Álystor.

Despertando de los sueños

—Que dolor siento, ¿qué me ha pasado?—abre sus ojos y se percata de que Eric estaba sentado a un lado— ¡Wow! Se levantó de instinto pero en eso sintió un dolor fuerte y arrasador.
—Calma Alexandra, ayer Brian entró en furia y no uso su magia de una manera correcta y te lastimo el hombro derecho, pero descuida, te hice curaciones en lo que estabas inconsciente.
— ¿Curaci...?—se asoma en su hombro— Ah, ¿pero qué rayos? Me quiero ir de aquí ya—lo dice molesta—.
—No te permitiré ir hasta que hayas escrito mi historia—lo dijo Eric con una mirada de súplica— quizá vaya a ser demasiado tarde y los enigmas de todo, queden sin rumbo en los astros.
—Se quedaron viendo fijamente hacia los ojos.
—Está bien, pero contéstame algo. ¿Cuánto tardará en curarse está herida?
—Quizá 1 mes o 47 ciclos. Recuerda que las heridas con magia tardan más en sanar, inclusive si es tratada la herida con magia.
—Es increíble cómo pasa el tiempo, y como pueden cambiar las personas en menos de un segundo, jamás creí que Brian.
—Yo tampoco Alexandra—la interrumpió hoscamente— yo tampoco. Iré al sótano por si necesitas algo—se levanta de la silla y se dirige hacia la puerta—si necesitas de mi ayuda hecha un grito.
Cerrando la puerta Eric comienza a bajar las escaleras e inmediatamente se percató de la presencia de Brian.
—Espero que vayas a realizar lo correcto Brian, no debiste de haber actuado así, no te enseñé tanto tiempo para que seas una persona con esas actitudes de bárbaro, es inaceptable. Espero que logres cambiar a tiempo porque en verdad yo en estos momentos—lo voltea a ver a los ojos y empezaron a temblar las sillas y ventanas— te odio—dejo de mover todo—. Recuerda que por mí se te está permitiendo vivir Brian, no es por lo que haces, es por mí grábatelo muy bien en tu cabeza. —Continuó dirigiéndose hacia el sótano— Tardaré en perdonarte, pero lo haré si sabes hacer lo correcto, sólo hasta entonces.
—Lo siento maestro, te he fallado—lo dijo entre dientes—será mejor que empiece a pagar por mis actos—se quita su sotana y después agarra un látigo que él tenía escondido—decepción— ¡shuwisp! un latigazo en la espalda—vergüenza— ¡shuwisp! y comenzó a llorar—tristeza— ¡shuwisp!—mal uso de la magia— ¡shuwisp! gemía del dolor—desgracia a mi maestro— ¡shuwisp!—no volverá a pasar maestro, se lo juro.
Eric estando en el sótano decide ir a tomarse un baño, abre el agua de la regadera y esta empieza a caer lentamente. Mientras observaba como caía el agua se queda viendo fijamente en ella y en eso inmediatamente le trajo recuerdos.
"Toc, toc, toc — ¿Quién es?—preguntaba una mujer mientras abría la puerta—Me llamo Eric Árstalon mi señora—tenía la mirada hacia abajo con el pelo desgreñado y con ropa rota— he estado sólo y huérfano por todo el reino. ¿Me podría permitir una ducha en su hogar? No tengo amigos ni nadie que me pudiera ayudar y tristemente no me he bañado en un tiempo largo, ya que no sé cuántos días han pasado—empezaba a quebrarle la voz y a ruborizarse— Le pido por Néstalkor el grande, que me dé la oportunidad—gritando y casi llorando—por favor no me lo rechacé, quizá me enferme de algo si no tomo una ducha, se lo pido mi señora, considéreme.
— Aquella mujer se encontraba paralizada ante semejante situación, en eso un hombre bastante elegante de clase noble se acerca y le habla a su esposa
— ¿Con quién estás hablando esposa mía?—preguntaba con desdén—.
Es un niño—sonreía con ternura— ha estado sólo y viene a pedirme un baño.
—El esposo voltea a ver al niño—.
—No lo sé, no me siento seguro, quizá nos robe. Niños como él suelen ser arpías.
—Yo sé que no lo es esposo mío, hay algo en sus ojos que me dan a entender lo contrario, ven—lo tomo de la mano— pasa, te pondré el agua caliente. —El niño se quita de la mano de aquella señora y salta a darles un abrazo de alegría y rompe a llorar—."
Eric al desconectarse de ese recuerdo se percata de que estaba tirando lágrimas—se agarra el pelo y hace expresión de tristeza y frustración—.
El maestro se mete a la regadera y empieza a ducharse, habiendo terminado se comienza a vestir. Empezó por ponerse una playera negra de vestir, acompañado con un chaleco negro con detalles plateados, después para combinar el vestuario agregó un encaje blanco y un saco negro con detalles de plata por la parte de los botones y un pantalón negro con sus respectivos zapatos negros.