En fin, cerré el libro y lo guardé.
Una vez fuera del avión, tuvimos que hacer un pequeño recorrido para salir de la pista, y entrar ya por fin en el aeropuerto de Mallorca.
Que emoción.
Salimos los seis y entramos en dos taxis para que nos llevaran al hotel. Mientras miraba por la ventana del coche, pensaba en todo. Me imaginaba a Ana, en cómo sería nuestro encuentro, también pensaba en nuestra despedida, las odio tanto... Pero sobretodo, había algo en mi que estaba inquieto en mi, algo que me perturbaba, como si me faltara algo. Y no sabía que era.
Llegamos al hotel, aún no eran ni las dos de la tarde, era precioso, y súper grande. Entramos y fuimos directamente a recepción, para que nos dieran las llaves de las habitaciones. Yo dormiría en la habitación de Carmen y Enzo, y mis padres y Aroa juntos, ya que en habitaciones de 3, nos quedaba más económico.
Subimos por el ascensor hasta la tercera planta, habitación número 307, Carmen abrió las puertas y había un lavabo bastante espacioso, tres camas de soltero, separadas, una televisión, y una pequeña terraza, la cual daba vistas a la piscina del hotel. Estaba bastante bien.
Me tumbé en la cama, mientras Carmen se estaba dando una ducha, y Enzo, como siempre tocando lo que no debe. Cogí mi móvil, y avisé a los chicos que ya habíamos llegado.
-Eh, Noa, ¿Te vienes? –Preguntó Enzo.
-¿Dónde?
-A dar una vuelta por el hotel, a ver que hay y esas cosas.
-Que va, paso. Dentro de un rato ya vamos a comer, así que.
-Bueno, vale, sosa, que eres una sosa. –Me dijo haciéndome cosquillas.
-Para, para, por favor, para. –Le dije riendo a carcajadas, ya que las cosquillas, son mi debilidad.
-Venga, ahora enserio, ¿Vienes?
-De verdad que no, prefiero quedarme aquí hablando un rato con los chicos.
-Como quieras. Dile a mi madre que a las 13:00h estoy aquí. –Me dijo yéndose de la habitación.
-Okay.-Respondí.
Después de que Carmen saliera de la ducha y fuera a la farmacia a comprar unas cosas.
Abrí a Ana en Whats App.
-Tia. Ya he llegado. –Le mandé el mensaje incluido con un selfie en el hotel.
-¡Noa!¿Estás alojada en el Hotel que está al lado del museo del automóvil y del skatepark? No me jodas.
-Si mal no recuerdo, sí. Me pareció ver el museo ese que dices, ¿Por?
-Ah... Por nada, por saber. –Me contestó.
-Entonces, ¿Mañana nos vemos?
-Sí, creo. No sé si podré, tuve unos problemas con mi padre y bueno...
-Ah...
-Lo siento Noa, pero la semana que viene ya nos vemos y eso.
-Sí, supongo, lo primero son los asuntos familiares, no te preocupes. –Le dije enviándole el emoticono sonriente. –Te tengo que dejar, luego hablamos, ¿Sí? Adiós. Te quiero.
-Te quiero. –Me respondió.
En fin, tan ilusionada con ver a Ana, y resulta que esta semana no puede por problemas. Ya será en otra ocasión, si todo va bien.
Cerré los ojos dispuesta a descansar otro poco más. No se oía nada, ni nadie. Estaba en un silencio absoluto, aquella habitación parecía insonorizada. Era como si estuviera sola en el mundo. Podía oír mi respiración, mi ritmo cardíaco, mis suspiros. Estaba completamente relajada. Aunque eso no hacía que me sintiera mejor.
Aún intentaba descubrir que era lo que me pasaba, que era ese vacio que sentía dentro, era algo que nunca me había pasado, y no me gustaba nada estar así.
Intenté reflexionar conmigo misma, le di vueltas y vueltas al asunto, pero mi mente en ese momento era como una hoja en blanco, sin nada escrito. Intentaba procesar todo lo que había sucedido en el día de hoy.Aaron.
Su nombre me vino en mente. El estomago empezó a darme vueltas, el corazón cada vez latía más rápido y mi mente ya no era una hoja en blanco, si no unos garabatos incomprensibles.
**TOC TOC TOC**
Alguien tocó a la puerta.
-Noa, sal ya, que vamos a comer. -Dijo mamá.
-Voy. –Me levanté de la cama de un pequeño salto y salí.
Llegamos al restaurante, era uno que estaba a cinco minutos del hotel. Nos sentamos en una mesa, todos juntos y pedimos la comida.
Mientras esperábamos, fui al baño, pero al volver, una chica había ocupado mi silla, solo le podía ver el pelo por detrás, estaba charlando con mis padres, ¿Quién cojones será esa?
Me acerqué a paso lento hacia mi silla, y sin pensarlo dos veces le di un pequeño golpecito en el hombro, para que viera que estaba allí.
Giró la cabeza y me miró, en ese momento el corazón me iba a explotar. Era .....
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Quería agradeceros a los pocos que me leéis, a los que votan por cada capitulo y a los que dedican unos segundos a dejar un comentario, de verdad. Espero que os guste, y ya sabéis, si tenéis alguna duda, crítica constructiva, o alguna aportación, dejadlo en los comentarios.
MUCHAS GRACIAS.
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Recuérdame.
RomanceMi nombre es Noa. Hace un tiempo no creía en el destino, tampoco en el amor, lo veía absurdo, nunca lo había sentido. No había sentido nunca esa sensación de necesitar a alguien, la necesidad de tener alguien a tu lado que te dé cariño. Hasta que ap...