionante, entonces ¿cómo se supone que llegaré a los grandes desfiles de moda?

—Escúchame May, tú no necesitas que nadie te diga que es perfecto. Tienes talento para esto y si no lo saben apreciar, es su culpa, no la tuya, ¿sabes?

—Eso es fácil de decir para ti, tú no tienes que demostrarle nada a nadie, tienes básicamente toda la vida resuelta—solté sin pensar y vi la cara de Grace en ese instante y pensé de nuevo en lo que acababa de decir—Lo siento, no quería...

—¿Crees que no tengo que demostrar nada solo porque la empresa es de mi padre? Dios, cada vez que entro en una sala de reuniones, tengo que demostrar que sé de lo que hablo, que sé que es lo mejor para la empresa, porque soy la más joven de esa empresa llena de casi jubilados. Cada vez que digo alguna solución inteligente a algún problema siempre me preguntan si fue realmente idea mía o de otra persona.

Me quedé totalmente callada, Grace era de las personas que nunca hablaba de lo que le pasaba, siempre estaba ocupada escuchándome.

—Pero aprendí que no debes dejar que eso te coma viva, tienes que saber cuando parar, incluso si sientes que tu trabajo no es suficiente, hasta "suficiente" a veces es más que perfecto.

—¿Y si no lo es?—pregunté bajando la voz.

—Entonces lo intentas de nuevo. Pero no de esa manera obsesiva y perfeccionista tuya.

Nos quedamos ambas en silencio, quise decirle que yo no era una obsesiva, solo me gustaba hacer algo bien, pero antes de que yo dijera algo, Grace se levantó y recogió todas las bolas de papel del suelo formando una pila desordenada sobre mi escritorio.

—¿Qué haces?

—Salvar tu trabajo, estoy segura de que al menos uno  de estos es mejor de lo que crees.

—No necesito que recaudes mis errores.

—No son errores, son pasos.

Parecía simple, pero me hacía dudar, por un momento pensé que puede que tiene razón, tal vez uno de esos bocetos es el "suficiente" que llevo 2 días buscando.

—Vamos May, no te voy a dejar volver a ese círculo vicioso, feliz de perfeccionismo antes de revisar esto.

Resople y tomé la primera bola de papel de la pila, era un boceto de hace unas horas, uno que tire solo porque las líneas parecían torpes, pero ahora, los pliegues parecían perfectos y el escote diagonal era justo el que llevaba buscando.

—No está mal... pero creo que todavía no es suficiente.

—¿Y si no necesita ser suficiente hoy? Tal vez solo necesitas acumular ideas e ir poco a poco, ¿no crees?—me miró levantando una ceja de nuevo—Vamos, May-may, si quieres avanzar tienes que dejar de ser tu peor enemiga—dijo mirándome, Grace siempre me llamaba May-may cuando quería convencerme era algo que me decía desde el instituto cuando decía que no podía ir a sus planes porque debía seguir estudiando, siempre conseguía convencerme, porque era ella.

Era Grace.

—Está bien... ¿Vamos a ver una película?-pregunté y ella saltó de la emoción, agarro sus cosas y me tomó de la mano y salimos ambas corriendo hacia el cine que nos quedaba cerca.

En ese momento algo en mí se sentía más ligero, como si sus palabras hubieran desatado el nudo que llevaba apretando desde que empecé con esto. Por primera vez pensé en algo que no podía ni considerar hace unos días. 

Quizás la perfección no sea el objetivo, quizás después de todo, solo necesito darme el permiso de equivocarme y seguir adelante.





¡¡SEGUNDO CAPÍTULO!! Confieso que Maya es como mi alter ego JAJAJ, en serio la amo, pero quizás se exige demasiado. En fin, se vienen cositas. Stay tuned. Byee, os amoo <33

the last lap. || Daniel RicciardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora