Luego de un tiempo de ser el fan número uno de un creador de contenido para adultos, Yoongi se siente lo suficientemente enamorado de esa persona desconocida, se vuelve fiel y leal a todo el contenido compartido de J-hope, su ídolo sexual.
Hasta que...
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Abriendo la lata haciendo sonar el gas escapando, Hoseok dio un gran sorbo de la cerveza que Jimin había comprado antes de llegar a su departamento.
Su amigo estaba sentado junto a él, en el nuevo sofá que había comprado y que había llegado esa misma tarde. Estaban estrenando el mueble, sentados cómodamente mientras que cada uno disfrutaba de la bebida.
—Supuse que era una muy buena idea traer esto, porque creo que todavía sigues muy angustiado por ese fan que te reconoció.
Hoseok movió la cabeza lentamente en negativa.
—No es tanto por eso, amigo, se trata de Yoongi. Me aterra pensar que él pueda darse cuenta, que lo pueda descubrir.
Subiendo los pies, Jimin se sentó en posición de flor de loto.
—Es que ya debería saberlo, Hobi. Incluso ya son novios y parece que él quiere algo formal, no una relación de juego.
—Es es que complicado, Jimin, Yoongi es un hombre elegante y educado, es obvio que él jamás se relacionaría con alguien que se gana la vida masturbándose para vender el contenido en internet.
—Pero será peor si lo descubre de otra manera, ¿no? Es mejor que tú se lo digas...
Bebiendo otro sorbo, suspiró profundo.
—No quiero perderlo... ¿Pero que hay de ti? ¿Ya hablaste con tus dos hombres?
Jimin inclinó la cabeza hacia atrás, recargándola en el respaldo.
—No te imaginas, Hobi... Ya hablé con Taehyung y lo tomó bastante bien, dijo que sonaba interesante.
—¿En serio? Eso es bueno, ¿verdad?
Bajando los pies, Jimin chasqueó los labios.
—Un poco... el problema es Jungkook, él no lo tomó bien —informó desanimado—, dijo que prefería que la relación solo fuese de dos...
A su lado, su teléfono celular iluminó su pantalla, Hoseok lo tomó sin perder la atención de la conversación.
—¿De verdad? Creí que Jungkook lo tomaría bien, ya que él tiene la mente más abierta.
—¡Yo igual!, creí que sería fácil, pero no. Ahora no sé qué hacer.
—Vas a tener qué decidir, ¿no?
Nuevamente la pantalla se encendió. —No quiero decidir, quiero intentar hacer que Jungkook lo intente. Tendré que pensar en algo, ¿quién es? —preguntó al ver que su amigo no revisaba.
—Debe ser mi Yoongi, seguramente ya salió de la oficina. Dame un momento —presionó la opción de llamada en su contacto y se llevó el aparato a la oreja—. Hola, Yoonnie...
—Hola, Hoseokie, ¿cómo estás? Acabo de llegar al edificio.
—Estoy bien, cariño. Jimin vino a visitarme, ¿te gustaría pasar a beber una cerveza con nosotros?
