Vlad Masters salió de la mansión con las manos tras de su espalda y se quedó de pie en la terraza, de cara al jardín, cuya vista era inmejorable en aquel atardecer soleado y lánguido. Hacía un día espléndido, pero mejoró aún más cuando, pasados varios minutos, Danny Fenton se presentó en la portalada. Lucía agitado y llevaba su mochila consigo.
Vlad puso su mejor cara de sorpresa al recibirlo.
—Deja que te ayude— se ofreció a cargar su mochila, pero Daniel se rehusó en seguida, corroborando que llevaba consigo el termo.
Aun seguía siendo suspicaz. A Vlad le irritó un poco darse cuenta de ello.
¿Qué más tenía que hacer para ganarse su entera confianza?
Una vez dentro de la mansión, ofreció a Daniel bocadillos y soda. Danny aceptó el refresco y rechazó todo lo demás. Su expresión lucía atribulada, como si no supiera la razón de haber acudido allí en primer lugar.
—¿Qué tal la escuela?— tanteó Vlad con voz átona, tomando asiento frente a él. Aún con todo sus esfuerzos parecían dar resultado. Lento pero seguro.
—Bien...creo— respondió Danny, removiendo el contenido de su vaso.
—No pareces muy animado.
—No pasé el examen de admisión a la preparatoria— admitió Dan cabizbajo—. Se que me esforcé, pero no bastó.
Vlad asintió despacio, comprensivo, aunque en sus ojos azul acero imperaba una discordante frialdad pétrea.
—¿Tus padres lo saben?
—No— Daniel dejó escapar un bufido consternado—. No me ha ido muy bien en la escuela últimamente.
—Quiza yo pueda ayudarte— comentó Vlad, tocandose el mentón—. Podría solicitar una pequeña intervención para que puedas repetir el examen. Incluso podría prepararte unas sesiones de estudios para que esta vez vayas preparado.
—¿Una segunda oportunidad?— meditó Dan, manifestando ansiedad. La futilidad neutralizante entre recibir ayuda de su ex enemigo y la idea de fallar de nuevo en el examen lo agobió hondamente.
Tampoco quería hacer trampa. Y era justamente lo que Vlad estaba proponiendo.
—Vamos, Danny— lo alentó Vlad con media sonrisa autosuficiente—. No tienes porque retrasar tus estudios, ni meterte en problemas con tus padres. Que por cierto, ya tienes bastantes por lo que oí decir a Jack en mi última visita.
—Debo pensarlo— Dan se bebió la soda de una vez. Vlad se le quedó mirando unos segundos. Danny pestañeó incómodo ante la inesperada cercanía e invasión a su espacio personal, pues Vlad se había inclinado repentinamente para inspeccionarle de cerca.
Danny tensó el rostro y apretó los párpados al sentir la súbita caricia del pulgar de Vlad en la comisura de su labio.
—Tenías un poco de soda— aclaró Vlad, complacido por la reacción del chico.
—Si, claro.
Daniel se enderezó en el respaldo y se rascó la nuca. Entre más tiempo pasaba en presencia de Vlad Masters, más extraño se sentía consigo mismo.
Aunque Vlad se había ofrecido a darle un recorrido por su majestuosa mansión, Danny prefirió pasar directamente al entrenamiento. Después de todo ya había echado un vistazo al interior de la casona el día que irrumpió para investigar.
La habitación que comunicaba a la sala de estar contenía dos enormes libreros. Vlad se había detenido unos minutos para permitirle familiarizarse con lo que podría ser su futuro plan de estudio, solo si Danny así lo quería.
Danny encontró el material someramente aburrido, pero en una de las mesas vio el álbum de la etapa universitaria de Vlad y no pudo resistirse a hojearlo en tanto Vlad se paseaba por los libreros y pregonaba acerca de los volúmenes de mayor importancia.
Entre las páginas Danny encontró varias fotografías recortadas. Específicamente aquellas donde aparecía su, entonces, joven madre, junto al sonriente, apuesto y despreocupado Vlad Masters. Era lógico suponer quien había sido retirado de esas fotografías.
Danny se sobresaltó cuando Vlad estampó su mano sobre el álbum.
-Esto no te ayudará a mejorar tus notas, ni a pasar ningún examen- acotó con seriedad.
-Lo sé- suspiró Danny, aceptando un grueso volumen de matemáticas-. Solo quería saber cómo eran mis padres en ese tiempo. Simplemente me olvidé de lo mucho que odias a mi padre.
-Odiaba- corrigió Vlad moviendo el índice de un lado al otro-. No me molesta que veas las fotografías, pero como te habrás dado cuenta, sucumbí al enojo y ya no es posible recuperar las piezas perdidas.
Danny caminó raudo tras de Vlad con el libro en brazos. Luego arqueó una ceja y decidió seguir curioseando al percibir la incomodidad de su anfitrión.
-¿Por qué tanto odio hacia mi padre?...ya se que amabas a mi mamá, y que mi papá causó el accidente con el ectoacné que prácticamente arruinó tu vida social, pero de no haber sucedido, tal vez no tendrías toda tu fortuna y popularidad.
Danny se silenció tan pronto Vlad se detuvo frente a una enorme puerta de roble para oprimir el botón de junto. La pesada puerta se deslizó con una facilidad pasmosa y Danny tuvo que cerrar los ojos al ingresar a una habitación iluminada en exceso.
Vlad inspiró una gran bocanada de aire. Su expresión antaño rígida se tornó ligeramente agradable al volverse al chico.
-Espero que no te moleste si dejamos esa conversación para otro día, Danny. Ahora mismo quiero ver cuán desarrolladas están tus habilidades fantasmales para ver en qué puedo ayudarte.
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Experimento fantasma.
FanfictionVlad se hace amigo de Danny y pretende ayudarle a mejorar sus habilidades. VladxDanny.