Amor a la fuerza | 01 | Finalizada✔️

Capítulo 24

Gianna

Finalmente, el coche se debutó en un lugar desconocido. Hace rato deje de intentar gritar, era en vano. Mi secuestrador me sacó del coche y me lleva a una habitación oscura y vacía que olía a tierra mojada. Me soltó y me dio la vuelta para mirarme a los ojos, me sorprendió estar cara a cara con el Roberto, el padre de Alessandro.
Su rostro estaba serio y sus ojos parecían arder de ira. Su mirada me ponía nerviosa.

—Te voy a decir algo, Gianna —habló con desprecio, su voz baja y amenazante—. Si te casas con Alessandro, te aseguro que tú vida será un infierno. Alessandro no es el hombre que crees que es —me tomo del mentón—. Tiene secretos, Gianna. Secretos que no debes saber.

Sentí un golpe en el estómago. Don Roberto me había dado un rodillazo. Cai al suelo de rodillas, sin poder respirar.

—Te lo advierto, Gianna —jaló de mi cabello—. Si te casas con Alessandro, no podrás escapar de mi.

De repente, se escuchó un ruido detrás de Don Roberto. Una figura emergió de la oscuridad, y me sorprendió ver a un hombre, parecido a Alessandro pero mucho mad pequeño y con el cabello mucho mas largo.

—Basta, padre —dijo el hombre, su voz firme y autoritaria—. No la lastimarás más.

Don Roberto se dio la vuelta, su rostro enrojecido de ira.

—¿Qué estás haciendo aquí, Leonid? —gritó—. Esto no te concierne.

Leonid se acercó a mí, y me ayudó a levantarme del suelo. Me sentí un poco mareada, pero su agarre firme me ayudó a mantener el equilibrio.

—Sí que me concierne —dijo Leonardo, mirando a su padre con desafío—. No puedes seguir utilizando a Gianna para tus propios fines.

Me sentí confundida. ¿Quién era Leonid? ¿Y por qué estaba defendiéndome?

—¿Quién eres? —le pregunté, tratando de encontrar mi voz.

Leonid me miró con una sonrisa suave.

—Soy Leonid Bianchi —dijo—. El hermano menor de Alessandro. Y estoy aquí para ayudarte.

¿Hermano? ¿Por qué no sabía nada de esto? Y ¿por qué Leonid parecía tan diferente a Alessandro?

Me sentí como si estuviera viviendo un sueño. Un hermano de Alessandro que nadie me había mencionado antes. Me sentí confundida y curiosa al mismo tiempo.

—¿Por qué no sabía nada de ti? —le pregunté a Leonid, tratando de entender.

Leonid suspiró y miró a su padre con desprecio.

—Mi padre me ha mantenido en secreto durante años —dijo—. Quiere que Alessandro sea el único heredero de la fortuna familiar.

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. ¿Qué tipo de familia era esta?

—¿Y por qué estás aquí? —le pregunté—. ¿Por qué me estás ayudando?

Leonid me miró con una sonrisa suave.

—Estoy aquí porque sé que mi hermano no es el hombre que crees que es —dijo—. Y no quiero que te lastime.

Sentí un golpe en el estómago. ¿Qué había pasado entre Alessandro y Leonid?

—¿Qué pasó entre tú y Alessandro? —le pregunté, tratando de entender.

Leonid se encogió de hombros.

—Alessandro siempre ha sido el favorito de mi padre —dijo—. Y yo siempre he sido el segundo mejor. Pero ahora sé que mi hermano está metido en algo oscuro. Algo que podría destruirte.

Me sentí aterrada. ¿Qué había descubierto Leonid?

—¿Qué es lo que sabe? —le pregunté, tratando de mantener la calma.

Leonid miró a su padre con desafío.

—Mi padre quiere que no te cases con Alessandro, por qué  al casarse contigo tendrá el poder de tu familia —dijo—. Pero no es solo eso. Hay algo más. Algo que podría cambiar todo.

De repente, escuché un ruido detrás de nosotros. La puerta se abrió y un hombre entró en la habitación. El hombre era alto y de hombros anchos.

—¿Qué está pasando aquí? —preguntó el hombre, mirando a Don Roberto con desconfianza.

Leonid se dio la vuelta para enfrentar al recién llegado.

—Este es Viktor, un amigo de la familia —dijo—. Alguien en quien podemos confiar.

Viktor miró a Don Roberto con desprecio.

—No puedes seguir haciendo esto, Roberto —dijo—. No puedes seguir utilizando a inocentes para tus propios fines.

Me sentí un poco más segura con Viktor allí. Tal vez podría encontrar una forma de escapar de esta situación después de todo.

—Dejame en paz —gritó Roberto —. Haré lo que se me cante. Más con ella.

Leonid frunció el ceño y se acercó a mi, tomando mi mano, y sin decir una palabra me saco de allí. Podíamos escuchar las hirientes palabras de Roberto desde lejos.
Al estar fuera de aquel lugar pude tomar aire fresco.

—Tenemos que hablar —Dijo Leonid.— Alessandro no es quien crees que es, es mucho peor que Roberto y te lo demostraré.

Leonid me miró con intensidad y comenzó a caminar a gran velocidad, dejándome atrás. Trate de seguirlo, Pero era muy rápido. Por suerte se detuvo junto a un coche y me esperó pacientemente.

—¿Qué quieres decir? —le pregunté al llegar a su lado— ¿Qué secreto tiene Alessandro?

¿Qué estaba pasando? ¿Acaso el Alessandro que yo creía conocer no existe? Dios mio. Esto no puede estar pasando. Mi teléfono vibró en mi bolsillo, tuve la intensión de tomarlo pero, Leonid volvió a hablar.

—Alessandro está involucrado en una organización criminal que se extiende más allá de la mafia —su voz sonaba tensa. ¿Podía confiar en Leonid?— esta en una organización que tiene conexiones con el gobierno y con otras organizaciones criminales en todo el mundo.

Sentí como si me hubieran golpeado el estómago. ¿Cómo podía ser esto posible? Alessandro parecía un hombre honesto y respetable, nunca me imaginé que estaba metido en algo así.

—¿Qué organización?—me animé a preguntar cuando mi voz volvió.

—Se llama "La Orden del Dragón" —abrió la puerta del coche mientras hablaba—. Es una organización secreta que busca el poder y el control a cualquier precio.

Me sentí aterrada. ¿Cómo es posible que mis padres me hayan comprometido con un hombre así?

—¿Cómo se que puedo confiar en ti? —pregunté a la defensiva

Leonid me miró con seriedad y respondió: —Entiendo tus dudas, Gianna. Pero te juro que estoy diciendo la verdad. Mi hermano Alessandro me ha decepcionado profundamente. Quiero protegerte de él y de mi padre —hizo señal para que entre al coche, aún algo indecisa entre—. Mira en mi teléfono —Dijo, sacando su celular, mostrándome imágenes y documentos que revelaban la conexión de Alessandro con La Orden del Dragón—. Confía en mí, Gianna. Estoy arriesgando mi vida para salvarte.