capitulo 5: Otro encuentro inesperado

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Después del caótico día en la feria, Willow y Angelo decidieron pasar el tiempo caminando en el pantano aunque , Willow no podía dejar de pensar en cómo Mortis había mencionado las cartas. ¿Acaso había sospechado que eran de ella? Esa posibilidad la ponía cada vez mas nerviosa. Angelo, notando su silencio, no pudo resistirse a hacer un comentario.

—Otra vez pensando en el vampiro, ¿verdad? Vamos, ¿por qué no simplemente se lo dices y ya? Antes de que alguna otra chica lo atrape... como Piper, por ejemplo.

Willow frunció el ceño, recordando cómo Mortis había mencionado a Piper y Shelly de manera casual durante la feria. Aquello había removido una mezcla de inseguridades y celos en su interior.

—Piper está con Rico, no va a pasar nada entre ella y Mortis —respondió Willow, intentando sonar segura. Sin embargo, no pudo evitar que su voz temblara ligeramente.

Angelo se encogió de hombros, sonriendo con picardía.

—¿Y si cambia de opinión? —dijo, saboreando la posibilidad de molestarla—. O cualquier otra. Ya sabes, es un vampiro... el tiempo está de su lado, no del tuyo. ¡Confiesa antes de que te lo ganen!

Willow soltó un suspiro frustrado mientras seguían caminando. La niebla del pantano la envolvía, haciéndola sentir aún más atrapada en sus pensamientos. Por más que Angelo tuviera razón, el miedo al rechazo siempre ganaba la partida.

Al llegar a su cabaña, sus planes de descansar se esfumaron cuando vieron una figura familiar en el pantano. Mortis estaba allí, observando el paisaje, como si analizara algo. Willow sintió que su corazón latía más rápido. ¿Por qué siempre aparecía cuando ella menos lo esperaba? Aunque se sentía nerviosa, no podía evitar acercarse a él.

—Mortis... ¿que haces aqui? —pregunto Willow con voz suave, casi temerosa de la respuesta.

Mortis la miró, sorprendido por verla allí.

—Willow, no esperaba encontrarte aquí —respondió él, con una ligera sonrisa—. Simplemente, necesitaba despejar mi mente. Este lugar tiene su encanto.

Willow sonrió levemente, sintiendo una mezcla de alivio y tensión. El Pantano del Amor, un lugar tan sombrío para algunos, parecía tener un significado especial para ella, y ahora también lo compartía con Mortis. Aunque el momento parecía perfecto para acercarse más a él, las palabras se le quedaban atascadas en la garganta. La presencia de Mortis la hacía sentir torpe e insegura.

La conversación fluyó lentamente, pero el ambiente era cómodo. Sin embargo, cuando Mortis volvió a mencionar a Piper, las inseguridades que Willow había intentado enterrar volvieron a salir a la superficie.

—Ah, sí, Piper siempre está buscando flores raras para su jardín. Me sorprende lo persistente que es —comentó Mortis, casi sin darse cuenta del efecto que sus palabras tenían en Willow.

Ella, intentando disimular su incomodidad, respondió con tono neutral, aunque la inseguridad era evidente.

—Supongo que tiene algo... especial.

Mortis la miró de reojo, notando su tono vacilante, pero no dijo nada al respecto. Willow sintió que el nudo en su estómago se hacía más grande, y sus pensamientos giraban en torno a la idea de que alguien más podría ganar el corazón de Mortis antes que ella.

De pronto, la situación fue interrumpida por Angelo, quien, después de haber observado la escena desde la distancia, decidió intervenir con su clásico toque humorístico.

—¡Willow! Si vas a hablar de flores y vampiros, ¡por lo menos invítalo a cenar! —gritó, con una sonrisa traviesa, provocando que Willow se sonrojara al instante.

Mortis soltó una breve carcajada, aunque no estaba del todo seguro de qué insinuaba Angelo. Willow, por otro lado, sintió que sus mejillas ardían de vergüenza. La interacción había tomado un giro que ella no esperaba, y la presencia de Angelo solo hacía que todo fuera más difícil.

Cuando Mortis finalmente decidió marcharse, Willow regresó junto a Angelo, todavía avergonzada por el momento. Angelo como siempre no tardo en hablar

—Bueno, ¿qué pasó esta vez? ¿Los nervios o el vampiro te dejó sin palabras? —bromeó mientras le daba un pequeño golpe en el hombro.

Willow resoplo, intentando mantener la calma.

—¡Déjalo ya, Angelo! Simplemente... no era el momento adecuado.

Angelo, suspirando dramáticamente, se encogió de hombros.

—Si sigues esperando el momento adecuado, Mortis se va a convertir en polvo antes de que lo sepas, aunque no lo creo ya que es un vampiro jejejjeee .... pero... enserio WIllow debes de hacerlo lo mas antes posible sino lo lamentaras.

Willow sabía que tenía razón, pero aún así, el miedo seguía bloqueando cualquier intento de confesar sus sentimientos. Con esa frustrante sensación, Willow se dio cuenta de que el tiempo no estaba a su favor. Las dudas y los celos se estaban apoderando de ella más de lo que quería admitir.  



Saludos para agustin :)

cartas... Mortis x WillowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora