El Renacer del Rinnegan: El Legado de Naruto

Capitulo 12

"Naruto..." tartamudeo Kushina en voz baja, mientras veía como su hijo estaba dejando de lado su identidad secreta y comenzaba a usar su verdadero poder.

Kisame quien se encontraba repleto de heridas y cubierto de sangre, jadeaba mientras aún sujetaba a Samehada aferrado a pesar de su estado, sus ojos brillan con una mezcla de furia y emoción, estaba bastante confundido y sorprendido por la habilidad del Anbu, pero algo lo inquietaba un solo pensamiento que no era capaz de comprender "¿Dónde está Itachi Uchiha?".

Pronto Menma aparecería frente a él, esta vez su aspecto era diferente, su cabello dorado flotaba ligeramente por la energía, y su piel brilla bajo un aura amarilla, los patrones púrpuras del Rinnegan en sus ojos resaltaban con gran intensidad. Su ropa Anbu mostraba algunas extensiones y se encontraba teñida de dorado igual a su aura, al tiempo que varios símbolos tomaban forma.

El ninja azul aunque no entendía correctamente lo que sucedía, podía sentir el chakra que Menma irradiaba, así concluyó que Menma en realidad era el jinchuriki del zorro de las 9 colas, el hijo del Cuarto Hokage, Naruto Uzumaki, y así sin más Kisame intentaría un último ataque desesperado, levantando Samehada para absorber el chakra que rodeaba a Menma.

Sin embargo, ahora no tenía oportunidad, el jinchuriki no daría ninguna esperanza y en una velocidad casi imperceptible le conectaría una patada que lo lanzaría varios metros de distancia, pero el ataque del Anbu no terminaría ahí, que se adelantaría a Kisame y mientras aun se movía por el impacto de la patada, Menma lo esperaría para conectar con un rasengan que terminaría por noquear al Akatsuki.

A continuación Menma atendería a sus compañeros, aunque las heridas del equipo no eran realmente graves o peligrosas, el Uzumaki los curaría usando la cabeza del rey del infierno, Kushina y Kakashi saldrían completamente ilesos, mientras salían la pelirroja mostraba una vos de desagrado, aunque aceptaba que se sentía excelente, tambien sentía algo de desagrado por el proceso de ser masticada, por su parte el peliblanco tambien se encontraba de acuerdo con Kushina.

Después, al cabo de unos instantes el equipo se reunió alrededor de Kisame, quien yacía inconsciente flotando boca arriba en el agua tras el impactante ataque de Menma. El paisaje alrededor de ellos era un recordatorio de lo devastadora que había sido la batalla: el suelo encharcado y destrozado, árboles quebrados y tirados por la presión del chakra, y el sonido del viento que parecía acentuar el silencio que los rodeaba.

Sin evitar el incómodo silencio, Kushina fue la primera en acercarse a Menma. Aunque su máscara de lobo escondía su rostro, su postura lo decía todo. Kakashi, a su lado, ajustó su propia máscara, su mirada fija en el lugar donde Kisame había caído. Ambos sabían que algo había cambiado en Menma, algo que no podían ignorar.

La luz del atardecer bañaba la escena con tonos rojizos y anaranjados, pero el aura dorada que envolvía a Menma destacaba aún más, irradiando un poder inmenso. Menma en cuenta de que aun tenía su poder activo decidió apagarlo.

"Menma..." empezó Kakashi, su voz solemne, "aunque resolviste el problema, deberíamos haber coordinado el ataque como equipo, pero no lo hiciste. Dejaste de contenerte, rompiste la regla."

Kushina, aunque ligeramente menos rígida que Kakashi, también tenía la misma postura. Pero sabía que Naruto no hubiera dejado de contenerse solo porque sí, algo en su hijo había cambiado. "Menma, ¿Por qué lo hiciste?" preguntó su madre con preocupación.

El silencio se alargó mientras Menma bajaba lentamente la mirada, como si estuviera evaluando sus palabras. El pelinegro exhaló lentamente, apartando la vista de Kisame para mirar a sus compañeros.

"No podía seguir ocultando mi poder..." dijo finalmente, su tono era bajo pero firme, "Itachi... él ya sabía quién soy."

El nombre del Uchiha colgó en el aire como una sombra, despertando preguntas inmediatas en los ojos de Kakashi y Kushina.