"amigos"

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Gian siempre había sido el amigo en quien se podía confiar. Estaba ahí para sus amigos sin importar lo que necesitaran. Por eso, cuando su amigo ramiro le pidió un favor, no dudó en aceptarlo, aunque no tenía idea de lo que se venía.

– Necesito tu ayuda para conquistar a Cami, le dijo ramiro una tarde, con una sonrisa nerviosa. – Vos la conocés bien, siempre están hablando con ella en los programas. Dame consejos, contame qué le gusta, no sé… Ayudame a que me note.

Gian sintió una punzada en el pecho al escuchar esas palabras, aunque no entendió por qué en ese momento. Cami era su compañera de trabajo desde hacía unos meses masó menos. Habían conectado rápido: largas charlas sobre el programa, No era raro que se hablara de ella, pero la idea de que ramiro quisiera algo más lo dejó desconcertado.

– Claro, amigo. Lo que necesites, respondió Gian, forzando una sonrisa.

El plan de ramiro

Gian empezó a ser el "intermediario". Observaba lo que hacía Cami y luego se lo contaba a ramiro: que le gustaba el helado de crema del cielo y el flan, que adoraba avatar, Ramiro seguía sus consejos al pie de la letra: le hablo una vez de avatar, le proponía planes relacionados con sus gustos, pero algo no terminaba de encajar.

Mientras tanto, Gian y Cami seguían compartiendo tiempo juntos, como siempre. Pero ahora, cada risa, cada mirada de Cami hacia él empezaba a sentirse diferente. Gian notaba cómo el brillo en los ojos de ella lo hacía sentir cálido, cómo su voz llenaba los silencios en su vida.

Y así, mientras ayudaba a su amigo, Gian comenzó a darse cuenta de algo que lo aterrorizaba: estaba enamorándose de Cami.

Las cosas se complicaron cuando Ramiro le pidió que organizara una salida con todos los amigos para que él pudiera estar más cerca de Cami. Gian aceptó, pero durante esa reunión no pudo evitar observar cómo  trataba de captar la atención de Cami, cómo hacía bromas que no parecían interesarle y cómo la miraba sin entender realmente lo que a ella le movía.

Cami, por su parte, parecía más interesada en hablar con Gian. En un momento, mientras todos estaban distraídos, se inclinó hacia él y le susurró:

– ¿Por qué ramiro actúa tan raro últimamente? Parece que sigue un guion o algo.

Gian se rió nerviosamente y cambió de tema, sintiéndose atrapado entre su lealtad y lo que realmente deseaba.

El quiebre

Una tarde, mientras estaban los tres en una cafetería, Ramiro se ausentó un momento, dejando a Gian y Cami solos. Ella lo miró directamente, con una seriedad que nunca había visto en sus ojos.

– Gian, te lo pregunto en serio. ¿Ramiro está interesado en mí?

Gian sintió el peso de la pregunta como una montaña. No quería mentir, pero tampoco podía traicionar a su amigo.

– Creo que sí… murmuró, evitando su mirada.

Cami suspiró, apoyando la cabeza en su mano.

– Es que… yo estoy confundida. Hay alguien más que me interesa, pero no sé si debería decir algo.

Gian sintió que el corazón le daba un vuelco. Antes de que pudiera preguntar quién era, ramiro volvió a la mesa, rompiendo el momento.

Esa noche, Gian tomó una decisión. No podía seguir engañando a nadie, ni a ramiro ni a sí mismo. Al día siguiente, se reunió con su amigo.

– ramiro, necesito ser honesto con vos. Creo que me estoy enamorando de Cami.

El rostro de ramiro pasó de la sorpresa a la decepción en cuestión de segundos. Se quedó en silencio por un largo rato antes de responder:

– Bueno… al menos sos sincero. Pero esto me duele, Gian. No sé qué hacer con esto.

Gian entendió que había fracturado algo importante. Sin embargo, no podía ignorar sus sentimientos ni mentirle más a Cami.

Esa misma tarde, decidió hablar con ella. Cuando finalmente le confesó lo que sentía, Cami sonrió y le tomó la mano.

– Pensé que nunca ibas a decirlo, dijo con dulzura. – Yo también siento lo mismo.











Estoy publicando todos mí borradores literalmente

situaciónes Giamila Donde viven las historias. Descúbrelo ahora