Capítulo XXVIII

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-Porqué no me dijiste antes lo de tu enfermedad?-

-Al, es algo que no me gusta que la gente sepa- murmura

-Por eso siempre me pides que te mire cuando...-

Volteo a verlo y asiente -quiero grabar tu cara, tus gestos, para recordarlos el día que no vea-

El dolor en su mirada me hace reaccionar, me siento a su lado y le agarro las manos -maldito cabezón, yo... yo me he enfadado contigo- agacho mi rostro -te he reprochado tus ausencias, tus cambios de humor y... tú... no has dicho nada- cierro los ojos -Dios! Lucifer-

Me abraza con mucha fuerza, aferrándose a mí sin darme cuenta estoy soltando unas lágrimas. Me tranquiliza hasta que me calmó y me alejo de él.

-No me mires así-

-Cómo?- ladeo mi rostro

-Que te doy pena- mira hacia otro lado

Le agarro sus mejillas -no digas tonterías Luci, no me das pena amor- beso sus labios

Ese día nos quedamos juntos en el departamento compartiendo, viendo películas y mimandonos. Al día siguiente comienzo con fuerzas para ir al trabajo y no pensar en todo lo que ha pasado. Con respecto a Eva no me interesa, me lo dejó claro Lucifer no quiere nada con ella y lo creo. No podemos ir juntos a la oficina, me niego ya que la gente comenzará a dar chismes, Lucifer llama a Andrew para recogerlo y llevarlo a la empresa y yo llego en mi auto. En la cafetería del edificio tomó un delicioso café en compañía de Adam contando todo lo que ha pasado hasta ahora y en eso veo aparecer a Lucifer en compañía de Lute y dos jefes más. Una fugaz mirada de él me hace saber que lo incomoda verme sentada con Adam pero no me levanto, ahora es mi amigo y debe de aceptarlo.

Cuando regresamos a la oficina, me quedo en la que era antigua no permitir subir donde estaba él, me costó mucho para convencerlo pero es lo mejor. Sé que desearía que estuviera allí pero se nos complaria más eso y ante todo está el trabajo. A las 12 sale Lucifer de su oficina, su rostro reflejaba un enojo que nadie quisiera enfrentarlo. Lo sigo con la mirada y de pronto veo que va directo con una chica rubia pero no diferencio quién es la cuál salen de allí... Quién sería? Lilith o Eva?

Después de una hora vuelve a su oficina con él mismo rostro y deseo que me llame a su oficina pero no lo hace, decido ir y toco la puerta hasta que escucho decir que pasen y lo hago y veo que estaba terminando de hablar por teléfono.

-Ahora no puedo mamá. Luego te llamo- se me queda viendo -deseas algo?-

-No hay nadie cerca, dime qué te ocurre?-

-Nada, porqué debería de ocurrir algo?- me ve

Suspiro -Lucifer te he visto salir enojado-

-Y qué?- susurra molesto

Esa forma de hablar me estresa y me muerdo la lengua para no decir más, sin decir más me doy la vuelta salgo de la oficina. Llego a la mía y el teléfono de allí suena, me siento y contesto. Escucho que es él y me pide que suba nuevamente, cuelgo la llamada... Debo de relajarme y no pelear o sino otra vez habrá discusión, lo pienso y suelto un suspiro. Vuelvo a subir a su oficina y cierro la puerta.

-Al... Qué es lo que has venido a preguntar realmente?- me ve jugando con su lapicero en la mano

Me siento enfrente de él y me cruzo de brazos -habíamos quedado en que habría sinceridad entre nosotros y me da la sensación de que hoy no lo hay-

Lucifer hace un gesto afirmativo, sabe lo que le digo, se levanta y me lleva hacia donde está la mesa y me hace sentarme allí -Alastor te juro que no tienes que inquietarte por esa mujer- susurra

Adicto a tu ser // Radioapple- Appleradio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora