Déjame sanar tu corazón~

XXXVI. Lucía Safrier, una chica diferente a las demás

Narra Damian:

4:56am de la mañana, primer día de escuela y madrugo para que con tranquilidad prepare mis cosas.
Han pasado semanas luego de que había con Demetrius quien por cierto nunca más volvió, pues me había enterado que papá y él "tenían que hacer algo importante que no tengo que estar involucrado". Y bueno pues tengo que obedecer, así que luego de esa charla con mi hermano. Reflexioné de lo que hacía, así que me motivé para salir de mi depresión, tomé largas horas de silencio para tranquilizarme y concentrarme en la respiración. También me habían comentado que no puedo enviar a otros países cartas ni correos, ya que mi padre prohibió el acceso a eso. Charlaba diariamente con la luna, pero por sobre todo aún seguía extrañando a Anya. Cada día más, sentía que mi amor por ella era más fuerte.

Que me motivaba a seguir adelante, y pues aquí estoy. Inspirado en hacer cualquier cosa por volver a verla. Así que me voy a esforzar en el estudio, no solo por mi padre quien me lo ordenó. Sino por mí y aquellos que esperan lo mejor de mí. Como yo espero regresar con Anya.

Luego de acomodar mis utensilios, fui en limusina, en dirección a la escuela prestigiosa; pues hoy es mi primer día.
Llegué temprano, así que luego de algunas horas. Se realizó la ceremonia de ingreso que nos indicaron nuestro salón, grado y compañeros que tendremos. Yo realmente no le di importancia, solo me importaba dar lo mejor en el estudio.
Termino la aburrida ceremonia, y luego de media hora nos dirigimos a nuestro salón quien entró un profesor bastante joven, se presentó. Y así comenzó la clase.

Luego de terminar la clase, que pude sacar buenos apuntes. Que el nivel académico de esta academia no está tan distinguido al de Edén, así que me conformo. Cuando iba saliendo del salón, sentí como muchos de mis compañeros y de otros grados se me acercaban.

-Hola! Tu sos Damian Desmond? El hijo del presidente de unidad nacional de Ostania?- asentí serio- Ah que emoción! Déjame ser tu amiga!!- dijo una chica que no conocía para nada, pero por su actitud ya me caía mal. Conozco a estas personas que buscan algo material de mí.
-Eyy noo, él va ser mi amigo!!- dijo otra chico- verdad Damian?- la mire serio y negué. Odio completamente este tipo de personas.
-Que dicen niñas, el va ser mi mejor amigo, no?- pregunto otro chico, interrumpiendo la conversación que ni quería estar involucrado.
-Cállate Andres, el va ser nuestro amigo y ya!- respondió otra chica.
-Quisiera saber, porque se acercan tan repentinamente a mí para que sean mis amigos?- dije ya cansado de la situación y se quedaron callados- No van a decir nada?
-Es queee... emm pareces un chico inteligente!- respondió eso otra chica.
-Solo eso? Ni siquieran me conocen para estar diciendo mentiras- dije cruzándose de brazos- No me importa su amistad.
-Oye no digas esoo, déjanos ser tus amigas!- dijo otra chica y yo negué repetidamente.
-Que no me interesa su amistad, y estar con personas como ustedes- dije dándome la vuelta para marcharme de ahí.
-Oye!! (Algún día caerás Damian, algún día)- dijo resignada una chica, que escuché pero no me di la vuelta y seguí con mi camino.

Y así pasaron las primeras semanas de clases... dando lo mejor en el estudio con muchas horas estudiando de más. Y en los recreos de la escuela, estar soportando a todos estas chicas y algunos chicos que se acercan y me molestan porque quieren que sea su amigo. Pero yo siempre los termino rechazando, solo buscan utilizarme. Pero ahora no soy tan despistado como para caer en su jueguito. Así que los ignoro, y nunca pero nunca serán mis amigos.

(Amigos como ustedes, Becky, Ewen, Emile y Anya, es difícil encontrar en este mundo)

Pensaba mientras miraba el cielo, así que todo cambió cuando un día, nos asignaron realizar un trabajo práctico evaluación que lastimosamente se hacía de a dos. Le fui a reclamar a la profesora, que quería hacerlo solo. Pero ella, cansada de que todo quiero hacerlo solo, me emparejó con una compañera de mi salón.

Que siempre estuvo presente y nunca me dí cuenta.

Se trataba de Lucía Safrier, una compañera mía que nunca llama la atención, inteligente, es tímida al hablar y entablar una conversación, es callada y preservada. Pero lo que más me sorprende, es que ella es la única que no se acercó a mí, para pedirme que sea su amigo, yo reconozco a todos los que siempre van a pedirme pero nunca la ví a ella. Es como que su presencia siempre estuvo, pero nadie le presta atención.

Así que mientras más pensaba en ella, recordé que mi corazón solo le pertenecía a Anya, así que recompuse la compostura y le dije a la profesora con desgana y desinterés que voy a realizar el trabajo con ella, solo por el estudio no por nada más.
Y bueno me acerqué a ella, quien estaba escribiendo algo. Pensé que era algún apunte así que no le di importancia.

-Oye... mmm Lucía Safrier, no?- le pregunté a lo que ella levantó la mirada y asintió- bueno en el recreo te quiero aquí- le señalé un papel que llevaba conmigo que indicaba un sitio donde no hay tanta gente que transcurra por ahí- este sitio es donde hablaremos sobre el trabajo práctico evaluación que nos asignaron. Te daré los detalles en el recreo, así que no tardes!
-E es ta bi enn- tartamudeó suavemente. Y luego de eso me retire a mi lugar, para que comienze la clase.

Luego de que termine la clase, me asegure que ninguno de mis compañeros se me acerquen o me sigan. Para que pueda tener una breve charla con esta tal Lucía, sobre el trabajo.
Luego de haberme librado de esas personas sin ser visto. Me dirigí al sitio donde cité a Lucía.
Luego de haber llegado la encontré sentada en un banco quien no se sorprendió ni se levantó cuando llegué.

-Bueno pudiste llegar- me dije a si mismo- bueno Lucía nos tocó el tema del medio ambiente- le mostré un apunte de lo que tendremos que poner en el trabajo- acá están los temas y bueno lo haré yo sólo.

-Eh? Mmm pero tu solo? Es mucho por hacer, ya que el tema es complejo y extenso. No es mejor que nos dividamos los temas y lo hagamos separado?- preguntó bajo que creo que ni la escuché.

-No, es mejor que saquemos una excelente nota y no podemos fallar. Asi que quiero que salga perfecto asi que no harás... nada?- dije sorprendido porque de la nada, Lucía empezó a llorar.

-No por favor! Quiero ayudar! Ya sé que soy inútil pero prometo dar lo mejor de mí para que saquemos una buena nota. Solo dame una oportunidad y prometo no fallarte. ¡¡Por favor!!!- dijo sollozando por lo que raramente conmovió mi corazón. Y me sentí culpable por haber hecho llorar a una niña, así que suspire y la mire fijamente.

-Esta bien... te daré un solo tema y si veo que esta bien. Veremos como sigue va?- pregunte secamente a lo que ella me mostró una gran sonrisa brillante, que inconscientemente me quedé viéndola embobado.

(Es... hermosa)
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