14

158 26 7
                                    

Kara

Me encontraba dentro del avión, con aquella foto entre mis manos, acariciándola con mi dedo pulgar, su bello rostro y sus ojos tan brillantes, imaginar a ese bello ser, tan idéntico a mi, en un lugar como lo es un orfanato me oprimía el corazón, ¿Cómo estará ahora? ¿Tendrá más parecido a mi o a imra? ¿Querrá conocerme? Miles de preguntas viajaban por mi mente, pero mi madre coloco su mano sobre mi hombro, sacándome de mi nube de pensamientos.

-ah?- pregunté volviendo en si, al no haber escuchado anteriormente.

-Ya hemos llegado, kara-. Dijo mi madre, mirándome algo preocupada al notar mi distracción - estás bien?

-uh? Si, claro, estoy bien-. Carraspeé, guardando la foto en mi bolsillo y soltando un suspiro, mirando por la ventana para así colocarme de pie-. Andando.

Me coloque unas gafas de sol y baje del jet, yendo hasta la camioneta que nos llevaría directamente al orfanato, no quería perder tiempo.

-Hija, estás lista?-. Sentí a mi madre subir y hablarme, por lo que voltee a verla con una media sonrisa en mi rostro.

-no te mentiré, estoy aterrada, veré a mi hija mamá, me aterra lo que pueda llegar a pensar de mi cuando la vea, pensará que la abandoné, o que soy una mala madre, yo, no lo sé, pero igual estoy muy ansiosa por verla, ver sus ojos...

Solté un suspiro recordando la foto, aquella foto donde podía ver sus hermosos ojos azul verdoso.

-esta claro que no sabremos con qué nos encontraremos en ese lugar, ya que es un orfanato no tan conocido, y está en una parte escondida de londres, solo espero que ella esté bien.

- espero lo mismo madre, espero lo mismo.

Solté un suspiro cansado, mirando por la ventana en todo el trayecto del camino, perdida en mis pensamientos hasta que al cabo de unos 30 minutos la camioneta se detuvo, me bajé colocandome unos lentes de sol, dando un último suspiro, mirando a mi madre la cuál me asintió dándome apoyo.

-Andando.

Entré junto con mi madre, el jardín afuera era pequeño, habían niños y niñas corriendo y jugando con las plantas, al final había un pasillo con una gran puerta, la cual llevaba hacia otro pasillo aún más grande con muchas puertas, reparé todo el lugar con la mirada, notando la pintura desgastada de las paredes, las cuales estaban rayadas de colores, pinturas y crayolas, en cada puerta habian manos pintadas.

-Busca a alguien?

Me sobresalté un poco al escuchar la voz detrás de mi, por lo que me giré encontrandome con una señora de unos 45 años, vestida de monja, mirándome espectante.

-Eh, si, busco a Lorelai, quisiera saber todo de ella y donde se encuentra.

Le dije rápidamente, mirando de reojo a mi madre la cuál miraba a la mujer con desconfianza, y ésta al escuchar el nombre palideció un poco, pero trató de disimularlo soltando una pequeña risa fingida.

-Mm, claro, es una de nuestras niñas más solicitadas aquí, han habido padres que han querido adoptarla por su gran belleza y tímidez, pero ninguno ha cumplido los requisitos para llevársela.

-Bien, quisiera saber donde esta, quiero verla y hablar con ella-. Exigí de inmediato, notando la incomodidad de la mayor la cual asintió con algo de miedo y nos indicó que la siguieramos a lo largo del pasillo, el cual se encontraba totalmente silencioso, solo se escuchaba el toque de nuestros pies sobre el suelo, mis manos sudaban y mi nerviosismo era notable.

-Kara, tranquila.

Susurró Mi madre y tomó mi mano por lo que la apreté un poco tratando de calmarme, asintiendo hasta llegar a casi el final del pasillo, dónde habían a parte de sillas, unas pequeñas oficinas junto con unas sillas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: a day ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝑰 𝑵 𝑭 𝑰 𝑬 𝑳 𝑬 𝑺 (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora