Capítulo 12: Nuevas Condiciones y Viejos Poemas

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La propuesta de quedarse en el mismo edificio sorprendió a TN más de lo que había esperado. Mientras Jungkook le contaba los detalles, ella se sentía abrumada por la preocupación y el alivio al mismo tiempo. No podía negar que, después de los recientes incidentes, estar cerca de su primo y los chicos le daba una sensación de seguridad que no había sentido en mucho tiempo.
—¿Qué te parece? —preguntó Jungkook, esperando su reacción.
TN tomó un sorbo de su café, mirándolo fijamente. Sabía que lo hacían con las mejores intenciones, pero no quería ser una carga para ellos ni sentirse completamente controlada.
—Está bien —dijo al fin, sorprendiendo incluso a ella misma—. Me quedaré aquí. Pero hay una condición.
—¿Qué condición? —intervino Namjoon desde el otro lado de la mesa, quien había estado escuchando la conversación con atención.
—Quiero vivir con mi mejor amiga —respondió TN con firmeza—. Si me voy a mudar cerca de ustedes, no quiero estar sola. Además, me sentiría mucho mejor si ella estuviera conmigo.
Los chicos se miraron entre sí y asintieron, respetando su decisión.
—Por supuesto —dijo Namjoon, sonriendo suavemente—. Si eso te hace sentir más cómoda, no hay problema. Lo más importante es que estés segura.
TN agradeció en silencio la comprensión de los chicos. Aunque apreciaba la cercanía de su primo y sus amigos, necesitaba un espacio donde pudiera sentirse un poco más independiente, y tener a su mejor amiga a su lado le daba esa seguridad.

Días después, TN y su amiga comenzaron el proceso de mudanza al nuevo departamento. Aunque estaban en el mismo edificio que Jungkook y los demás, su nuevo hogar estaba lo suficientemente apartado para darles algo de privacidad. Los chicos ayudaron a cargar cajas, y todo el ambiente era más relajado. Incluso las bromas habituales de Taehyung y Jimin lograron sacar algunas risas de TN, quien comenzaba a sentirse más tranquila.
Mientras tanto, en el antiguo departamento de TN, Seojun finalmente había logrado localizarla. Tras días de rastreo y llamadas, había obtenido la dirección. Con una confianza desbordante, llegó al edificio convencido de que por fin la encontraría. Sin embargo, al llegar y tocar la puerta, fue recibido por una mujer mayor que vivía en el departamento ahora.
—¿TN? —preguntó con voz apresurada, mirando alrededor como si esperara verla aparecer en cualquier momento.
La mujer lo miró extrañada antes de negar con la cabeza.
—Ella ya no vive aquí —respondió secamente—. Se mudó hace unos días. No sé a dónde, lo siento.
La frustración se apoderó de Seojun. Había estado tan cerca, y ahora se encontraba de nuevo en la nada. Gruñó por lo bajo y se dio la vuelta bruscamente, sin agradecer ni despedirse. Caminó furioso por las calles de Seúl, su mente llena de ira y desesperación. Cada vez que pensaba en TN, sus poemas y su ausencia, la sensación de pérdida lo carcomía por dentro.
Pero tenía que controlarse, al menos por ahora. Tenía una grabación importante ese mismo día. Los productores estaban encantados con las letras que había presentado, y no podía permitirse perder esa oportunidad. Aunque sabía muy bien que muchas de esas letras no eran completamente suyas, sino de TN, no le importaba. Para él, su éxito era lo que importaba.
Se dirigió hacia el estudio con paso decidido, mientras en su mente solo rondaba un pensamiento: encontraría a TN, sin importar cuánto tiempo o esfuerzo le tomara.

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