Capítulo 12: Suspiros del Corazón

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Willow y Angelo están recostados sobre la hierba húmeda del Pantano la noche es tranquila, apenas se oyen los sonidos de insectos y el chapoteo lejano del agua. Willow parece abstraída, perdida en un pensamiento profundo. Angelo lo nota y después de observarla en silencio, no puede evitar preguntar:

—Oye, Willow... ¿Qué es lo que te hizo enamorarte de Mortis? —dice con una sonrisa divertida, pero con un toque de curiosidad genuina.

Willow, sorprendida, siente cómo el calor le sube a las mejillas.

—¿Qué? Angelo... yo... —se queda sin palabras, intentando evadir su mirada.

—Vamos, ¡cuéntamelo! Soy tu mejor amigo, ¿no? Además, tienes que decirme qué fue lo que viste en Mortis —añade Angelo en tono bromista, tratando de aliviar la tensión de Willow.

Ella suelta una risa leve, y finalmente suspira, dejando que su mente viaje a esos recuerdos. Cierra los ojos por un momento y comienza a contar:

—Recuerdo la primera vez que lo vi. Fue en la tienda de Griff... Yo había ido por algunas cosas para el pantano, ya sabes, esas chucherías que a veces usamos para decorar. Entonces, el estaba ahí, delante de una vitrina, con ese aire tan... misterioso.

Willow sonríe al recordar la escena, con los ojos brillantes, como si la estuviera reviviendo.

Siempre parecía tan distante, y al principio pensé que solo era una fachada. Pero luego, sin que se diera cuenta, lo observé más detenidamente. A veces, cuando nadie lo miraba, parecía... ¿Cómo decirlo? Triste. Como si llevara una carga que no podía dejar.

—¿Mortis? —pregunta Angelo, visiblemente sorprendido—. ¿Triste? Eso sí es difícil de imaginar.

Willow asiente y continúa

Sí, Angelo. Había una vez en particular que me hizo verlo de otra manera. Fue una noche, cuando me había quedado tarde en la tienda buscando algo y él también estaba allí, como de costumbre. De repente, una niñita se perdió en la tienda, y la vi llorando. Yo pensé en ayudarla, pero, antes de que pudiera acercarme, Mortis la notó. Se le acercó y, con su voz suave, le dijo que todo estaría bien, la llevó de vuelta con sus padres... y entonces, cuando nadie más lo veía, hizo una mueca de satisfacción. Fue tan breve que dudé de haberlo visto, pero... sentí que vi su lado más dulce.

Angelo sonríe, aunque parece contener la risa.

—¿Así que por ver a Mortis de "niñero o de padre" te enamoraste?

Willow suelta una pequeña risa.

No, no fue solo eso. Empecé a darme cuenta de que debajo de ese aire oscuro y misterioso, había alguien más. Alguien que quizás no quería mostrarse, pero que tenía mucha bondad oculta... Así que decidí, no sé... hacer algo. Algo que le recordara que había alguien que lo veía por quien realmente es.

Angelo asiente, animándola a seguir.

Fue cuando se me ocurrió escribirle una carta. No estaba segura de cómo reaccionaría, y francamente, estaba muerta de miedo de que me descubriera. Recuerdo que cuando escribí la primera carta, mis manos temblaban. Me tardé horas en terminarla porque no quería que me descubriera.

Willow mira a Angelo, y este le sonríe con un toque de complicidad.

—¿Y qué pasó? —pregunta él, lleno de curiosidad.

La dejé en su sitio de costumbre. Apenas me atreví a mirar si la había tomado. Pero, un par de días después, lo vi una vez con las cartas en las manos. Parecía... ¿cómo decirlo? Sorprendido, pero también... curioso. Lo vi sonreír ligeramente, y supe que había valido la pena.

Angelo suspira, y al final, con una voz un poco más seria, le dice:

—Willow, todo eso es muy bonito, pero creo que ya sabes que este juego de cartas anónimas no durará para siempre. Quizás, algún día, deberías decírselo tú misma.

Willow asiente, un poco pensativa. No es la primera vez que Angelo le dice algo así, pero al mirar el cielo, bajo las estrellas que se reflejan en las aguas del pantano, siente que, tal vez, algún día podrá armarse de valor.

—Sabes ya es hora de que escriba otra carta —dijo Willow, sintiendo un ligero entusiasmo en su voz, aunque un mal presentimiento la acechaba—. Saldr un rato,necesito despejar mi mente con otra carta.

Angelo alegre al ver a su amiga feliz. En las últimas semanas, había estado preocupada por Bibi, y era un alivio ver que Willow recuperaba su caracteristica energía.

¡Eso suena genial! ¡Nada puede malir sal ! ¿Verdad? —exclamó, tratando de darlemás confianza.

¿Verdad?...¿verdad?....



(Experimenté un poco con este cap, ¿qué digo? Muchooooo... pero ustedes dirán si les agrada un poco el cambio . Además, ¿Quién inventó los trabajos en grupo???? ¡Qué estresante es que no participen ni pongan de su parte! NO voy a repetir el ciclo por su culpa, especialmente cuando esa nota vale el 50% de la nota, haci que toca remontada histórica)

(Además, agradezco que exista el corrector ¡Amén hermano!) 

pd: Tardare un poco en subir los cap. 

:D

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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