¡Era una broma!

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Capítulo 5: ¡Era una broma!

— Perdón, ¿esté es el edificio A, dormitorio masculino? — una voz femenina a sus espaldas hizo que Sasuke y por consiente también a Jūgo, se detuvieron de su caminata. Cuando voltearon se encontraron con una mujer no poco mayor que ellos pero nada menor, y un hombre que era alto y formado.

— Exacto, — Jūgo sonrió animada mente, una de sus mejores cualidades era que es una persona bastante sociable — ¿esté es tu coche? — señaló a una camioneta cargara con cajas de diferentes tamaños.

— Sí. — contestó la señora.

—Bueno no lo puedes aparcar aquí, necesitas llevarlo al otro lado.

— Entonc. . . — una voz conocida interrumpió la conversación;

— ¡Hey!

— Hola, Naruto. — saludo la mujer que había estado hablando.

— Hola. — contestó con una amplia sonrisa — sólo voy a querer unos cuantos — comentó refiriéndose al contenido de las cajas.

— De acuerdo, ¿Dónde te las dejamos?

— Aparentemente no pueden entrar aquí, así que dejen lo acá. — la mujer se acercó a él y le extendió un papel donde se mostraba el precio — ¿van a ir a alguna otra parte? — intento hacer plática mientras el chico que acompañaba a la mujer descargaba la camioneta.

— De hecho sí, tenemos entregas en otras partes, ¿necesitas algo?

— No, gracias. Iré a la cafetería de la tía liras por mi cuenta.

Cuando término de sacar las dos pequeñas pero pesadas cajas de la camioneta, la señora sonrió a modo de despedida y subió nuevamente a su camioneta acompañada por él chico, Naruto se acercó a Jūgo y a Sasuke, le extendió un croquis mal hecho.

— ¿Ya conoces este sitio? — tanto Sasuke como Jūgo conocían el lugar, la cafetería de la tía liras, era muy conocida por sus buenos cafés y postres.

— Sí, esta detrás de la escuela. — sintiendo Jūgo devolvía el croquis a su propiedad.

— ¿Puedes venir conmigo, Sasuke? No quiero perderme. — Naruto murmuró dulce pero a la vez serio, Sasuke miró a Jūgo como si él fuese su escape y negó con la cabeza.

— No puedo, tengo que ir con Jūgo. Pero no te pierdas, mira, sólo tienes que ir por la izquierda . . .  Pero donde están las oficinas y al final de ellas gira dos veces a la derecha, a la derecha se ve a ver una pequeña intersección, gira hacia esa calle y cuando salgas cinco minutos y ¡Bang! Estarás allí. — no hizo ni una pausa para respirar así que cuando termino, tomó una gran bocanada de aire — Ah, y esta abierta durante la tarde y la noche. — sin decir más, jaló a su amigo del brazo dieron una media vuelta y se alejaron de el rubio, dejándolo confundido. Movió su cabello con sus dedos  y frunció el ceño, esto iba a ser más difícil de lo que tenía planeado.

Tomó sus dos cajas y comenzó a caminar, repitiendo las direcciones dadas por su grosero "amigo" en su mente.

Camino y camino sin éxito alguno de encontrar el camino adecuando, cuando llegó la noche se dio por vencido, y se acerco a una chica que estaba sola pero junto a un árbol, tocó con torpeza él hombro de ella y ella se volteo hacia él, quitándose un audífono de sus oídos.

— Hola, perdón, me preguntaba sí por casualidad sabias donde esta la cafetería de la tía liras. — le lanzó su mejor sonrisa, ella se sonrojo, él no entendía el por que pero debía ser buena señal, ¿cierto?

— Claro, justo ahora iba para allá, ¿quieres que te acompañe? — su voz era dulce y pacífica le trasmitió una paz interno cuando la escuchó.

' Si no fuera por mi orientación, ella sería una chica ideal ' - sacudió su cabeza, tratando de sacar esos pensamientos.

— Sí, por favor.

Miro las dos cajas que él cargaba y frunció sus pequeños y rojos labios.

— Eso se ve muy pesado, ¿quieres ayuda?

