𝐇𝐨𝐦𝐨𝐟𝐨𝐛𝐢𝐚 → ɴᴀʀᴜꜱᴀꜱᴜ

No la cagues.

Capítulo 43: No la cagues.

— Taylor Swift.— sentacio Naruto por millonésima vez, alzó sus manos al aire y después las dejó caer despreocupadamente sobre sus piernas.

— Paramore. — contraatacó Sasuke.

— Ambos.  — Suigetsu puso sus ojos en blanco. Los había escuchado pelear acerca de quien cantaria la canción de su boda, durante media hora, estaba harto, tenía calor y queria tomar algo.

— Paramore no tiene canciones de amor tan buenas como Taylor . . .

— Bien, dejemos de lado la música un segundo y hablemos de lo demás.— exigió Suigetsu en tono amenazandor. Sus dos amigos se hundieron 
en sus sillas — ¿Ya tienen la comida?

— En la recepción habrá tomates, carnes frías, y queso. Pero en el servicio se darán papas fritas y Ramen, hot-dogs, palomitas de maíz, ensalada y más cosas chatarras. — afirmó con una gran sonrisa en su rostro. Siempre había imaginado su boda de esta manera: informal. Naruto beso el hoyuelo derecho que se le formaba en su mejilla.

— ¿Lugar?

— El salón que esta por la Quinta avenida, enfrente de la tienda de discos.

— ¿La que tiene los posters gigantes de Nickelback ?

— Esa misma.

— ¿Anillos?

— Naruto consiguió unos anillos de Nickelback, y nada me haría mas feliz que usarlos. — se encogió de hombros. Su risa parecía estar tatuada a su rostro.

— Bien, por un momento pensé que escogerían anillos de dulce . . . — todos rieron, pero se lo pesaron un segundo, por sí querían cambiar de idea —. ¿Vestimenta? Esperen, ya sé: converse negras y tu típica ropa negra. — Sasuke asintió emocionado.

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Terminaron de hacer el nudo de su corbata, había escogido algo bastante simple y de algún modo esperado: un traje negro, corbata negra, y camiseta blanca, sólo tenía una diferencia, sus converse negras. Se dio un último vistazo antes de salir por la puerta. Él y Sasuke habían acordado que ninguno tendría que caminar por el altar y hacer el rol de mujer, simplemente uno llegaría antes y el otro después. Naruto tuvo que llegar después. La capilla estaba llena. Pero sólo podía mantener sus salvajes ojos sobre Sasuke, escuchaba el tambor de su corazón en sus oídos. El padre comenzó a leer las típicas y aburridas palabras, que no me tomaré la molestia de agregar aquí. Cerro su libro color vino y miró a Sasuke.

— Tu turno de decir los votos.

— Hola, Naruto, te ves muy guapo hoy. — le guiño un ojo al ver la coloracion subiendo a sus mejillas, no quería incomodarlo, sólo hacerle saber como era ante su vista. Todos rieron —. Soy pésimo escribiendo. Y pues, bueno, recuerdo que Naruto y yo discutimos mucho acerca de cual sería la canción de la boda, en todas las peleas, el termina besandome y practicamente ya sabrán quien ganó. Yo quería utilizar Stiller into you, pero este adorable hombre me puede. De cualquier manera pensé que sería genial utilizar las palabras como mis votos. Y eso es lo que haré: los dedos de una de mis manos no me alcanzan para contar los meses que hemos estado juntos, y necesitó la otra para abrazarte y hacerte sentir mejor. Odio los paseos en el parque, pero cuando tus dedos están entrelazados con los míos, se que lo vales, algunas cosas simplemente tienen sentido y nosotros dos juntos somos una de ellas. incluso después de todo este tiempo, te sigo queriendo. Tal vez ya debería de haber superado las mariposas en el estómago, pero te quiero. Incluso en los peores momentos lo hago. Dejamos que los demás se pregunten como hemos durado tanto, yo no tengo que preguntarmelo porque ya sé la respuesta: nos queremos. — se escucharon un pequeño coro de "Aw".

— Tu turno, Naruto.

— Es difícil competir contra eso. Sasuke, no sé porque te empece a querer, en primer lugar. Lo siento pero tu eres muy malo conmigo, yo sólo quería agradarte y puede que me divirtiera molestándote, mi vida era esa, hasta que un día abri los ojos y tu estabas al lado mío, durmiendo por la noche y tus horribles y deformes dedos estaban aferrandos a los míos. No supe como o cuando, eres como una plaga, sabes. Creó que las cosas menos esperadas son lo que sucede. Yo creía que me odiabas con todo tu ser y miranos, casandonos. Sólo quiero que sepas que eres el mejor. Sólo era eso.

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— ¡Esto es mierda! ¿Se supone qué debemos bailar? — Sasuke preguntó aterrorizado cuando Ours, de Taylor Swift, comenzo a sonar y las personas se juntaban a su alrededor alzando sus cámaras y celulares. Listos para capturar el momento — El country ni siquiera se canta.

— Bueno, no tienes que hacerlo. Yo podría empezar a sacarme la ropa y bailar un rato, les encantará — bromeó y recibió una pequeña mirada de disgusto por parte de Sasuke.

— El único que te puede ver soy yo.

— Y así será, ahora ¿donde están los tomates? Necesitó una de esos.

— ¡Naruto! ¿Vamos bailar o no?

— No bailo, no sé bailar . . .

— Te odio, bastardo.

— Soy un bastardo muy sexy.

— Mmh, ¿seguro?

— Repito, soy muy sexy.

— Claro que lo eres, sino no estararimos aquí y no me hubiera vuelto gay por alguien feo.

— Eres bisexual, recuerdas a Sakur.....

— No la cagues.

— Perdón — río tímidamente y plantó un beso en sus labios —. ¡Señor de los tomates, el novio esta hambriento!

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— Conocí a un chico que le desagradaba totalmente los gays, nos hicimos muy buenos amigos, y el ignoraba el hecho se que yo soy Homosexual. Después entramos a la universidad y conoci a un chico que era gay. Maldita sea, ¡estaba  buenisimo! Curiosamente, era él compañero de cuarto de este — Suigetsu señalo a Sasuke, mucha gente río —. Yo tenía un gran crush con él, pero Naruko conmigo no. Me resigne y vi como lentamente, hacian mi mejor amigo un hombre bisexual. Recuerdo muchos problemas, que como en todas las relaciones, aparecieron. Pero hay uno en específico que creó no podremos olvidar jamás, y me incluyó porque yo lo vi de cerca y estuve allí para Sasuke cuando sucedió. Un dia, Sasuke le dijo a Naruto que lo amaba y el probablemente sintió el peso del mundo caer en sus hombros así que huyó. Dejó a mi bebé escondido en el baño como un gran idiota, estaba jugando a las escondidillas y bum, Naruto jamás regreso a buscarlo. Lo dejó allí, como el gran estúpido que es. La cosa es que, se dio cuanta de que no encontraría a alguien mejor que él y regreso. Desde entonces, no se han separado jamás. — la gente estalló en aplausos ante el discurso improvisado, y un poco pasado de copas, del mejor amigo de ambos.

Realmente, este es el mejor día de su vida.

¿Que más podían pedir?

Vino caro.

Buenos amigos.

Música que amaban.

Tomates.

Y sobredosis de Ramen.

Y ellos.

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Cálmense, aún falta el epílogo. ♥