Capitulo 25

399 35 34
                                        

Tierra, todavía dándole vueltas al asunto, sintió cómo el Sol parecía enfocar más su atención en él. Fue entonces cuando escuchó una voz grave y cálida resonar desde la inmensidad.

—¿Por qué tanta reflexión, mi pequeño Tierra? —preguntó el Sol con un tono meloso— ¿Es por esos tres revoltosos?

Tierra giró levemente, fingiendo que no le sorprendía la pregunta.
—¿Quién dice que estoy reflexionando? Solo disfrutaba de un momento de paz, nada más.

El Sol dejó escapar un suave sonido, como un eco de risa.
—Conozco ese brillo en tu atmósfera. Algo te inquieta, y diría que tiene que ver con Venus, Marte y Mercurio. ¿Acaso lograron sacarte de balance?

Tierra suspiró, sin poder ocultar su inquietud.
—No es que me hayan sacado de balance, Sol. Es solo que... no estoy seguro de qué querían lograr con su juego. Todo empezó como algo divertido, pero siento que había algo más detrás.

El Sol se quedó en silencio un momento, su luz envolviendo a Tierra con calidez. Finalmente, respondió:
—A veces, la luz más brillante puede ocultar las sombras más profundas. Cada uno de esos planetas tiene su propia manera de expresar lo que siente. Quizá lo que buscaban no era confundirte, sino conectar contigo.

—¿Conectar? —repitió Tierra, frunciendo el ceño—. Pero siempre conectamos. Estamos en el mismo sistema solar, ¿no?

El Sol rió de nuevo, esta vez con más fuerza.
—Ah, querido Tierra, a veces eres tan literal. Conectar va más allá de compartir órbitas o estar cerca. A veces significa mostrarse vulnerables, incluso cuando no se tiene claro cómo hacerlo.

Tierra se quedó callado, procesando las palabras del Sol. Quizás había algo de verdad en ello. Quizás, detrás de las bromas y los retos, Venus, Marte y Mercurio buscaban algo más que un simple juego.

—Supongamos que tienes razón, Sol. ¿Qué debería hacer?

El Sol brilló un poco más, como si sonriera.
—Escucha, observa y sé sincero. Tú tienes algo que ellos valoran, aunque no siempre lo admitan. Tal vez, la próxima vez, seas tú quien tome la iniciativa para que esa conexión sea real.

Tierra asintió lentamente, aún no del todo convencido, pero decidido a considerar las palabras de su amigo. Al final, si algo había aprendido, era que incluso las estrellas más sabias siempre tenían algo nuevo que enseñarle.

Tierra, con su chispa habitual, no podía dejar pasar la oportunidad de bromear incluso con el mismísimo Sol. Giró ligeramente hacia él y, con su tono más teatral, dijo:

—Oye, Sol, ¿te he dicho alguna vez que eres realmente hermoso? Tanto que, sinceramente, siento que me quemas.

Y antes de que el Sol pudiera responder, Tierra soltó una risa traviesa y comenzó a girar con más entusiasmo en su eje, alejándose lentamente mientras seguía riendo.

El Sol, que no se esperaba un comentario así, se quedó un momento en silencio, parpadeando como si intentara procesarlo. Finalmente, una pequeña risa cálida escapó de su interior, iluminando aún más el espacio a su alrededor.

—Ah, ese Tierra... nunca cambia —murmuró el Sol, observándolo mientras se alejaba.

Por su parte, Tierra decidió disfrutar de su órbita con tranquilidad, aunque sabía que la paz nunca duraba demasiado en el sistema solar. Mientras se relajaba, sus pensamientos volaron hacia los otros planetas y, por un breve instante, se preguntó qué estarían tramando ahora. Pero pronto dejó la preocupación a un lado, dispuesto a aprovechar ese pequeño momento de calma que, para él, siempre era un

 Pero pronto dejó la preocupación a un lado, dispuesto a aprovechar ese pequeño momento de calma que, para él, siempre era un

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pretty Planet - SolarballsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora