𝐇𝐨𝐦𝐨𝐟𝐨𝐛𝐢𝐚 → ɴᴀʀᴜꜱᴀꜱᴜ

Arreglarte (Maraton 1/3)

Capítulo 28: Arreglarte (Maratón 1/3)

Naruto gruño al despertarse. La potente luz solar que se colaba entre las cortinas de la ventana, quemaban sus ojos, alzo ambos brazos intentando cubrirlos de la luz. Miró a su derecha y sonrió apenado cuando vio a Suigetsu recostado boca abajo. Su blanca espalda tenía algunos rasguños que Naruto se había encargado de hacer, en su cuello se veía un gran chupetón y su cabello blanco revuelto. . . Se veía tan perfecto. Pero no era para él. No se arrepentía de haber pasado la noche con Suigetsu, pero sabía que no era lo correcto. Su corazón por más cursi que suene, era de alguien más. No huiría, odiaba a los patanes que después de una noche de "amor" huían a la mañana siguiente sin importarles el corazón de su víctimas, escapando de las responsabilidades, dejando detrás de ellos un corazón rotoz y él no sería de esos.

— Suigetsu . . . — habló por lo bajo —  Suig, despierta. — sacudió cariñosamente el hombro de él. Se giro y lo miró con una sonrisa — Buenos días.

— Hey. — saludo y cubrió su cuerpo con las sabanas a pesar de que Naruto ya lo hubiera examinando de pies a cabeza y conociera todos los lunares de su cuerpo.

— Yo, yo sólo quería . . .

— Naruto, esta bien. — Naruto lo miro un poco asombrado, esperaba que Suigetsu hiciera un mini drama o algo por el estilo no una serena reacción —  Sé que no soy al que quieres, que esto fue un error. . 

— No fue un error, ambos lo hicimos, también acepte. — se defendió.

— Bueno, en todo caso sólo querías acción, no me quieres a mi. Como algo más que amigos me refiero. Y lo entiendo. Se que no quieres lastimarme, no lo harás, yo sabía esto desde que te bese, no me importo, yo lo quería también y descuida tu no tienes la culpa de nada.

— Gracias, creó que es mejor que . . .

— Que te vayas. — sacaba de por debajo de la almohada la camisa de Naruto llevaba la noche pasada. Apestaba a alcohol y sudor — Toma ropa de mi armario, es imposible que te pongas esto.

— Eres asombroso, Suigetsu. — se acercó a él y tomó su cara entre sus manos, depositando un beso en la mejilla antes de dirigirse a su armario y escoger ropa al azar. Le quedaba algo justo pero comparación de que usara la prenda de ayer, que estaba sucia. Corrió hasta la puerta y salió de allí. De la habitación, del bloque, del campus.

Quería y necesitaba despajar su mente. Su estómago gruñía. Un ritmo diferente a lo que el estaba acostumbrado a escuchar comenzó a sonar, venía de un pequeño y colorido local. Se encogió de hombros y lo siguió. Desde la puerta pudo apreciar muchas parejas bailando. Fruncio el ceño y estuvo a punto de darse la media vuelta e irse, pero fue detenido.