Entre Versos y Destinos

Capítulo 11: Estrategias y Nuevas Oportunidades

La sala de grabaciones estaba en completo silencio mientras el último acorde de la canción terminaba de resonar en los altavoces. Los chicos de BTS se miraban entre ellos, satisfechos con el resultado del día, pero una preocupación en común aún rondaba sus mentes: TN.
Jungkook se levantó de su asiento y se estiró, pero no pudo evitar dirigir una mirada seria a Namjoon, quien estaba revisando la letra que habían trabajado. Todos sabían lo que seguía; no podían posponer más la conversación.
—¿Cómo está TN? —preguntó Yoongi mientras apagaba algunos equipos.
—Está un poco mejor —respondió Jungkook—, pero sigue muy asustada. No ha salido mucho del cuarto desde que la traje a casa.
—No es justo que esté pasando por esto —agregó Jimin, preocupado—. Tenemos que hacer algo para que se sienta segura.
Namjoon cerró su cuaderno y se inclinó hacia adelante, cruzando los brazos sobre la mesa. Todos lo miraron, sabiendo que él ya tenía una idea en mente.
—Creo que lo mejor sería que TN no se mude muy lejos de nosotros —dijo con tono serio—. Si se queda en este edificio, aunque en otra parte, será más fácil para nosotros mantenerla protegida y, si algo sucede, estaremos cerca para ayudarla.
—¿En el mismo edificio? —preguntó Taehyung, pensativo—. Eso podría funcionar. Si está aquí, nos turnamos para vigilar y asegurarnos de que nada raro suceda.
Jungkook asintió, aliviado de que sus compañeros estuvieran de acuerdo. La idea de que TN estuviera lejos de ellos lo ponía nervioso. Sabía lo que su ex era capaz de hacer, y la última vez que lo vio, ella había tenido un ataque de pánico. No podía permitir que volviera a suceder.
—Pero no podemos depender solo de estar cerca de ella —intervino Jin—. Necesitamos tomar más precauciones. Quizá deberíamos contratar guardaespaldas para ella, al menos por un tiempo. Hasta que sepamos que está completamente a salvo.
—Estoy de acuerdo —añadió Hoseok—. No podemos dejar que ella enfrente esto sola. Si Seojun está decidido a buscarla, necesitamos estar un paso por delante.
Namjoon tomó una respiración profunda antes de hablar de nuevo.
—Entonces, es un plan. Le propondré que se quede en otro apartamento del edificio, y contrataré a algunos guardaespaldas para que la acompañen cada vez que salga. Así podremos protegerla de cualquier movimiento inesperado de Seojun.
Los chicos asintieron, confiando en el liderazgo de Namjoon. La decisión estaba tomada, y aunque TN podría tener reservas al principio, todos sabían que era lo mejor para ella. Nadie quería verla sufriendo ni temer por su seguridad.

Mientras tanto, en otra parte de Seúl, Seojun caminaba por el pasillo de una productora musical. Sus pasos eran seguros, y la sonrisa en su rostro reflejaba la emoción que sentía. Después de semanas buscando una oportunidad, finalmente había logrado entrar a una entrevista.
Entró a la oficina de un productor, donde le dieron una cálida bienvenida. Seojun se sentó y entregó una carpeta con sus antiguas canciones, las que había escrito en su tiempo con TN. Aunque muchas de esas letras no le pertenecían realmente, no le importaba. Para él, era solo un medio para lograr su objetivo.
—Estas letras tienen mucho potencial —dijo el productor mientras hojeaba las páginas—. Me gustan. Vamos a trabajar contigo.
El corazón de Seojun dio un vuelco. No podía creer lo que estaba escuchando. Esta era la oportunidad que había estado esperando. Sabía que con esto podría cambiar su vida. Al menos, por un tiempo, su mente dejó de centrarse en TN. Tenía algo nuevo en qué enfocarse: su carrera.
—Gracias, de verdad —dijo Seojun, inclinándose ligeramente en señal de gratitud.
El productor sonrió, satisfecho con su decisión. Poco sabía él del pasado de Seojun ni de los problemas que arrastraba consigo. Para ellos, solo era un joven talentoso con letras apasionadas y profundas. Nada más.
—Vamos a comenzar la producción pronto —continuó el productor—. Te mantendremos ocupado.
Seojun asintió, sintiendo que su vida tomaba un nuevo rumbo. Por ahora, su búsqueda de TN quedaba en segundo plano. Las luces del éxito y la música lo envolvieron, cegándolo momentáneamente de su obsesión. Pero, ¿cuánto tiempo duraría esa distracción?