capitulo 12: el bar

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Vesperio y yo nos sentamos en una banca del parque, bajo el sol del atardecer que habría sido nuestra perdición sin los talismanes que llevábamos. Su magia nos protegía de las llamas y nos permitía disfrutar de momentos como este, aunque siempre con un toque de ironía. En silencio, ambos fumábamos. El humo se elevaba en espirales perezosas, mezclándose con la brisa cálida. Para un observador casual, podríamos haber parecido dos amigos disfrutando de una tarde cualquiera, pero nada en nuestras vidas era realmente común.

Mientras yo exhalaba una bocanada de humo, Vesperio me miró con esa mezcla de curiosidad y diversión que le era tan propia. " ¿Sabes, Selene? Verte fumar es más raro que imaginar que mi corazón vuelva a latir alguna vez. Tú eras la misma que decía que no tenía lógica fumar porque la nicotina no nos afecta, ¿o no? " Su tono era ligero, pero había un dejo de sinceridad en sus palabras. No pasaba desapercibido para él lo que este pequeño cambio significaba.

Lo miré por un instante, la punta de mi cigarro brillando antes de apagarla. " Sí, lo decía ", respondió, dejando escapar una risa breve y algo amarga. " Todo esto... la entrevista, mi salida del clóset, el juicio de combate la semana pasada... Ha habido tanto caos que la acción de fumar dejó de parecerme inútil. Ahora... es extrañamente relajante. "

Vesperio asintiendo con una leve sonrisa, comprendiendo más de lo que mostraba. Se quedó en silencio unos momentos, dejando que el viento arrastrara el humo y que los sonidos del parque llenaran el espacio. Pero no tardó mucho en volver a su estilo característico.

" Entonces, dime, querida hermana, ¿cuándo piensas volver por esa chica? La tal Alex, ¿no? " preguntó, sus ojos fijos en mí, como si pudiera leer más allá de mis palabras.

Tragué saliva, sintiendo una punzada familiar, una mezcla de anhelo y dolor que me había acompañado desde nuestro último encuentro. " No lo sé, Vesperio. Pensar en ella... es como una punzada en este corazón marchito que tengo. Un eco de algo que no debería estar allí, porque mi no-vida no debería tener espacio para eso. "

Vesperio soltó una carcajada suave, pero había comprensión en su mirada. " Eso, querida Selene, se llama amor. " Se inclinó hacia adelante, apagando su cigarro en el suelo. " Y creo que deberías volver a ese bar de féminas para descubrir quién eres realmente. No puedes pasar la eternidad en tu no-vida pensando que nunca la volverás a ver. "

Sus palabras calarón hondo. Vesperio, a su manera, siempre me empujaba hacia donde sabía que debía ir, incluso cuando yo misma me resistía. ¿Amor? Tal vez era eso, o algo parecido. Lo que estaba claro era que no podía ignorar lo que sentía, ni a ella, ni a mí misma.

El viento sopló de nuevo, llevándose el humo, pero no el peso de sus palabras. Vesperio tenía razón, y en el fondo, yo ya lo sabía.

Vesperio exhaló una última bocanada de humo, observando cómo el aire se llevaba las cenizas de sus palabras. " ¿Sabes, Selene? Tú y yo no somos tan diferentes, y nunca lo fuimos. Solo que nuestras visiones del mundo a veces dan la impresión de que lo somos. Perdí mucho cuando me convertí en esto... en un no-muerto, un vampiro que ahora viste de lujos y aparentemente ser alguien refinado. Pero por dentro, eso no soy yo. Todo es una máscara, un papel que juego para sobrevivir, igual que tú. Y tú, con tu mente lógica y fría, te das mil vueltas intentando encontrar respuestas en medio de este caos. Al final, yo solo busco lo que perdí en mi no-vida: el amor que una vez tuve y que ahora parece un eco lejano. Es aterrador, ¿sabes? Estar muerto y, al mismo tiempo, seguir sintiendo. "

Sus palabras, cargadas de una sinceridad que pocas veces mostraron, me golpearon con fuerza. Había algo dolorosamente humano en él en ese momento, una vulnerabilidad que pocas veces dejaba salir a la luz. Lo observé por un largo momento, permitiéndome sentir la verdad que había en sus palabras.

VitalLata y SparkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora