Capítulo XIV

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Se quita la chaqueta -desnudate cariño, deseo verte de esa manera-

Con el asombro aún en el rostro, voy a responder cuando Lucifer me agarra por la cintura y me sienta sobre la mesa del despacho... Pero no ha dicho que me desnude? Se lanza sobre mi boca deborandola a besos, se siente tan excitante y por unos minutos nos besamos mientras nos tomamos por encima de nuestra ropa.

-Muy bien si seguimos así ya no haremos nada y creo que no tenemos mucho tiempo, si yo me desnudo tú también debes hacerlo- susurro

Veo como sonríe y da un paso hacia atrás, sin decir más veo como se desviste y yo me bajo de la mesa, hago lo mismo hasta que quedamos sin ropa.

-No sabes cuánto te he echado de menos- se acerca y pasa su mano por mi espalda haciendo que se me erize la piel. Jala la silla y se sienta

Sé lo que quiere y llego hacia él sentándome encima y haciendo que entre en mí, escucho como suelta un jadeo... Sí!! Tanto él como yo lo deseábamos y me muevo así como el me agarra de las caderas para que también me mueva. Se oye gente que caminaba y hablaban tras la puerta cerrada mientras Lucifer me poseía, agacho mi cabeza en su hombro y lo muerdo.

-No más secretos entre tú y yo- susurro entre jadeos viéndolo

No para, sigue moviéndome y solo asiente.

-Quiero sinceridad en nuestra relación- vuelvo a jadear

-Por supuesto mi Al, prometido ahora y siempre-

Se escucha que colocan música pero yo sólo puedo disfrutar de lo que siento en ese instante. Sus fuertes manos me tienen agarrado mi cintura la cuál me manejan y yo sólo disfruto de eso.

-Es tu turno- susurra jadeando -soy yo quién quiero sentirte ahora-

Muerdo mi labio, salgo de él y lo levanto. Coloco mis manos en su espalda de una estocada entro nuevamente en él pegándolo a la pared. Observo su rostro cómo lo disfruta pidiéndome más la cuál para mí es música para mis oídos, mis penetraciones las hago más intensas y soy posesivo con él. Bajo mis manos hacia su trasero la cuál lo aprieto mientras Lucifer me sujeta, nuestros cuerpos sudados de estar así sin parar.

Veo que ya está apunto de acabar, me lo dice y aumento más la velocidad. Lo ataco con un beso la cuál me corresponde y a la vez muerde mi labio soltando a la vez un jadeo, su cuerpo se deja ir conmigo y entiendo que ya ha acabado, un poco más logro terminar dentro de él. Camino como puedo y lo hago sentarse en la mesa y yo en la silla mientras nos vemos y recuperamos nuestras respiraciones.

-No puedo vivir sin tí, qué me has hecho?- susurra con una sonrisa

También sonrió -te he hecho lo mismo que tú a mí, enamorarte!-

-Te cogeria en cada rincón de este lugar pero creo que debemos regresar el resto del grupo- veo que se levanta y saca de un cajón servilletas para limpiarnos

-Vaya... vaya señor Morningstar por lo que veo no es la primera vez que usted viene aquí a satisfacer sus necesidades- alzo mi ceja

Se limpia y me ve -no se equivoca Alastor, este local es del padre de Stolas y hemos visitado esta habitación muchas veces para divertirnos y compartir ciertas compañías- sonríe

Me atacan los celos y me limpio también sin dejar de verlo -espero que a partir de ahora si vienes aquí sea conmigo-

-No lo dudes querido, ya sabes que tú eres eres el centro de mi deseo- se acerca y me da un beso

-Pronto abriré tus piernas para que otro esté dentro tuyo mientras yo besa tus labios y me beba tus gemidos de placer- susurro en sus labios

Veo que su rostro se vuelve rojo, jamás lo había visto así y es por el comentario que le hice pero es porque no ha visto cómo estuve jugando en todo este tiempo.

Adicto a tu ser // Radioapple- Appleradio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora