Capítulo 20

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"¿En aprietos?"

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El avión aterrizó suavemente en Austin, Texas, iluminado por un cielo oscuro y estrellado que parecía darle la bienvenida a la vibrante ciudad. Las luces brillaban en la distancia, y el sonido de la actividad del aeropuerto llenaba el ambiente. Antes de despedirse, Seb le palmeó el hombro con una sonrisa afectuosa.

—Espero verte el domingo en la carrera, Checo. Buena suerte con tu león —le dijo de forma cómplice y divertida.

—Gracias, Seb. Nos veremos hasta entonces —respondió, con una sonrisa que denotaba emoción y nervios.

El aeropuerto estaba relativamente tranquilo, pero la llegada del vuelo no pasó desapercibida para algunos fanáticos y personal que lo reconocieron. A lo lejos, se distinguía a Alice, la asistente de Max, que esperaba con una sonrisa profesional. Se acercó rápidamente a ellos, sus tacones resonando con cada paso. Ella era una mujer de apariencia impecable, con el cabello recogido en un moño pulcro y una tablet en la mano.

—Checo, bienvenido a Austin. Soy Alice, la asistente de Max. Estoy aquí para asegurarme de que tu estadía sea lo más cómoda posible —dijo, extendiendo la mano con una calidez inesperada

Alice los guió hacia la salida del aeropuerto, haciendo lo posible para que los medios no los siguieran, hasta llegar a la elegante camioneta negra que esperaba con el motor en marcha. El aire fresco de la noche lo envolvió al salir, y el bullicio de la ciudad se colaba en el ambiente, vibrante y prometedor.

El trayecto al hotel fue silencioso pero cómodo, con la ciudad iluminada pasando como un caleidoscopio a través de las ventanas.

—Estaré disponible para cualquier cosa que necesites durante tu estancia —le dijo con una amabilidad profesional mientras le entregaba una tarjeta con su número de contacto.

—Muchas gracias, Alice.—dijo el mexicano, arqueando una ceja con un destello de curiosidad.

Una vez en su habitación, soltó un suspiro de alivio y se deshizo de la chaqueta que llevaba. Decidió darse una ducha para relajarse del viaje, y la sensación del agua caliente sobre su piel le ayudó a despejar la mente. Al salir, con una bata ajustada a la cintura y gotas de agua aún recorriendo su espalda, escuchó un suave toque en la puerta.

Se acercó y, al abrirla, se encontró con un enorme arreglo floral de rosas blancas y azules. Junto a las flores, había una caja roja de chocolates y un pequeño pastel de vainilla cuidadosamente decorado. Checo frunció el ceño, sorprendido y algo emocionado. Sabía perfectamente que era su pastel favorito, y se preguntó cómo Max había descubierto ese detalle.

Llevó todo al interior de la habitación y se sentó en el borde de la cama, observando el cuidadoso trabajo de la decoración. Tomó la pequeña nota que acompañaba al arreglo floral y la abrió.

| "Ansío verte mañana. Espero que disfrutes de esto tanto como disfruto de la idea de que estés aquí, mijn mooie tulp. —Max." |

El mexicano no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro. Un leve rubor se apoderó de sus mejillas. Había algo íntimo y especial en el gesto que no había anticipado, y no pudo evitar sonreír ante la idea de que Max hubiera pensado en algo tan personal como su pastel favorito.

Después de comer el delicioso pastel, lavo sus dientes y se dispuso a dormir, pero antes  se sentó en la cama, agarró su teléfono y empezó a escribir en el chat grupal.

Lando: ¡Ardillita, asegúrate de sacar muchas fotos de Pato! No puedo creer que no voy a estar allí por esta campaña de Dior. Ojalá me casé pronto para renunciar y que mi hombre me mantenga toda la vida como toda una señora de las lomas. 🤧

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