Al acabar la clase.
-Boh... Muchas gracias Enzo.
-De nada mujer, si es que tú... A ver si nos vamos a dormir más pronto, eh. –Dijo riéndose.
-Es que estuve hablando con Ana sobre que voy a Mallorca, y nos quedamos hasta tarde.
-¿Enserio? ¿A Mallorca? ¿Bromeas, verdad?
-No, no tendría porque hacerlo.
-Entonces verás a la tan famosa Ana. –Me dijo sarcásticamente.
-JA-JA-JA. Que gracioso, y sí, al fin la veré, pf...
-Si en verdad sabes que me alegro un montón por ti, pillina. –Me dijo dándome un beso en la cabeza. –Vamos que están allí Chloe y Javi.
Ya que Enzo y yo íbamos a una clase, y Chloe, Javi y Ari a otra distinta. Bajamos nuestra "peña" a la cafetería del instituto a desayunar mientras charlábamos.
-Joder, pues este verano será una auténtica putada. Mis padres se quieren ir todo el mes de Julio a América. ¿Cómo aguantaré todo el mes sin ver a Christian? Pf... -Dijo Chloe exagerando bastante.
-Tia, un mes pasa volando, y más si es verano, creéme. –Dijo Ari. –Yo me iré con mi abuela y mis primos todo el verano al pueblo, para cambiar un poco de aires.
-Yo cómo cada santo año me quedo aquí. Que vivan mis padres! –Dijo Javi en un tono muy sarcástico.
-Pues yo supongo que también. –Dijo Enzo. –Aún no me han dicho ni si saldremos de aquí, o donde iremos, vaya.
[...]
Se acabaron las clases del Lunes. Bien, sólo faltan cuatro días más para salir de este infierno.
Salí corriendo del instituto para llegar rápido a casa, para hablar con Ana lo cuanto antes, para acabar de planear todo.-¡Noa! Ven aquí. –Mamá me llamaba desde el salón.
-Dime. –Le respondí acercándome al sofá.
-He estado hablando con Carmen. –La madre de Enzo. –Y ella, y Enzo se vienen con nosotros a Mallorca las tres semanas. Ya que su padre no podrá ir por viajes de negocios y todo eso.
-¿Enserio? ¡Bien! –Dije.
Al fin y al cabo, Enzo era mi mejor amigo, el cual me hacía reír siempre, con él, tenía las risas aseguradas.
Subí a mi cuarto, dejé la mochila y en ese preciso instante me sonó el móvil, era Enzo.
-¡NOA! –Me dijo.
-¡ENZO! –Respondí del mismo tono con el que él me lo había dicho.
-Nos vamos juntos... -Dijo él, ya que no le dejé acabar la frase.
-De vacaciones a Mallorca! –Terminé yo.
-Sí! –Me dijo riendo-
-Ves tonto como si que saldrás de Gijon.
-Como molará.
-Si, será todo muy bonito, pero nada de chincharme, eh.
-¿Yo? Nunca! Que va! Si yo te quiero mucho.
-Se nota, se nota. –Le dije riendo. –Va tonto, mañana hablamos, que voy a hablar con Ana.
-Adios tonta.
-Adios estúpido.
[...]
Conté los días que faltaban para marcharnos a Mallorca, nunca había estado tan ansiosa.
Siete.
Seis.
Cinco.
Cuatro.
Tres.
Dos.
Uno.
Llegó el día.
06:00AM.-¡Noa! Despierta, que no queremos llegar tarde, va hija. –Me decía mi madre, mientras me intentaba sacar las sabanas que tenía pegadas al cuerpo.
-Mamá, cinco minutos más, por favor. –Le supliqué cubriéndome la cara, como una perezosa.
-¿Quieres perder el avión o que te pasa?
OSTIA.
-Mallorca. –Dije destapándome la cara y pegando un salto de la cama. –Va mamá. Corre vístete y prepara el desayuno, que no quiero llegar tarde. –Le dije poniéndole prisa.
-Si es que nunca cambiarás tú. –Dijo riendo mientras salía de mi cuarto.
Abrí el armario y me puse la ropa que dejé para el viaje, unos shorts tejanos, una camiseta de tirantes, y mis Vans. Cogí el libro que me estaba acabando de leer; Si decido quedarme, es precioso, expresa tantas cosas, me identifico tanto con la protagonista, no sé, simplemente me encanta.
Me lo puse en el bolsillo de fuera de la maleta, para así tenerlo a mano en el avión. Bajé a desayunar, y seguidamente fui a cepillarme los dientes y peinarme.
Estábamos los cuatro listos, así que subimos al coche, mientras papá ponía las maletas en el maletero, se subió, arrancó el coche y nos dirigimos hacia el aeropuerto, que nos quedaba a media hora de Gijón, donde allí nos encontraríamos con Enzo y su madre.Me puse los auriculares, y puse en reproducción mis músicas favoritas, para que fueran sonando una detrás de otra. Los ojos se me iban cerrando a medida que veía el paisaje pasar y sonaba una de las canciones que más me gustaba;
"Los te quiero que aún no has escuchado;
Los te extraño que aún no he pronunciado;
Los mi vida no te vayas;
Los quédate a mi lado."
-¡Tata! Despierta. –La voz de Aroa me despertó, mientras me daba pequeños golpes en el brazo.
-Ai, Aroa, ¿Qué pasa? –Le dije frotándome los ojos para abrirlos.
-Ya hemos llegado. Mira que grande es.
Miré a través de la ventana mientras papá buscaba hueco para aparcar. Habíamos llegado al aeropuerto, en el cual nos estarían esperando Enzo y Carmen.
Nos bajamos del coche y cada uno llevó la maleta que la correspondía. Entramos por unas enormes puertas giratorias y nos dirigimos hacia el lugar de quedada con Enzo y su madre.
Pasamos por el control de seguridad que suelen hacer, y seguidamente nos dirigimos hacia los bancos, a esperar que anunciasen la puerta de embarque, ya que llegamos bastante temprano.
-Voy al baño, ahora vuelvo. –Le dije a Enzo, interrumpiendo nuestra conversación.
-Vale, aquí te espero. –Me respondió
-Noa, aprovecha y ve a mirar a la pantalla a ver si ya han puesto el número de la puerta de embarque, por favor. –Me dijo mamá mientras charlaba con Carmen.
-Vale.- Me levanté del banco en dirección al baño, ya que vi un cartel que ponía "WC" lo seguí hasta que topé con el baño. Al salir del baño, me había desorientado, no sabía hacia donde ir, empecé a caminar, rogando para no perderme. Pero vaya,
Me perdí.
Miraba de un lado a otro y no veía ni a Enzo, ni a su madre, ni a mis padres.
Perfecto Noa, perfecto. Perdida en un aeropuerto la primera vez que entro, ole yo.
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Recuérdame.
RomantiekMi nombre es Noa. Hace un tiempo no creía en el destino, tampoco en el amor, lo veía absurdo, nunca lo había sentido. No había sentido nunca esa sensación de necesitar a alguien, la necesidad de tener alguien a tu lado que te dé cariño. Hasta que ap...