Silco salió del baño vistiendo la ropa que Jinx le había elegido. Aunque se veía extraño sin su habitual traje oscuro y formal, había algo encantador en lo sencillo de su apariencia: la camisa blanca ajustada ligeramente en el pecho, el chaleco que acentuaba su figura y los pantalones cómodos que, aunque fuera de su estilo, le daban un aire más relajado. Sus pasos firmes resonaron en la oficina mientras ajustaba las mangas de la camisa.
Jinx, que estaba sentada en el escritorio balanceando sus piernas, lo miró con ojos brillantes. Su sonrisa se ensanchó mientras lo inspeccionaba de pies a cabeza.
Jinx: "¡Wow, papi! Te ves... increíble. Como un modelo de revista, pero con tu toque único. ¿Sabías que podrías lucir tan bien fuera de traje?"
Silco dejó escapar una risa suave, algo poco común, y se cruzó de brazos, inclinando ligeramente la cabeza hacia ella.
Silco: "Supongo que esto es lo que querías, ¿no? Sacarme de mi zona de confort y convertirme en tu 'proyecto'."
Jinx: "No es un proyecto, tonto. Es un regalo. Quiero que veas que también puedes disfrutar sin ese aire formal todo el tiempo."
Silco caminó hacia ella, extendiendo una mano para ayudarla a bajar del escritorio. Jinx tomó su mano con entusiasmo, y al hacerlo, lo miró con un brillo especial en los ojos.
Silco: "Entonces, princesa, ¿cuál es tu gran plan para este día especial?"
Jinx: —"Primero, un lugar tranquilo para desayunar. Encontré un pequeño rincón en Zaun donde hacen un café delicioso... y luego... bueno, lo que se me ocurra." —*respondió con una sonrisa traviesa.* "Ya sabes cómo soy, improviso sobre la marcha."
Silco: "Eso lo sé demasiado bien."
Ambos salieron juntos de la oficina, caminando lado a lado. Jinx llevaba su típico estilo llamativo, pero esta vez con un toque más femenino: un short con detalles brillantes y una camiseta ajustada que dejaba ver su figura, complementado con sus icónicas trenzas y el labial oscuro que había probado el día anterior. La diferencia en sus apariencias, él ahora vestido más casual y ella aún desbordando su personalidad única, formaba una combinación curiosa pero perfecta.
Mientras cruzaban los pasillos y callejones oscuros de Zaun, los habitantes que los veían pasar no podían evitar mirar con curiosidad. Ver al temido líder de la ciudad acompañado de su "heredera", ambos luciendo tan relajados, era un espectáculo poco común.
Cuando llegaron al pequeño café que Jinx había mencionado, ella lo llevó a una mesa en una esquina tranquila. El lugar tenía una atmósfera cálida, con luces tenues y un leve aroma a café y dulces recién horneados.
Jinx: "¿Ves? ¿No es perfecto? Nada de reuniones, ni papeles, ni estrés. Solo tú y yo."
Silco la observó mientras ella se acomodaba frente a él, apoyando su barbilla en las manos y mirándolo como si fuera el centro de su universo.
Silco: "Perfecto sería una palabra ambiciosa para este lugar, pero... supongo que tiene su encanto."
Jinx: "Eres imposible, papi." —*rió suavemente mientras jugueteaba con la cucharilla del café que había pedido.* "Pero sé que lo disfrutas, aunque no lo admitas."
El día apenas comenzaba, y Silco no podía negar que, en el fondo, disfrutaba estos momentos con ella. Quizá Jinx tenía razón: incluso alguien como él necesitaba estos respiros, y si eran con ella, parecían valer cada segundo.
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Sailing Into The Light.
RomanceUnos años después de que Silco "adoptará" a Jinx. Jinx con el pasar del tiempo se dará cuenta que el amor que ella le tiene a Silco no es normal, no es de padre o de amigo, es algo más... Es romántico, de deseo... Sin saber que Silco también siente...