Cuando Sarah se marchó, me quedé un rato sentada en la arena. Respiré profundamente la brisa marina y, sentí como me renovaba por completo. Observé el amanecer mientras el sol asomaba por el horizonte. Sólo estábamos el mar, mis pensamientos y yo. No había nada más.
Decidí que era la hora de volver a casa porque cuando John B despertara, se preguntaría dónde estaba y, no quería preocuparlo. Con todo lo que estaba pasando en mi vida, si se despertaba y no me encontraba allí... Se volvería loco.
Cuando llegué al château, la furgo seguía afuera. John B seguía en casa, y me preguntaba si aún estaría dormido. Al entrar, me encontré con los chicos en el salón. Pope, JJ y John B me miraban fijamente.
—¿Se puede saber de dónde vienes tan temprano?—dijo, mi hermano, preocupado.—Creía que estabas durmiendo en la habitación.
—No podía dormir, así que me fui a ver el amanecer a la playa. Necesitaba pensar y... ¿a qué no sabéis a quién me he encontrado?—dije con tono de adivinanza.
—Como digas a Rafe Cameron...—respondió JJ. Pude notar cómo se le tensaban todos los músculos del cuerpo mientras apretaba los puños.
—No jodas, ¿te lo has encontrado? —dijo Pope, sorprendido, esperando mi afirmación.
—A su hermana. Me ha contado que esta noche celebran una fiesta en casa de su novio, Topper. Y estamos todos invitados. —dije, medio sonriendo.
Los chicos se me quedaron mirando perplejos, sin saber qué decir. Se miraron entre ellos y, todos juntos empezaron a lanzarme una lluvia de preguntas.
—Espera un momento. ¿Me estás diciendo que Sarah Cameron, la princesa kook, nos ha invitado a cinco pogues a la fiesta de su novio, en el barrio kook? —preguntó mi hermano.
—Suena a trampa, tíos. No me gusta para nada. No es seguro, es territorio enemigo, colegas. No, ni hablar. —JJ se negó, cruzándose de brazos.
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Corazones en la marea | JJ Maybank
FanfictionEn el caluroso y agitado verano de Kildare, Bea, la hermana pequeña de John B, se ve atrapada en un torbellino de emociones cuando sus sentimientos hacia JJ Maybank, el mejor amigo de su hermano, empiezan a florecer. Entre risas, discusiones y la c...