First Class ||TK||

Arco III: Eros

«Me desvanezco. Desfallezco. El aire abandona mis pulmones y siento el peso de mi propio cuerpo hundirme. Me sumerjo hasta que mi cuerpo toca fondo y entonces, dejo de respirar.

Lo siento abrirse paso por mis entrañas, atraviesa mis pétalos y rompe mi barrera. Uno, dos, tres estocadas. Siento que algo dentro de mí se rompe, algo en mi cuerpo cambia y me estremezco, me remuevo bajo su cuerpo, siento su calor sobre mí, lo errático de su respiración. Su consideración ha llevado su corazón a mi centro. Lo siento palpitar, bombear la sangre de mi barrera rota, me mira. Quiere asegurarse de que me ha tomado por completo.

Le entrego mi castidad, mi tesoro más preciado es profanado por él. Una sombra inyecta su mirada. Veo su hambre, su necesidad. Mis paredes lo aprietan. "Que no se vaya" es lo que pienso, "Que nunca tenga una razón para separarse". Su carne se fusiona con la mía, lo siento gotear y entonces me somete. Me hunde más. Puedo sentir más allá del fondo, siento el vacío. Me penetra, siseo, trato de buscar el aire, algún soporte. Algo. Mis uñas abren su piel mientras me asfixio de éxtasis.

Mis piernas dejan de pertenecerme, mi barrera desprendida ahora es suya. Entrego mis entrañas, me pongo a su merced. Dentro, tan adentro...

Y entonces, comienzo a flotar. La marea me arrulla mientras la última estocada me lleva al cielo. Su semilla pinta mis entrañas a su gusto, fecundando hasta lo más profundo, hasta donde la razón me permite imaginar.

Tan adentro...

Sus jadeos me traen de regreso, su saliva goteando sobre mi lengua, su aroma a sudor, a él, a mí. Me siento empapado, me siento suyo.

Vuelvo a respirar. Mis ojos se abren. Y lo veo a él. Su sola mirada me hace sentir completamente suyo y deliro de placer, me derramo de gozo.

Y él se sigue moviendo a la par de los minutos, de los segundos, de las horas.»