capitulo 2: presidente del pais.

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"Son las tres de la mañana, ¿qué puede ser tan importante que arruine mi sueño reparador?" Lady Selene pensó, mientras se incorporaba con lentitud. Había pasado toda la noche ocupándose de asuntos de la empresa y finalmente había logrado sumergirse en un descanso profundo, uno que tanto necesitaba y rara vez se permitía. Pero, como siempre, el mundo exterior parecía tener otros planos para ella.

Llevaba días queriendo dormir, escapa por unas horas de la presión constante de mantener VitalLata & Spark a flote y en control. Y justo cuando lo había logrado, un sonido insistente en la puerta de su oficina la sacó de su anhelado descanso. Golpes firmes, aunque respetuosos, que no dejaran lugar a dudas: alguien requeriría su atención inmediata.

Con un suspiro resignado, Selene se levantó, ajustando su vestido con un aire de elegancia que nunca perdía, sin importar la hora. Camino hacia la puerta, sus pasos suaves pero decididos. "Supongo que debo aceptar que el descanso nunca es un lujo que pueda disfrutar por mucho tiempo", murmuró, antes de abrir la puerta y enfrentarse al mensajero que se atrevía a interrumpirla. 

La puerta se abrió para revelar a su secretaria esqueleto , quien la observaba con su habitual rostro vacío pero servicial.

"Señora", dijo la secretaria con voz firme, aunque algo apagada, "el señor Barón Reinhardt la necesita en la sala de reuniones urgentemente. Ha dicho que no puede faltar".

Lady Selene frunció el ceño, sintiendo cómo la frustración le invadía. "¿Qué demonios puede querer a esta hora?", pensó, mientras la noticia de la reunión imprevista la sacaba por completo de su anhelado descanso. Sabía que, para el Barón, todo tenía su momento y lugar, y una reunión en plena madrugada no era algo que ocurriera a menudo.

"No debería estar yo ocupándome de otros asuntos", murmuró para sí misma. "¿Por qué ahora? Y más aún, ¿por qué a mí? La junta directiva rara vez se reúne a estas horas, especialmente cuando el resto está fuera del edificio, haciendo su vida, cumpliendo sus propios intereses." A diferencia de algunos de sus colegas, Selene no tenía el lujo de desentenderse de la empresa; mantener su estatus y su influencia en VitalLata & Spark era esencial para ella.

Pero no podía ignorar una orden del Barón. Con un suspiro resignado, Selene se alisó el vestido y, con su habitual porte elegante y decidido, avanzando hacia la secretaria esqueleto. "Gracias. Ve adelantándote y haz saber que estará allí en unos minutos."

Mientras la secretaria desaparecía, Selene se preparó mentalmente. Aquella reunión, sin previo aviso y convocada en la oscuridad de la madrugada, le daba un mal presentimiento. Sin embargo, como siempre, estaba lista para enfrentar cualquier desafío, incluso si significaba abandonar su merecido descanso una vez más.

Al salir de mi oficina, me encontré con una escena que me sacó una sonrisa inesperada. Viktor Morn salía de su despacho con un pijama a rayas, de un diseño que parecía más adecuado para un viejo filme cómico que para un vampiro milenario. Lo que realmente completaba la imagen era la criatura de peluche que llevaba bajo el brazo, una extraña mezcla de animal que parecía haber sido sacado de alguna feria de siglos pasados. La combinación era tan inesperada y cómica que no pude evitar detenerme.

"Esto tengo que capturarlo," pensé, sacando mi teléfono con rapidez. La ventaja de la tecnología moderna es que, a diferencia de los antiguos mitos, los vampiros podíamos aparecer en las fotografías. Y esta imagen merecía ser recordada. Viktor, con su expresión de desvelo y un toque de dignidad herida, no parecía notar o no le importaba mi pequeña travesura.

Con un clic, capturé el momento. "La ventaja de estos artefactos modernos," murmuré, sonriendo para mí misma. "Nunca pensé que algo tan simple pudiera alegrar tanto una madrugada como esta."

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