Capítulo XI

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-Alastor creo que no es buena idea que juguemos, estás con él y lo que dijimos fue una suposición. Qué harás si no jugó al final con alguien- me ve desde su asiento

Suspiro y camino hacia la mesa -lo siento estoy perdiendo la cabeza-

-Te has vuelto muy activo verdad-

Empuño mis manos -sí, antes de Lucifer no lo era tanto pero ahora...-

-Ahora te has vuelto igual que él- se encoje de hombros -igual que a mí-

-Todo por haberle puesto ese castigo pero necesitaba hacerlo y ahora no lo veré hasta dentro una semana, te das cuenta desde cuándo no he estado con alguien y más cuando lo tengo cerca es una tortura-

Suelta un suspiro -Alastor te has vuelto un buen amigo para mí y de verdad estoy feliz que estés haciendo cambiar al cabeza hueca de mi hermano y debo de admitir que él la a cagado un montón contigo- se levanta y camina un poco -a lo que voy es que sólo por esta vez te complacere y no jugando porque se darán cuenta y le dirán a él. Si quieres será entre tú y yo pero eso sí, si tú te llegas a enterar que él estuvo jugando este tiempo no le vas a estar reclamando porque tú querías hacer lo mismo e incluso hoy estarás conmigo si aceptas mis condiciones-

Me quedo pensando un rato, me pondría muy enojado si en verdad estuvo jugando porque no lo voy a negar pero entiendo que no le puse límites, lo único que quiero es que de verdad sea para mí como tendría que ser y sé que últimamente he estado tan caliente por tenerlo conmigo pero necesito estar con alguien, el masturbarme no es lo mismo y sé que tiene razón Michael -de acuerdo acepto-

-Seguro? No hay vuelta atrás porque no quiero escuchar después que se pelearon por enterarse de cosas y tampoco quiero que vengas y le vayas a decir por despecho que estarás conmigo- se cruza de brazos

-Tranquilo, estoy consciente perfectamente de lo que haré y no poder reclamarle nada a él- extiendo mi mano

Veo que no me la recibe y camina hacia la puerta de la sala cerrandola con llave... Vaya, eso me tomó por sorpresa!! Camina hacia mí con una sonrisa -qué locura haré contigo- susurra

-Sé que lo deseas tanto como yo- lo jalo hacia mí y lo beso, me lo corresponde y ambos buscamos quién besa con posesión

Lo desvisto como él lo hace conmigo y lo volteo haciendo que vea la mesa, le pego una nalgada y me acerco a morderle la oreja y bajo hacia su cuello pasándole mi lengua, sintiendo como se estremece y suelta pequeños gemidos. Separo sus piernas y me agacho pasandole mi lengua en ellas hasta que logro subir y me levanto.

-Abre tu trasero para mí- susurro en oreja

Estremecido ante lo que le dije sus manos agarran cada nalga y las abre para observar su entrada, agarro mi miembro y lo acerco haciendo que entre despacio en él. Caliente!! Se siente y cierro los ojos soltando un jadeo, comienzo a moverme agarrandolo de sus caderas y él se agarra de la mesa inclinándose un poco. Coloco mi mano en su hombro y la otra en su cadera dándole estocadas fuertes y rápidas, en la sala se escuchan jadeos y parábamos cuando pasaban algunos trabajadores afuera. Era mucha adrenalina la que teníamos, lo hago que se volteé y vuelvo a besarlo. Lo cargo y lo coloco en la mesa y hago que se acueste en ella jalandolo a la orilla y le abro las piernas dándole mordiscos en sus muslos para luego entrar en él de un sólo y vuelvo a moverme rápido, veo cómo se tapa la boca con sus manos y cierra los ojos. Lo disfruta como yo lo hago, por un rato más logramos acabar. Me quedo un rato dentro de él mientras me recupero y luego salgo para sentarme en la silla, veo como se sienta y me sonríe.

-Se nota que estabas muy excitado- susurra recuperando su respiración

-Tu crees?- sonrió

Nos limpiamos y esperamos que nos bajara el sudor, después nos arreglamos y salimos de la oficina sin que se dieran cuenta los demás. Paramos en mi departamento y nos quedamos cenando mientras platicábamos, después de unas horas se retiró y yo me quedé acostado pensando en lo que había pasado. Con Michael me doy cuenta que tenemos mucha química para el sexo y eso fue desde el principio pero con Lucifer es diferente, si hay química porque si la hay y demasiado pero me encanta el que me haga suyo como yo a él. Es totalmente diferente el sexo uno con el otro y a pesar de que aprendí a compartir a mi hombre en la intimidad, me fascina y estoy enamorado de él más cuando me habla bonito a pesar de que sea todo serio y frío a veces.

Adicto a tu ser // Radioapple- Appleradio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora