Hope runs deep

Capítulo 11: La serpiente

- Bitácora de Ozzy. Es el día del accidente. Estoy asustado y no pienso salir de aquí. Hay sombras en el agua sobre la esclusa pero no tengo idea de si son rocas o aliens, y hay cuevas que se ven extrañas cerca.

Solo sabía de ello porque su compañera había sido lo suficientemente valiente para salir de la esclusa bajo el agua. No queriendo cargar más a su compañera de lo que ya lo había hecho, Ozzy había esperado a que esta se quedase dormida para grabar una bitácora de los hechos, lo que sorprendentemente, pasó muy rápido. ¿Se había golpeado la cabeza en la caída? Esperaba que no, o sino tendrían problemas... Más de los que ya tenían. Pero realmente, no podría hacer nada al respecto aunque fuera el caso, y además, tenía que sacar esto de su pecho.

-El Aurora estaba cargando todo lo necesario para construir el Portal de fase: bahías de vehículos móviles, bio-reactores, cañones de propulsión... Tenía un cine, ha...había un gimnasio de gravedad cero. Mi café.

Eso era lo que más le dolía, la perdida de su sueño. Quería llorar, quería contar a alguien lo que había vivido, a Thomas Sanders de la bahía de P.R.A.W.N.s , a Ryley, a Johann y Joseph, a Rosa de Contabilidad, al idiota de Berkeley, algún amigo, alguien. ¿Dios, ellos estarían bien? Solo había visto a uno de ellos entrar a una cápsula, y salvo por la pobre Rosa, ni siquiera había visto a los demás en la cubierta salvavidas. Solo esperaba que de algún modo lo hubieran logrado.

-No entiendo cómo estamos aquí ahora. No entiendo cómo es que nadie viene por mi... Por nosotros.

Su voz se quebró en ese punto, y decidió no decir más. Tratando de ocupar su mente en algo, decidió ponerse a contar las raciones de emergencia. Tenían comida y agua al menos, pero siendo Ozzy un chef y una persona que ha pasado hambre, sabía que eso no era ni siquiera suficiente comida para dos días.

Su compañera despertó pronto. Solo estaba exhausta y no herida , al menos, y no la culpaba. Solo había silencio mientras esperaban un rescate que tal vez no llegaría, y se volvió insoportable antes de la media hora. Así que todo lo que Ozzy pudo hacer fue intentar hablar de algo.

-Conozco a prácticamente todos en el Aurora pero a ti jamás te había visto.

-Ah... Ahora que lo dices, yo tampoco sé quién eres. ¿Tu nombre es...?

-Lawson, Osmund Lawson. Contratista de servicios de clase A. Pero puedes llamarme Ozzy.

La mujer exclamó un gran "Oh" en respuesta.

-Asi que tú eres el famoso Ozzy. Soy Marika Danylo. Asesora de instalaciones deportivas.

Resultó que ella había sido contratada en particular para la idea de Alterra del Gimnasio de Gravedad Zero y su trabajo se limitaba a ayudar a programar rutinas de ejercicio en robots y dar alguna que otra clase.

-Ya entiendo porque nunca nos habíamos cruzado. Jamás puse pie en ese gimnasio. No que no me hubiera hecho falta, je - dijo riéndose al ver su notoria barriga- pero cocinar para un centenar de personas tomaba tiempo. Lo disfrutaba mucho pero aún así.

-Y yo tampoco me pase por tu café, tengo una dieta muy estricta y me daban acceso a ciertas "facilidades" en mi cabina para no romperla.

-Una señorita muy atlética, por lo que veo.

-Más o menos. No fue por iniciativa propia. Alterra quiere incentivar una cierta imagen de "salud física" saliendo de su gimnasio. Hubiera matado por un buen macarrón con queso.

-Iish.

-Creo que da igual ahora, ¿Eh?

Ambos suspiraron, igual de internamente devastados. Ahí iba el esfuerzo y el sacrificio de muchos años. ¿Qué les quedaba? Un futuro incierto o ni siquiera eso. Iba más por el lado de muerte segura. Con esto en mente, la mujer acurrucó su cabeza en la de Ozzy un momento, y este la dejó sin chistar y sin comentarios. Apenas y conocían su nombre, pero en ese momento, eran todo para el otro.