𝐇𝐨𝐦𝐨𝐟𝐨𝐛𝐢𝐚 → ɴᴀʀᴜꜱᴀꜱᴜ

Mantener ese amor en una fotografía.

Capítulo 31: Mantener ese amor en una fotografía.

Despertar en los brazos de Naruto era una extraña sensación, Sasuke consideraba que Dios pensaba que la gente homosexual era pecadora, y aunque esta peculiar relación que ambos mantenían sea un pecado . . . Se sentía en el cielo. Su respiración era tranquila, serena. Tan pacífico y perfecto alli, frente suyo. Cara a cara. Sus narices casi rozaban. Despeinado cabello, la manera en la que su pecho subía y bajaba lentamente, o la forma en que sus pálidos brazos se aferraban al cuepor de él. Bajo esa luz mañanera, se veía como un ángel disfrazado. Era hermoso. Jamás lo había visto de esa manera, siempre parecía tan vivo y animado, con una pizca de picafida en el brillo de sus ojos y con sus palabras mezcladas con un poco de humor negro de vez en cuando; ahora era todo lo contrario, se miraba inocente, puro, con la cara de un ángel, parecía haber sido pintado por el propio Picasso.

Tenía un rostro que daba a entender que había sido sacado de una revista. Hubiera dado rápido por sacar una cámara y tomar una foto en ese momento. Y así mantener ese amor en una fotografía. Un recuerdo para el mismo en donde serían jóvenes despreocupados, donde sus corazones jamás se rompieron, y donde el tiempo siempre estuviera congelado y así poder volver al pasado cada vez que mirara la imagen y recordar como este chico hacia su corazón palpitar, trató de memorizar cada rasgo de su cara. Se inclinó un poco más hacia él, su respiración se había más irregular cada milímetro que se acercaba. Sus labios rozaron instantáneamente los de Naruto, suaves y dulces. Él se movió un poco de su mismo lugar. Sasuke guardó una risita. Repitió la acción, una, dos, tres, cuatro veces. Hasta que Naruto finalmente abrió los ojos entre risas.

— Hey. — Sasuke ignoró el aliento mañanero, sonrió sin enseñar los dientes — Podría acostumbrarme a despertar así. — agregó sonriendo también.

— ¿Qué? — su corazón parecía haberse detenido. Sus mejillas se pusieron coloradas — ¿Desde hace cuanto qué despertarte? — preguntó un tanto preocupado.

— Al segundo beso. — sonrió antes de besar la mejilla de Sasuke. Su visión se puso borrosa y no pudo evitar preguntarse que diablos estaba pasando.

— Sólo somos amigos. — asintió amargada mente. No estaba preparado para una relación y menos sí esa relación era con un hombre, uno como Naruto.

— No somos amigos, podemos ser cualquier cosa menos eso.

— Pero . . .

— Sí dices que somos amigos, deberías saber que los amigos duermen en camas separadas: los amigos no me tratan como tú lo haces, los amigos no se besan como tú lo haces, mis amigos no me aman como tú lo haces.

— Naruto, no sé que estas pensando y eso me asusta. Por primera vez en mi vida no tengo el control absoluto de algo. Esta situación se me sale de las manos y no tengo control alguno sobre ella. Tal vez la situación no es la que cambia o la que me pone en jaque mate, tal vez seas tú. Eres una tormenta, impredecible, nunca se cuál es tu objetivo o que planeas destruir. Estoy muerto de miedo.

— Ten por seguro que yo jamás te destruiré, sería como destruirme a mi mismo. Te quiero, Sasuke y no tengo miedo de decirlo. — moría oír decirle que él lo quería tanto o más que él, pero en lugar eso, beso sus labios nuevamente haciéndolo entender que el sentimiento era mutuo.

— Este es un secreto que debemos de mantener en nuestras vidas, tu y yo. Y nadie quiere eso. Debemos ser sólo amigos para lo demás.

— Así nadie se enterara sí todo sale mal . . . Y nunca saben por lo que pasamos. - concluyó Naruto. La idea le disgustaba bastante. Él era la clase de chico que tenía la necesidad de tomar de la mano a la persona que quería abrazarla y besarla, mimarla, cuidarla y protegerla. No podría hacer eso. Sólo cuando nadie los viera.

— Correcto. — se asustó un poco cuando Naruto lo soltó y se alejó un poco.

— Pero sí solo somos amigos alguien más podría amarte también, sí sólo somos amigos no habría nada que yo pudiera hacer.

— Tenemos que ser un secreto que por ninguna razón puede ser expuesto. Así es como debe ser, esa es la única manera, sí no puedes lidiar con eso . . . No puedes estar conmigo. —  su voz estuvo a punto de quebrarse al final. No podía creer la expresión de Naruto. En el momento que él lo notó, Naruto ya estaba sentado al borde de la cama, dándole la espalda firmemente.

— Esta bien, hagámoslo. — afirmó. Sasuke sonrió y rápidamente se lanzó hacia él.