Capitulo 15: ...Doce

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Ozzy se levantó primero la siguiente mañana. Costumbre de cocinero. Tenía que hacer el desayuno después de todo y en ese lugar implicaba checar la graviesfera, usar el fabricador y tratar de hacer que la comida extremadamente procesada supiese mejor de algún modo. Iba entrando a la cápsula con la pesca del día cuando finalmente notó la luz parpadeante en la pared.

-¡Ryley!

-¿¡Qué!? ¿¡Qué pasa!?- se despertó Ryley sobresaltado mientras Ozzy entraba a toda velocidad a la minibase- ¿La radiación? ¿Los Acechantes otra vez?

-¡La radio!

Igual que la vez anterior, los dos entraron pitando a la cápsula y se quedaron quietos una vez frente al foco rojo, apretando el botón para reproducir el mensaje que esté tenía para ellos. ¿Qué les esperaba está vez?

-Esta es una señal de emergencia automatizada desde la Cápsula Salvavidas 12, coordenadas integradas- Era una voz electrónica, diferente a la de la radio pero claramente no humana- Advertencia: La cápsula salvavidas se ha hundido por debajo de la profundidad segura para bucear. No intente rescate sin soporte sumergible.

La voz mecánica calló y ambos quedaron en silencio otra vez. No querían alzar sus esperanzas está vez, no mucho al menos, pero no podían dejarlo sin investigar. Preparando el viaje igual que el día anterior, más un desayuno para Ryley, Ozzy volvió a quedarse atrás mientras el ex jefe de sistemas no esenciales volvía a subir al Seamoth.

-Suerte.

-Gracias, Ozzy. También ten cuidado por acá.

Y así, se despidieron. Las coordenadas de esta Cápsula está vez si eran precisas, así que solo debía ir del punto A al punto B. No obstante, no era solo la profundidad que había referido la radio lo que le preocupaba, también la distancia. El lugar estaba más lejos que cualquier punto que hubiera visitado antes y también atravesaba la ruta irradiada.

Tuvo que pasar por la Meseta Herbacea del norte, y quizas sin quererlo, o quizás por instinto, acabó con la Cápsula Salvavidas 6 destruida en su campo de visión. Ryley se detuvo un momento para contemplarla, como si elevase una plegaria silenciosa para Lilian y Altan, y después simplemente siguió su viaje, otra cápsula esperaba al final, y con suerte, su destino sería distinto.

Pasando la Meseta Herbacea, Ryley llegó a un lugar que jamás había visto antes. Cientos, si no miles de formaciones de coral y lo que parecían  ser hongos de color verde y naranja se alzaban esplendorosas mientras alguna especie de raya de color azul brillante surcaba el mar lentamente en grupos gigantescos, dotando al ambiente de una belleza muy surreal, igual al resto de ese planeta, pero diferente a la vez. Era difícil maniobrar a través de estos árboles de setas, así que Ryley se decidió a seguir por encima, esperando que en cualquier momento la cápsula apareciese en su vista, pero no lo hizo. El bosque acabó, el suelo siguió bajando y con este también bajó la iluminación, volviendo el ambiente muy lúgubre.

-Estoy muy seguro de que aún es de día. ¿Qué tan profundo se puede bajar en este condenado lugar?

Estaba seguro que no le gustaría la respuesta así que dejo de pensar en ello. Conforme se adentraba en esa nueva zona, pudo admirar lo que solo pudo describir como alguna clase de arbusto. Solo que, claro, no era como los arbustos de la Tierra. Estos eran casi perfectamente redondos, azules y tenían motas de un cyan que brillaba en la media luz de las aguas. Además, eran de todos los tamaños. Algunos más pequeños que él, otros que triplicaban en talla al Seamoth o incluso la cápsula de escape. A su lado, pasto rosado neón y oscura hierba marrón contrastaban fuertemente entre ellos. Era probablemente, pese a la oscuridad, uno de los lugares más hermosos que había visto Ryley en el planeta... Una de las vistas más hermosas que había presenciado y punto. No obstante, las plantas no eran lo único que brillaba ahí.

Hope runs deepWhere stories live. Discover now