Capítulo 7

633 47 0
                                    



Es jueves y las cosas no podrían ir peor. De Beth y Roxanne no he sabido nada, mis pesadillas han regresado, el recuerdo de Liv me persigue,  no he dormido en dos días, me encuentro sentado bajo un árbol, fumando mientras intento descansar mi mente y así poder soportar sin dormir.

-Creo que el hábito de fumar va aumentando con los años - dice una voz familiar, abro los ojos y la veo, ahí sentada junto a mí.

-¿Liv? - pregunto con un hilo de voz.

-¿Qué te ocurrió Shane?, has dejado que los errores del pasado te consuman, llevas años muriendo.

-Es lo que merezco, lo merezco por haberte arruinado la vida.

-Estas arruinando la tuya - menciona con reproche, se levanta y se va.
Siento la piel de mi mano arder.

-Liv, Liv - digo intentando que se detenga, mi mano sigue ardiendo, quema.

Abro los ojos, soltando el cigarrillo que ha quemado entre mis dedos.
Me quedé dormido, todo fue un maldito sueño.

Me levanto del césped y voy hacía el estacionamiento.

Manejo sin rumbo fijo, mi velocidad es lo doble a lo permitido.
Llego a la antigua casa de Liv, me siento en la acera, justo de la manera en que lo hice cuando ella se marchó.
Han pasado años y aún siento ese dolor desgarrador, nada de lo que he hecho lo ha sanado, nada parece funcionar, todos los tatuajes, los pares de piernas pasajeras, los cigarros consumidos, todo carece de sentido.
Llevo años muriendo, tal y como lo dijo Liv en el sueño.
No tengo una razón para vivir, no tengo motivos de felicidad, ni siquiera tengo noches de sueño tranquilas.

El cielo ha oscurecido, levanto la cabeza para ver las brillantes estrellas, es entonces que me percató que he llorado, mi rostro está mojado por mis lágrimas, estoy tan muerto.

Flashback

-¿Que estas haciendo mami? - le pregunto entrando en la cocina.

-Estoy preparando brownies mi amor - me dice sonriendo - en unos minutos le hablas a tu padre para que venga a cenar - yo asiento, es tarde, las estrellas estan apareciendo en el cielo, miro atentamente por la ventana de la cocina y sonrío al ver a la luna salir de detrás de una nube.

-¿Mami crees que algún día llegue a tocar la luna? - le pregunto.

- Querido - me dice abrazandome por la espalda - "no me pidas la luna, nosotros tenemos las estrellas" - me dice y me da un beso en la mejilla.

-Extraña pasajera - le digo sonriendo, es su película favorita, la hemos visto muchas veces.

-Siempre tendremos las estrellas.


Camino por la universidad, mis pasos son pesados y lentos.

Llevo aproximadamente 3 días sin dormir, estoy tan obsesionado por saber quien es la chica que vi afuera de la casa de Miles es.

-Te mantienes ahí adentro demasiado tiempo, ¿no? - enfocó mi mirada y encuentro a Sheila frente a mí, una vieja amiga de la preparatoria, esta sonriendo, parece casi imposible que llevemos casi un año sin hablar.

- Hola Shei - saludo tratando de sonreír.

-Luces mal.

-Gracias.

-¿Qué sucede? - pregunta preocupada.

-¿No hablamos por un largo tiempo y esperas que ahora llore en tu hombro todas mis penas?

-Vaya, veo que los cigarrillos han terminado con tus neuronas - responde sonriendo -¿hay algo en lo que te pueda ayudar?

-Realmente no.

-Vamos Shane, dejame devolverte el favor que hace años me hiciste.

-No hice nada por ti.

-Me escuchaste - suspiro derrotado - pero entiendo la negativa, como sea me dio gusto verte - se despide con un abrazo y se va, de pronto me quedo recordando la preparatoria y todo lo vivido, y algo en mi mente salta.
LIV, no estoy segura si realmente era ella la que salió de la casa de Miles, pero si es así, ella podría ser la respuesta.

Toco la puerta de la casa de Miles, se escuchan pasos débiles al otro lado.

Me recibe Roxanne, su rostro está golpeado y puedo notar que está avergonzada.

-Hola Shane - saluda dándome un abrazo, no hay rastro de Miles, la busco con la mirada - se ha ido  - explica cuando nota lo que hago, asiento lentamente, ella me permite pasar.

-¿Fue tu padre? - pregunto refiriéndome a los golpes.

-Si, a venido por Beth, no se lo permitimos y me llevo a mi, Miles fue tras de él y bueno las cosas no salieron demasiado bien - su voz se quiebra un poco - entiendo porque has hecho tanto por Beth, pero lo agradezco muchísimo, es evidente que no sé cuidarla.

- No podías evitar que tu padre viniera, no es tu culpa y no agradezcas, esa pequeña ha logrado tocar mi corazón, la quiero mucho.

- Pareciera que más bien, quieres a lo que te recuerda.

-Puede que tengas razón, Beth me recuerda una época de mi vida a la que quisiera volver - confieso cabizbajo.

-Cualquiera que te vea puede decir que tienes el corazón roto, desde la primera vez que te vi, lo supe.

-El alma, tengo el alma rota, y bueno algunos no nos esforzamos tanto para ocultar nuestras cicatrices - respondo haciendo referencia a ella y la apariencia que da en la universidad.

-Si no hiciera eso, no tendría una vida normal en ningún sentido - se levanta del sillón y va a la cocina - desde los cinco años he vivido con un padre borracho que nos golpea a la menor provocación - regresa con dos vasos de agua, me ofrece uno.

-Gracias - digo por el vaso de agua - ¿que sucedió aquella vez en el bar? - pregunto cauteloso, ella se tensa, da un suspiro y entonces responde.

- Papá tuvo uno de sus episodios violentos, así que una vez dormida Beth y dormido él, decidí que podría ir un rato a divertirme y me encontré con este chico que ni siquiera puedo recordar su nombre pero estoy segura que lo he visto en la universidad, me ofreció un trago, lo acepté y unos cuantos más, entonces me tendió una pequeña pastilla y la tome sin pensarlo - parece avergonzada, entonces sonríe un poco - ¿tú acostumbras dormir en el parque?

- Cuando no consigo dormir salgo a caminar y esa noche me senté un momento y perdí la noción.

-Entiendo, perdón por la forma en que me acerque, tenía mucha curiosidad - sonríe como una niña pequeña, en ese momento es como si Beth hubiera crecido de un minuto a otro, son muy parecidas, nota que la miro fijamente y se pone nerviosa, comienza a juguetear con sus manos, sonrió ante ese gesto.

-¿Vivirás aquí por siempre? - ella niega con la cabeza pero no dice nada - cuídate mucho Roxane - lo digo a forma de despedida y ella lo nota, sus ojos se vuelven más grandes por la sorpresa, no es como que seamos amigos pero supongo que podríamos serlo, en otro momento quizá, me levanto y salgo de la casa.

El pasado de ShaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora