Capitulo 28

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El piso de madera de la cabaña de Leo era bastante cómodo. Si un piso puede ser cómodo claro. Mi mente no podía descansar hasta no encontrar una buena excusa para darle mañana a la mañana a Alex. No puedo creer que Leo me alla besado. Que estúpido que es ese chico.

El sol comenzó a entrar por la ventana y no sabía dónde me encontraba ni que hacía en el piso. Y luego me acordé: Ruido, ventana, beso, ventana que no abría, puerta, habitación.... OH DIOS LO BESÉ. Me levanté de golpe y me golpee con la cama en la cabeza.

-Ay. Eso dolió.

Me levanté rápidamente y abrí la puerta. Corrí hacia la cafeteria y pedí mi desayuno. Por suerte, ni Alex ni los chicos estaban allí.

Pero la que estaba ahí era Silvia. Ugh. Ya con verla mi odio aumentaba.

-Que tal dormiste?

-Y a vos que te importa? Solo servime el desayuno que para eso te pago y por eso cobras un sueldo cada mes.

-Uy salió tu nena de papa millonario interior.

-Te metes con mi familia y te metes conmigo, y, créeme chiquita que no te conviene.

-Okay, okay aca tenes tu amado desayuno envenenado.

-Ufff si muero espero que sepan que fue tu culpa.

Me senté sola mientras que comía y leía la revista ELLE una de esas resvistas de moda que tanto amo.

Prendí mi celular y puse musica. Abrí la carpeta de 1989 el nuevo CD de Taylor Swift, una de mis artistas preferidas.

Mientras que escuchaba "All You Had To Do Was Stay" Alex y los chicos llegaron.

-Pero dónde te habías metido!? Te buscamos por todas partes, me tenías preocupado! - Me dice Alex mientras que se sienta.

-Ah, emmm... Nada, me desperté más temprano que siempre porque quería salir a correr por el campeonato de Atletismo que tenemos después de las vacaciones en el cole.

-Ahh... Estaba super preocupado nena. No me hagas algo asi jamas por favor.

-Te lo prometo. -Dije mientras lo abrazaba y no podía dejar de sentir culpa entre sus brazos.

-Y hoy que hacemos? - Preguntó Sopa.

-No lo sé chicos, podríamos ir al lugar de Tirolesa o no?

-Esta buenisima la idea! - Opiné yo emocionada.

-Nose chicos... - Replicó Alex

-El maricón le tiene miedo a las alturaaaaas - Empezaron a cantar ellos

-Ya basta. Vamos.

-Vieron chicos? Sólo una palabra y ya lo convecemos al maricón. - Agregué yo riendome.

-Terminala mi amor.

-Okaaay okaaay...

Cuando por fin llegamos admiré el lugar era realmente un bosque gigante, tenía que

levantar muchisimo la cabeza para mirar la punta de los arboles.

-Lindo no?

-Hermoso.

Alex me ayudó a sentarme bien en la tirolesa y luego el se sentó detras mío.

-Preparados? -Nos preguntó el instructor.

-Sip.

Alex se sujetó muy fuerte de mi cintura y cerró los ojos con fuerza. Pobresito.

La tirolesa comenzó a bajar mientras que pasábamos arriba de un montón de arboles y se veía toda la cuidad ra hermoso, pero Alex no abría los ojos. Estabamos muy alto y le dije a Alex:

-Abre los ojos.

-No.

-Si.

-No.

-Abrelos ahora. YA.

-Okay.

Abrió los ojos y empezó a gritar con todas sus fuerzas.

-No nos va a pasar nada exagerado. Yo no tengo miedo mira.

Me solté de la tirolesa y abrí mis brazos cómo un pájaro. Sentía que volaba.

-ESTAS LOCAAA!

Yo sólo sentía el viento pegar contra mi mano y alborotando mi pelo. Era magnífico.

Cuando llegamos,quedamos colgados en la tirolesa y llamabamos al instructor y no venía (Yo lo llamaba y Alex gritaba desquisiadamente) Así que como estamos colgados y estamos más de 10 metros del piso, jugamos al tutti fruti hablado.

-Deci letra.

-B

-Nombres:

-Baltazar.

-Barbie.

-Mundi:

-Barcelona

-duBai

-ESO NO CUENTA TRAMPOSO!

-Shhh

-Colores:

-No haaay

-Cosas

-Un Bate de Beisboll - Dije yo.

-Un... Beso. - Dijo Alex con una sonrisa traviesa.

-Pero eso no es una cos... - Pero antes de terminar de hablar me dió un tierno beso mientras la tirolesa no paraba de girar lentamente. Él me acariciaba la cara y me acomodaba los mechones rebeldes.

Cuando por fin, llegó alguien pero en el momento inoportuno claro.

La persona carraspeó e interrumpimos nuestro beso.

-Que haces aca Leonardo? - Dijo secamente y molesto Alex.

-Esta propiedad es de mi padre querido Alexander.

-Okay, ya nos ibamos. - Leo nos ayudó a bajar y le dijo a los chicos que nosotros nos ibamos ya, además ya estaba oscureciendo y preferia estar dentro de la cabaña aunque yo sabía que no era por eso sino por Leo.

Tomamos el auto bus hasta llegar a las cabañas.

En todo el trayecto Alex se quedó callado y eso es muy raro en él.

Antes de entrar a la cabaña Alex me dijo que esperara que tenía una sorpresa.

Unos 15 minutos después me fue a buscar a la cafeteria y me tapó los ojos para entrar en la cabaña.

Y cuando abrí los ojos descubrí la habitación cubierta de velas y de luces de colores.

For LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora