Capítulo 20

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Tierra y Mercurio avanzaban a toda prisa entre los rincones oscuros del sistema solar, buscando refugio. Su plan era claro: alejarse de todo, mantenerse a salvo. Sin embargo, un desgarrador grito rompió el silencio.

Ambos intercambiaron miradas preocupadas. Sin decir nada, corrieron hacia el origen del sonido, sus órbitas temblando de incertidumbre. Ahí lo vieron: Plutón, inerte, flotando sin vida. Su diminuto cuerpo mostraba signos de un brutal enfrentamiento. Frente a él estaba Theia, con una mirada fría y un aura imponente que estremecía hasta al más distante de los planetas.

Tierra sintió una punzada en el núcleo. Apenas conocía a Plutón, pero había algo especial en él, algo que lo conectaba con un rincón olvidado del cosmos. Lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras un nudo de impotencia lo consumía.

Mercurio, con una mano sobre su propio estómago aún dolido por la anterior apuñalada, que recibió en el cinturón de asteroides, tiró del brazo de Tierra con todas sus fuerzas. "¡Debemos irnos! No podemos contra ella." Pero Tierra resistía, aferrándose al vacío, mirando a Plutón con desesperación. Quería ayudar, hacer algo, pero sabía que era imposible.

Finalmente, con el corazón roto, Tierra se dejó llevar. Sus lágrimas brillaron como estrellas fugaces mientras se alejaban, dejando atrás a Plutón y a Theia en un escenario sombrío. "Lo siento...", murmuró Tierra en un susurro, apenas audible en el vasto vacío del espacio.

Urano estaba sentado en la quietud de su escondite, disfrutando de un raro momento de calma

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Urano estaba sentado en la quietud de su escondite, disfrutando de un raro momento de calma. A su lado, Neptuno dormía profundamente, su respiración tranquila como las corrientes de un océano olvidado. Pero la paz no duró mucho.

Un sonido en la distancia lo alertó. Se levantó de inmediato, mirando a su alrededor con cautela. Al principio, solo escuchaba pasos apresurados, como si algo o alguien estuviera huyendo. Entonces los vio: Mercurio y Tierra, corriendo hacia él con una desesperación que era casi palpable.

- ¿Qué está pasando? — preguntó Urano, su voz firme pero cargada de preocupación.

Mercurio se detuvo a duras penas, apoyándose en su costado aún adolorido.
- Te lo explicaré... en un momento... — dijo entre jadeos, claramente agotado.

Tierra, por su parte, evitó el contacto visual. Se giró hacia otro lado, apretando los labios para contener las lágrimas que amenazaban con salir de nuevo. La imagen de Plutón seguía grabada en su memoria, como una herida fresca que no dejaba de doler.

Urano los observó con detenimiento, su mirada pasando de uno al otro. Aunque tenía mil preguntas, asintió, respetando el estado en el que estaban.
- Está bien. Esperaré — dijo simplemente, dándoles un momento para recuperar el aliento mientras su mente comenzaba a prepararse para lo que fuese que estaba ocurriendo.

 Esperaré — dijo simplemente, dándoles un momento para recuperar el aliento mientras su mente comenzaba a prepararse para lo que fuese que estaba ocurriendo

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Pretty Planet - SolarballsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora