XXXVII. Una sincera amistad

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Sigue narrando Damian:

-Enserio muchas gracias Damian!! Prometo no fallarte y daré mi mejor esfuerzo (nunca nadie se me acerca es mi oportunidad de demostrar que no soy una inútil, que no soy rara y que quiero tener amigos con quien poder charlar y pasarla bien, por lo menos uno)- dijo esperanzada mostrándome esa sonrisa que de alguna manera la veo linda y tierna. (Que me esta pasando? Porque me siento así? Me niego rotundamente a que pase esto. No lo puedo permitir!) Me dije mentalmente mirando hacia otro lado y asentí.

-Bueno ya no te emociones tanto, vamos a la biblioteca ahí es más cómodo estudiar- dije en dirección a la biblioteca.
-Si! Vamos- dije alegre quien aun no entendía al cambio radical de esta niña, pero bueno no le pondré importancia.

Llegamos y nos sentamos un poco lejos de los demás, y empezamos a buscar en medio de las estanterías, libros que nos servirán para nuestro trabajo del medio ambiente. Terminamos de juntar los libros y nos sentamos en nuestra mesa.

-Bueno ya que tenemos los libros, comenzarás con este tema- le señaló el que le toco- te toco el "Uso del suelo" y bueno yo empezaré con la "Biodiversidad", te parece?- le pregunto y ella asiente feliz.
-Si me parece genial, gracias!!- dijo Lucía y cada uno empezamos a completar el trabajo.

25 minutos después, Lucía me llamó la atención. Y me mostró su parte del tema ya completo. Me sorprendí un poco, ya que era un poco extenso el tema. Agarre su temas y empeze a leer lo que puso. Y nuevamente me sorprendí ya que estaba bien redactado y explicado que pensé que Lucía es muy inteligente.

-Mmm veo que te fue muy bien, eres muy inteligente la verdad. Como nos queda poco tiempo de recreo. Nos retiramos y vemos como seguimos con el trabajo, esta bien?- le pregunte que de nuevo sonrió.
-Si me parece muy bien!- respondió entusiasmada, a lo que volvimos al salón. Cuando termino el recreo.

Terminaron las clases del día, a lo que me junté con Lucía para debatir como seguiremos con el trabajo que de entrega en 2 días. Ya que hoy es viernes y el lunes se entrega el trabajo, tendré que encontrar alguna forma de terminar el trabajo, pero es mejor hacerlo temprano así que no nos retrasamos en entregarlo.

-Y bueno que sugieres Damian?- pregunto curiosa Lucía a lo que le respondí.
-Creo que es mejor terminar el trabajo en alguna casa, no crees? (¡¿Qué dije?!)- respondí arrenpentiendome, no creo poder invitarla a mi casa. Lo tengo prohibido.
-Mmm me parece bien, quieres ir a mi casa? Así no molestamos en la tuya y no tendrás problemas con tus padres, no?- me dijo dulcemente que asentí y me quedé viéndola. (Me hace recordar a Anya, quien siempre encuentra una solución cuando pienso que todo está perdido)- Bueno...- sacó un papel, anotó algo y luego me lo dió- aquí esta la dirección de mi casa, espero que puedas ir a cualquier hora. No me preocupas pero te sugiero que sea a la tarde. Bueno nos vemos Damian!!- dijo para luego irse en el auto que la estaban esperando y se marchó.

Y me quedé ahí, pensando luego de varios minutos si de lo que estoy haciendo esta bien. Me contradigo que lo que piense de ella está mal y que tengo que encontrar la manera de dejar pensar así. Así que me dirigí a mi casa, y luego de cenar, bañarme y estudiar. Charla con mi amiga, la luna. De mi día distinto al de los demás, y teniendo un pequeño rayito de esperanza que Lucía es diferente a las y los demás.
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Ahora me encuentro, frente a la casa de Lucía dudando si tocar la puerta o no. La casa esta muy bien diseñada, no es tan grande ni tan chica. La veo normal. Asi que luego de pensarlo mucho, toque la puerta que luego de 2 minutos me abrió una gran señora que no parecía adulta, me miró y me preguntó quién era.

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⏰ Última actualización: 12 hours ago ⏰

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