Recuérdame.

Capitulo 6

Giró la cabeza y me miró, en ese momento pude ver que era... Ana.

-¡NOOOAAAAA! –Pegó tal chillido que se oyó por todo el restaurante. Y acto seguido se lanzo sobre mi a darme un enorme abrazo, el cual seguí, por supuesto.

-¡ANA! Dios mio, que haces aquí? –Dije intentando contenerme las lágrimas de la emoción, mientras la abrazaba.

-Era una sorpresa cariño. Por fin juntas. –Me dijo, ella también apunto de llorar.

-Tia, ¿Y tus problemas familiares?

-Era todo una coña para que no sospechases, ya que me puse en contacto con tus padres cuando me dijiste que te alojabas en el hotel que está a dos minutos de mi casa, y veníais a comer al restaurante de mi padre.

-...-No pude decir nada más, solamente la abracé, a mi hermana, a mi mejor amiga, que por fin, pude conocer. Me sentía genial, estaba tan feliz.

Seguidamente Ana comió con nosotros, ya que se sociabilizo con todos en poco rato. Nos pasamos la comida riendo y charlando, me había alegrado el día, si os soy sincera.

Cuando acabamos fuimos a dar una vuelta yo, Enzo y Ana, mientras mis padres, Aroa y Carmen estaban en la piscina del hotel.

-¿Y que os ha parecido el paseo turístico que os he echo? –Nos preguntó Ana, mientras nos tomábamos unos helados.

-Pues esto mola que te cagas. –Dijo Enzo.

-Ya ves. –Dije.

Al acabarnos los helados nos fuimos hacia el hotel ya que María tenía que estar en casa, no muy tarde.

Cenamos en el restaurante del hotel a las nueve, y por la noche se quedaron todos en la cafetería, entre tanto que Enzo y yo fuimos a dar una vuelta por la calle.

-Hoy estabas rara... -Me dijo Enzo.

-¿Por qué lo dices? –Le pregunté. –Si he estado muy feliz por conocer a Ana, finalmente.

-No lo sé, te conozco desde hace mucho, y habían momentos en que tenías la mirada perdida... Como si te pasara algo. –Intentó explicarme.

-Pues no lo sé, pero vaya, no me pasa nada... -Respondí finalmente después de una breve pausa.

-Sabes que si necesitas hablar, aquí me tienes para todo, ¿Sí?

-Lo mismo te digo. –Le dije sentándome en un banco que había.

Estuvimos un buen rato charlando, y luego nos fuimos hacia el hotel de vuelta, a dormir. Abrí la puerta cuidadosamente y entramos sin hacer mucho ruido, ya que Carmen ya estaba dormida, me puse el pijama y me acosté, para al fin, poner fin a aquél día tan... extraño.

[...]

El día siguiente a las 9 de la mañana ya estábamos todos en la piscina, yo cogí mi libro, por supuesto, para seguir leyéndolo. Me tumbé en la tumbona, al sol y abrí el libro por donde lo había dejado.

Al abrirlo, sin querer abrí en una de las otras páginas, en la página del pequeño fragmento que Aaron "recitó" durante el vuelo ; "No puedo gritar hasta que me duela la garganta, ni dar puñetazos hasta que me sangre la mano, ni arrancarme el pelo a mechones, hasta que el dolor de mi cuero cabelludo, me haga olvidar el de mi corazón"

Lo leía, y lo releía. No podía sacarme ese momento de la mente.

¿Por qué no me podía sacar a un desconocido de la cabeza? Porque eso es lo que era. Un auténtico desconocido, del que apenas me sabía el nombre. Mi cabeza estaba echa un lío, yo, estaba echa un chaos.

¿Quizás lo volvería a ver? ¿Y si lo tengo más cerca de lo que creo? O... ¿Y si es algún delincuente que huye de la justicia? 

¿Y SI DEJAS DE MONTARTE PELICULAS EN LA CABEZA, NOA? Mi subconsciente habló. Basta ya.

Decidí dejar el libro en la tumbona, y darme un chapuzón, al fin y al cabo, la piscina no está solo para admirarla, o hacerle fotos de postureo, aunque a algunos les cueste de creer.

[...]

Mientras comíamos, me sonó el móvil, ya que había recibido un Whats App de Ana.

-"Tía, ¿Esta tarde tu y Enzo queréis quedar para ir a la playa?" –Decía.

Me giré hacía Enzo y se lo pregunté, aceptó al momento.

-"Si, a las cuatro quedamos delante de la heladería de ayer." –Le respondí.

-"Perfecto, y así os presento a mi hermano y a una de mis amigas."

-"Okay, hasta entonces" –Le dije para finalizar la conversación.

¿HERMANO? ¿TIENE UN HERMANO? ¿Y SI ESE HERMANO ES...? NO, NO PODÍA SERLO. SERÍA DEMASIADA CASUALIDAD. NO, NO CREO. PERO QUIZÁS, CABE LA POSIBILIDAD QUE LO SEA, O QUIZÁS NO. ¡ARG! NO LO SÉ.

A las cuatro de la tarde ya estábamos allí Enzo y yo,hablando, cuando vimos a Ana venir con ....

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Como dije en el anterior capitulo muchísimas gracias por leerme, espero que os guste, y si es así votad por el capitulo. Si queréis recibir una notificación siempre que suba capitulo, sólo tenéis que seguirme y poco más.

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MUCHISIMAS GRACIAS.