Capítulo 5: La Obsesión de Seojun

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El sonido de las teclas resonaba en el pequeño apartamento de Seojun mientras su pie golpeaba el suelo de manera impaciente

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El sonido de las teclas resonaba en el pequeño apartamento de Seojun mientras su pie golpeaba el suelo de manera impaciente. La pantalla de su ordenador estaba llena de pestañas abiertas, todas relacionadas con concursos de música, estudios de grabación y listas de contactos. Pero ninguna de ellas tenía la respuesta que él realmente necesitaba: ¿Dónde estaba TN?
Seojun se pasó una mano por el cabello despeinado, frustrado. La búsqueda en las redes sociales no había dado resultados. TN había desaparecido de su radar, como si nunca hubiera existido. No contestaba sus mensajes, su número de teléfono estaba desactivado y nadie en Busan parecía saber nada de ella. Era como si hubiera borrado toda su existencia para no ser encontrada. Y eso lo irritaba profundamente.
Durante meses, había intentado avanzar en su carrera musical, pero algo faltaba. Al principio, pensó que lo que necesitaba era más tiempo, más práctica, más contactos. Pero pronto se dio cuenta de que lo que realmente faltaba eran sus palabras. Las palabras de TN.
Recordó las noches en las que ella se sentaba a su lado, escribiendo en su cuaderno mientras él componía. Siempre había algo mágico en la manera en que TN capturaba sus emociones, sus pensamientos más profundos, y los convertía en poesía. Seojun se había aprovechado esas palabras, haciendo suyas algunas de las mejores líneas que TN había escrito. Incluso había usado algunos de sus poemas en canciones que había presentado como propias. TN nunca lo supo. O tal vez lo sabía, pero no se había dado cuenta del todo. Él pensaba que ella no se opondría, que lo hacía por amor, por apoyarlo en su camino hacia la fama.
Pero ahora, esas palabras ya no estaban. Y sin ellas, Seojun sentía que su música carecía de alma, de la autenticidad que TN le había proporcionado. Había intentado escribir sus propias letras, pero ninguna se comparaba a lo que TN era capaz de crear. Su falta de creatividad lo estaba matando, y lo peor de todo es que sabía que la única persona que podía darle lo que necesitaba era TN.
Apagó el ordenador y se puso de pie, nervioso. Las paredes de su apartamento, una vez llenas de posters y bocetos de ideas, ahora se sentían como una prisión. Caminó hasta el pequeño rincón donde guardaba sus viejas cosas, buscando entre papeles arrugados y carpetas. Allí, en una caja vieja, encontró lo que tanto había estado evitando: los pocos poemas de TN que había conservado antes de que ella se fuera. Desdobló uno de ellos con cuidado.
"El mar susurra secretos que no siempre puedo entender, pero sé que mi corazón escucha. Aunque tú no lo hagas."
Las palabras de TN eran sencillas pero poderosas. Cada línea lo hacía recordar lo que había perdido, y no solo a TN, sino a la fuente de inspiración que ella representaba. No había manera de que lograra componer algo que llegara tan profundo sin sus poemas. Y eso lo atormentaba.
Cerró los ojos y se dejó caer en una silla. ¿Cómo había permitido que ella se fuera? Seojun sabía que la había empujado a alejarse, obsesionado con su propio éxito y cegado por el sueño de la fama. Pero en su mente, TN siempre había estado ahí, como una constante. No pensó que se iría sin mirar atrás.
Ahora, no solo había perdido a la mujer que lo había amado, sino también a la persona que hacía que sus canciones tuvieran vida. Y eso no lo dejaba en paz.
Seojun se levantó bruscamente. No podía seguir esperando. Necesitaba encontrarla. Sabía que TN había dejado Busan, pero no sabía a dónde había ido. Las pocas personas con las que habló le habían dado respuestas vagas. No tenía redes sociales activas, y sus antiguos amigos tampoco sabían nada de ella. Era como si hubiera desaparecido del mapa.
Decidido, tomó su chaqueta y salió de su apartamento. No sabía exactamente a dónde ir, pero tenía un par de ideas. Se dirigió a una vieja cafetería donde solían pasar tiempo juntos, esperando encontrar alguna pista. Al llegar, el lugar estaba prácticamente igual, pero el personal había cambiado. Nadie conocía a TN.
A medida que el día avanzaba, su desesperación crecía. Recorrió las calles de Busan, revisando viejos lugares donde solían encontrarse. Pero no encontró nada, ni siquiera una sombra del rastro de TN. Se estaba quedando sin opciones.
Finalmente, decidió volver a su apartamento, más frustrado que nunca. Pero, mientras caminaba hacia su edificio, recordó algo. TN había mencionado en algún momento que tenía una primo que vivía en Seúl. ¿Podría estar allí? La idea de que TN pudiera haber buscado refugio en la capital le dio un nuevo impulso. Seojun no tenía exactamente un plan claro, pero sabía que era su única oportunidad. Si encontraba a su primo, tal vez podría averiguar dónde estaba TN.
Al llegar a su apartamento, encendió de nuevo el ordenador y empezó a buscar información sobre la primo de TN. Sabía que su nombre era Jungkook, pero más allá de eso, no tenía mucho. Sin embargo, su búsqueda pronto le trajo una sorpresa. Encontró una foto de Jungkook... junto a BTS, el famoso grupo de música.
Seojun parpadeó, incrédulo. ¿La primo de TN era familia de uno de los integrantes de BTS? Las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar. TN siempre había mantenido esa parte de su vida en privado. Ahora todo tenía sentido. Si TN estaba en Seúl, probablemente estaba con su primo.
—Así que estás con BTS... —murmuró Seojun, sonriendo con una mezcla de satisfacción y envidia.
Sabía lo que tenía que hacer. Se dirigía a Seúl. No importaba cuánto tiempo le llevara, encontraría a TN. Y cuando la encontrara, recuperaría sus poemas. Tenía que hacerlo. Sin ellos, su carrera no tendría futuro, y no estaba dispuesto a fracasar. No ahora.

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