La mecánica -James Maslow y tu- Terminada

Capítulo 16

James: Estás preciosa cuando te sonrojas, creo que voy ha decirte cumplidos más a menudo.

Tn: Cállate- dije dándole un golpecito en el hombro.

James: Está bien- dijo levantando ambas manos- ¿vamos al coche?

Tn: Claro, ¿conduces tú?- dije enseñándole las llaves de mi coche.

James: ¿No te importa?

Tn: No, además, quiero ver lo que has aprendido.

James: Sí, si quieres, claro.

Tn: Y... ¿tienes carnet?

James: No...

Tn: ¡James Maslow rompiendo las normas!

James: Es por tu culpa, eres una mala influencia- dijo cogiéndome de la cintura y pegándome a él.

Tn: Pero así me quieres.

James: Eso ni lo dudes- volvió a besarme.

Tn: Anda- dije una vez que nos separamos- vamos a cenar.

* * * * * * *

Narrador omnisciente:

****: ¿A dónde vais, parejita?- susurró para sí mismo dentro de su coche, mientras observaba a James y a Tn metiéndose en el de ella- Averigüémoslo.

Puso en marcha su coche y fue detrás de ellos.

* * * * * *

Narra James:

Tn y yo ya estábamos en el restaurante.

James: Y... A parte de arreglando coches... ¿Cómo te ganas la vida?

Tn: Tendrás que averiguarlo- respondió.

James: ¿De verdad no me vas a decir?

Tn: No lo sé.

James: ¿Por qué me odias tanto?- pregunté en tono divertido.

Tn: No te odio, al menos ya no, por cierto, no conduces mal.

James: Gracias, tu hermano enseña muy bien.

Tn: Es el mejor.

James: ¿Me ayudarías a conseguir un coche?

Tn: ¿De verdad quieres uno?

James: Sí, creo que empieza a gustarme esto de la velocidad.

Tn: Venga, James, solo has dado unas cuantas clases, ¿sabes lo que es conducir a 250 Km/hora?

James: ¿250Km/h?- pregunté sorprendido.

Tn: Sí, eso si que es conducir de verdad, cuando te subiste conmigo al coche en aquella carrera callejera competíamos contra aficionados, no íbamos muy rápido.

James: ¿Me enseñarías?

Tn: ¿De verdad te gustaría?

James: Me encantaría, a demás, me encantaría ver las caras de mis amigos cuando vean que conduzco mejor que ellos.

Tn: Jajaja, vaya, James Maslow no es lo que parecía, pero, el mundo de las carreras, para nosotros, no se basa en los coches, los motores...

James: Y... ¿En qué se basa?- pregunté.

Tn: En la falimia.