Háblame || Yeongyu

◖Capítulo 17◗

Beomgyu se mantenía tomando con calma el café que le había preparado Sunoo caminando hacia su clase mientras soltaba suaves bostezos, le dio otro trago a su café siendo acompañado por sus amigos, Sunoo manteniéndose a su lado sobando su espalda tratando de que se relajará, y detrás de ellos caminaba Taehyun quien revisaba la tarea del castaño, ambos sabían que se había desvelado haciendo la tarea así que no deseaban que los profesores la rechazaran por algún error. 

—¿Fue necesario dormir hasta tarde?—. Preguntó Taehyun.

Beomgyu llevaba sus aparatos puestos así que este asintió formando con sus manos "Lo fue" con dificultad pues tenía sus manos ocupadas con su café.

Había valido completamente la pena, sonrió para si mismo sintiendo un precioso sentimiento cálido en su pecho, el solo recordar como YeonJun prestaba completa atención a sus manos, escuchar sus curiosas preguntas y ver como este imitaba sus gestos con las manos le hacia sentirse muy feliz. Al final YeonJun solo había aprendido a decir su nombre, y algunas palabras básicas como "Hola" "adiós" "gracias" pero eso fue suficiente para que el corazón de Beomgyu se volcara de emoción por poder ser comprendido aunque sea un poco por su compañero de cuarto.

Aun podía sentir como su corazón bailaba con emoción en su pecho al pensar en el azabache pero quería creer que era solo por la emoción de que este quería aprender algo referente a él, pero sabía que eso no era normal.

—Buena suerte, querido—. Sunoo le acomodó sus aparatos y le quitó el café pues no podía entrar con bebidas al salón de clases.—Nos vemos en el almuerzo.

Beomgyu asintió y se adentró a su clase después de que Taehyun le entregara sus cosas, feliz de tener a sus amigos en ese momento.

Caminó hacia su asiento, y sonrió al ver como SooBin se acercaba a él con una pequeña sonrisa saludándolo con su mano.

—Parece que no dormiste muy bien.—Dijo aquel hombre sentándose a su lado.

"Me quedé despierto toda la noche" Escribió en su libreta sin poder dejar de sonreír, recordar a YeonJun atento a él le hacía sentirse muy feliz.

Iban a seguir conversando pero fueron interrumpidos por el profesor adentrándose al salón de clases, así que ambos comenzaron a prestar atención a la clase, aunque Beomgyu no podía dejar de pensar en YeonJun, estaba muy emocionado.

— ☆ —

YeonJun salió de su clase buscando a Wooyoung con la mirada encontrandolo de inmediato recargado en la barandilla que protegía los bordes del pasillo, este le entregó el café y le miró con curiosidad.

—¿Ya me dirás porque dormiste hasta tarde?—. Preguntó con suavidad el menor con la curiosidad latente en todo su ser—, no eres de los que duermen tarde, esto es algo increíble.

YeonJun chasqueó su lengua comenzando a caminar hacia su siguiente clase siendo seguido por su mejor amigo quien le miraba con una pequeña sonrisa.

—Tuve la magnífica idea de pedirle a Beomgyu que me enseñará lenguaje de señas.—YeonJun suspiró dándole un sorbo a su café sonriendo un poco al recordar al menor—. Me resultó interesante ya que él se muestra muy cómodo con las señas, incluso llega a hablarme con señas pero no logro entenderlo, así que... le pedí que me enseñara.

Wooyoung sonrió aún más pero aun así escuchó al mayor con atención, sin decir nada aún, analizando cada una de las expresiones que mostraba YeonJun al pensar y hablar sobre Beomgyu.

—Se mostró tan entusiasmado cuando le pedí que me mostrara el lenguaje que ni siquiera pensé en la hora, me emocioné al ver como sus ojos brillaban a la vez que me enseñaba—. Hablaba recordando la bonita mirada que le daba Beomgyu cada vez que acertaba alguna palabra que le mostraba.

Recordarlo le daban ganas de ir y apachurrar sus abultadas mejillas.

—Ya veo... ¿Y qué aprendiste?—. Wooyoung le sonrió con calidez.

Eso le agradaba a YeonJun, le causaba confianza, siempre lo escuchaba, y le daba calma con sus suaves gestos, aunque no se podía comparar con la tranquilidad que le daba Beomgyu.

—Solo aprendí mi nombre, y algunas cosas básicas.—Suspiró, al final había aprendido poco pero sentía que era un gran paso en su relación con el castaño.

—¿Y porqué no vas a clases?—. Preguntó con calma el menor—, si tanto quieres entenderlo, ve con un profesional...

—No, si lo pensé. Pero quiero que él me muestre el idioma, se ve tan tierno al enseñarme—. Sonrió encantado al pensar de nuevo en el castaño—. Aunque si podría buscar ayuda profesional, gracias por la recomendación, darling.

—No es nada, darling—. Le sonrió el de piel morena.—Vamos, después ves eso, ahora tienes que ir a clases.

El menor empujó al azabache hacia su salón de clases, y al ver como este se adentraba a su clase le sonrió despidiendose con su mano, sintiéndose satisfecho por lo que le había confesado su amigo, ahora tenía que hablar con sus amigos acerca de él.

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Wooyoung ya notó que el yeyo está enamorado ahdgjshs

¿Les va gustando?

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—Mokka