[...]
-¡Noa! La cena ya está lista, ¡Ven! –Me gritó mamá desde la cocina.
-¡Ya voy! –Contesté.
2 minutos después.
-¡Noa! Te he dicho que bajes a cenar! –Volvió a repetir.
-Que ya voy. –Le dije, mientras seguía tecleando.
Que pesada.
5 minutos después.
Alguien abrió la puerta de una mala leche impresionante.
-¡Noa! ¡Deja ya el móvil y baja a cenar! –Me dijo.
-¿Eing? Espera, que acabo de escrib... -Le dije sin apenas poder terminar la frase.
-¡Dame ahora mismo el móvil! ¡Dámelo ahora mismo! ¡Que me lo des! –Me decía mientras yo corría por el cuarto, y ella detrás de mí, para cogérmelo.
-Venga ya está, he acabado. –Respondí, bloqueando el móvil.
-Mira Noa. ¡Que sea la última vez! Todo el santo día con el móvil, ya me gustaría saber a mí con quién hablas todo el rato. –Me dijo ya no tan alterada.
-Con amigos y amigas.
-Muchos amigos tienes tú, ¿No?
-Son de otros sitios de España, mamá. Grupos para conocer gente y eso.
-Si si, tu cuidadito con quien hablas.
-Son gente de fiar. –Le dije mirándola con cara de buena niña.
-Venga, dame el móvil y baja a cenar. –Me dijo.
-Jouch, mamá, porfa, me lo quedo yo y no lo saco durante la cena, por favor mamá. –Le dije haciendo puchero y mirándola con cara de pena.
-Ais... Si es que siempre te sales con la tuya, anda tira. –Me dijo.
-Te quiero, eres la mejor. –Le contesté, dándole un beso en la mejilla.
Bajé a cenar y estaban papá y Aroa esperándonos.
-¿Otra vez con el móvil, Noa? –Me preguntó papá.
-Es que... Eran mensajes importantes y pues claro...
- Cómo siempre. –Me contestó. -¿No habrá algún novio en medio, no? –Me dijo sospechando.
-¡NO PAPÁ! Ni de broma. –Le dije riendo. –Los únicos hombres de mi vida sois los yayos y tú, no te preocupes. –Le dije haciéndome la graciosa.
-Anda siéntate.
Me senté y cenamos todos juntos mientras charlábamos de qué haríamos durante las vacaciones.
¡ES VERDAD! ¿Os había comentado que dentro de una semana empezaban las vacaciones de verano? Pues ansiosa que estoy.
-A ver chicas, mamá y yo tenemos vacaciones dentro de dos semanas. Y habíamos pensado en ir dos semanas a Palma de Mallorca, y unos días al pueblo de la abuela a Murcia, cómo cada año. ¿Qué os parece? –Nos dijo papá.
Oh dios mío. Me quedé en shock. No pude decir nada.
-¿Noa? ¿Te pasa algo? ¿No te parece bien, o algo? –Me preguntó mamá.
-¡SÍ! Me parece genial, o sea estoy flipando. ¡Que voy a ver a Ana! ¡Ai dios mío!
Ah, es verdad. No os conté, que tengo una serie de grupos en Whats App, donde conozco a gente de varios sitios de España, e incluso de otros países, y con Ana llevo hablándome ya desde hace dos años, es una de mis mejores amigas. Nunca tuve la oportunidad de verla ni conocerla, y ahora por fin ha llegado el momento. Dios, flipo en colores.
-¿Quién es Ana? –Me preguntó papá.
-Es mi MAD papá! –Le dije.
-¿MAD? –Me preguntó mirándome con cara de indiferencia.
-Eh... Bueno déjalo, es una amiga, y ya está, tu quédate con eso.
-Entiendo... -Respondió.
-¡VOY CORRIENDO A CONTÁRSELO! –Dije levantándome de la mesa.
-¡NOA! –Gritó mamá. –¡Acaba de cenar! Si no te prometo que de esta vez te castigo sin móvil durante una semana entera!
Rápidamente me senté y acabé de cenar. Subí a mi habitación corriendo a la velocidad de la luz, cogí el ordenador, lo encendí y llamé a Ana por Skype.
-Por favor, cógeme. Por favor Ana, cógelo, por favor... -Dije en voz baja, rogando que lo cogiera.
-¿Sí? ¿Noa? ¿Qué pasa? Tía, ¿Qué haces llamando a esta hora, loca?
-Tía. Tía. Tía. ¿A que no sabes qué? –Le dije un poco alterada.
-¿Qué ha pasado? –Me dijo, con cara de asustada.
-¿A que no sabes quien se va de vacaciones a Palma de Mallorca?
-¡¡¡¡¡QUÉÉ!!!? JÚRAMELO! –Me dijo gritando.
-Si tía, te lo juro. –Le dije entusiasmada. –Por fin nos veremos, jope.
-Dios mío, ¿Y cuando vienes?
-Dentro de dos semanas! ¿Estarás?
-Obviamente! –Me respondió.
Estuvimos hasta las 2:00AM hablando y planeando todo lo que haríamos una vez allí. Yo aún no me lo creía, era como algo surrealista, tanto tiempo hablando con una de las mejores personas que hay en el mundo, tanto tiempo planeando viajes futuros, tanto tiempo haciéndonos reír a través de una pantalla, y por fin, la conoceré.
[...]
El día siguiente.
Estabamos juntas al fín, llorando de la emoción de por fin vernos, todo parecía un sueñ...
-Noa! Señorita Suárez. No es hora de dormir. –Dijo la maestra, interrumpiendo mi pequeño sueño.Cabrona.
-¿Eh? No, si yo no estaba durmiendo... -Dije frotándome los ojos y levantando la cabeza del pupitre.
Toda la clase empezó a reírse, de mi, por supuesto.
Mierda, me había quedado dormida en clase.
-Preste atención! -Me gritó con su voz de bruja. No la soporto.
-Sí, si yo estaba escuchando sólo que...-Me interrumpió.
-¿Sí? Entonces dígame, que estaba explicando hace dos minutos.-Pues, eh... Yo...
-La propiedad distributiva y la conmutativa! –Oí cómo alguien me lo susurraba bajito, para que nadie lo oyera.
Miré hacia la derecha, era Enzo.
-Eh... La propiedad distributiva y la propiedad conmutativa, si no entendí mal, ¿Verdad? –Le dije.
-Sí, aunque... Seguramente fue pura suerte que escuchó. Señorita Suárez, no se vuelva a dormir en clase o tendré que tomar medidas.
-Entendido señora. -Le dije intentando vacilar-la un poco, al fin y al cabo, era la última semana, tenía que aprovechar.
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Recuérdame.
RomanceMi nombre es Noa. Hace un tiempo no creía en el destino, tampoco en el amor, lo veía absurdo, nunca lo había sentido. No había sentido nunca esa sensación de necesitar a alguien, la necesidad de tener alguien a tu lado que te dé cariño. Hasta que ap...