— Sí no es mucha molestia . . . — ella sonrió mientras tomaba la caja que llevaba hasta arriba, el principio estuvo apuntó de caer pero con rapidez mantuvo el peso de sí misma y río. Ambos comenzaron a caminar en un cómodo silencio por la calle oscura iluminada, el teléfono de ella comenzó a sonar y dejó la caja en el suelo para poder atender.

— ¿Qué? No. . . ¡No es posible!, sí . . . De acuerdo, como digas . . . ¡Que sí! . . . Entonces estaré allí en dos, adiós. — colgó, y él la miró confundido, pidiendo una explicación. — lo siento, a habido un incidente en mi dormitorio y tengo que ir, perdón enserio, pero tal vez podremos ir otro día, eh, ¿Qué dices?

— Como sea, si, no hay problema. — sonrió tratando de no parecer decepcionado, pero después de todo ella no tenía la culpa de nada.

— Me llamó Sakura, dame tu teléfono y te doy mi número, y que damos para salir algún día — él asintió inocentemente , le alcanzó su celular y a la velocidad de la luz, ella ya se lo había de vuelto. Cuando vio la pantalla había un nuevo contacto guardado con el nombre de Sakura y su número abajo de el. — Te diría que me tomes una foto para que la pongas en foto de contacto y recuerdes quien soy cuando te llame pero esta oscuro y no se ve absolutamente nada, así que eso lo dejo para después, ¿sí?

— Claro, oh. . . Soy Naruto, por cierto.

— De acuerdo, toma — extendió un móvil rosado en la pantalla de este veía la opción "nuevo contacto" tomó el celular y escrito su nombre y número, aún que no fue tan rápido como ella — ¡Gracias, adiós! — grito mientras se alejaba de él.

Genial.

Tomó sus cajas nuevamente y se sentó a un lado de un pequeño árbol que estaba allí, se encontraba perdido sin la más remota idea de donde quedaba la cafetería, o su dormitorio, pasaron varios minutos y la gente ya había dejado de pasar, no supo que hacer o a quien llamar, estaba ahí sólo, varado, y sin esperanzas de poder regresar por su propia cuenta.

—¿No, pudiste encontrar la cafetería? — se giro y divisó la sonrisa burlona de Sasuke.

— Déjame en paz. — no solía ser así de grosero con nadie, pero realmente no tenía ánimos y no quería a Sasuke burlándose de él. Se sentía un completo idiota.

— Uy, perdón. — alzó sus manos al aire, como cuando los policías piden a los criminales que pongan sus brazos en el aire y sonrió. — ¿Quieres qué te lleve?

— ¿Cuál sería la maldita diferencia en llevarme ahora qué sí me hubieras llevado cuando yo te pedí? — Sasuke hizo una mueca, Naruto sabía que estaba pisando en terreno peligroso y que sí seguía así, notaríamos la bomba que ambos podrían ocasionar pero realmente no le importó.

— Que ahora no esta Jūgo, y antes sí. — se cruzo de brazos, tratando de fingir indignación pero la verdad era para que él se sintiera mal de no haberlo acompañado.

— ¿Y adonde esta él ahora?

— Se fue con Suigetsu, pero como sea, ¿Quieres ir o no, plopus? — Naruto no supo que significaba realmente plopus, pero supuso que era algo grosero así que se ahorro la pregunta. Extendió su brazo y esperó a que Sasuke tomara su muñeca para ayudarlo y así poder parase. Él puso los ojos en blanco —. Esto es demasiado, ¡Demasiado! — pero a pesar de sus quejas, hizo lo que Naruto esperaba y tiro de él con fuerza, demasiada .  .  . Lo que ocasionó que al levantarse, Naruto quedara a escasos centímetros de él. Por unos segundos sintió intimidado por Naruto era claramente obvio, con esos ojos azules serios que lo miraban. Frunció el ceño y se apartó — puedes levantarte tu sólito, no soy tu madre. — se dio media vuelta esperando que Naruto hiciera lo mismo, se agacho, tomo sus cajas y se posicionó al lado de Sasuke.



𝐇𝐨𝐦𝐨𝐟𝐨𝐛𝐢𝐚 → ɴᴀʀᴜꜱᴀꜱᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora