Nick dirigió la mirada también hasta mí mientras Finn seguía perdido mirando en la misma dirección. Me apresuré en cerrar las cortinas sin remordimiento alguno. Dejé caer mi espalda sobre la ventana. Todo comenzaba a ser extraño. Decidí mover una pequeña parte de la cortina para verlos, pero desgraciadamente ninguno seguía ahí.
La noche calló en Seattle y no tenía la certeza de cuando volverían mamá y papá. El auto de Finn seguía en su lugar y no los volvía ver en toda la tarde. Papá llego al cabo de unos minutos, pero no mencionó nada. Su expresión se veía molesta. Lo último que quería es que el tuviese un problema con el señor Clark. Habían pasado toda la tarde juntos.
-Lizzie, tu madre llegará tarde –Avisó papá mientras se dirigió a su recamara. Seguramente también estaba preocupado por mamá. Ella se había estado ausentando demasiado.
Subí a mi cuarto. Todo estaba tranquilo. Las luces de la calle estaba encendidas así que yo opté por apagar las mías. Salí a la terraza y al observar todo me daba cuenta de que mientras más tiempo estuviera acá más ganas tenía de descubrir lo que me esperaba ahí afuera. Tal vez no ahora, tal vez no mañana, pero sí algún día. Las cosas a nuestro alrededor dan vuelta y no podemos detenerlas al final del día solo debemos aceptar lo que somos, lo que nos ha tocado vivir y en lo que estamos dispuestos hacer para conseguir nuestra plenitud.
La noche era fría, y decidí entrar. Al dar la media vuelta, mi pie fue protagonista de un extraño sonido resbalando por el suelo. No podía ver nada y me adentré rápidamente hasta mi cuarto para prender la luz. Volvía la terraza y en el suelo había un pequeño sobre blanco. Le abrí y lo leí.
"Hoy no parecías asustada. ¿Cuál es el mejor momento para conocer a alguien, Elizabeth?, creo que eso ni tu ni yo lo sabemos. No debiste cerrar la cortina pues fue la mejor vista que tuve en mucho tiempo. No necesitas lo que atrás dejaste, ¿quieres olvidar lo que se siente estar ahí dentro, no? Es tu oportunidad".
Pensé en barias posibilidades de que hubiese sido Amelia, pero claramente ella optaría por algo más práctico que escribir. Visitarme. Pensé en Finn, pero claro que no. Apenas volteaba la vista hacia mí. Pero luego pensé en Nick, hoy nos habíamos divisado. Pero claro... esto se taba de una tonta broma de Finn y su grupo, pero no podía descartar el hecho de que Rebecca se diese el tiempo de hacer algo como esto. Si cree que seguiré su juego de cartitas está demasiado equivocada. Sin más, rompí aquella carta con mis dos manos. Estaba realmente molesta.
El coche de mamá se estacionó en la vereda. Corrí hasta adentro y cerré la ventana de mi terraza. Me propuse bajar las escaleras pero su voz alarmante me interrumpió llegando hasta la mitad de las escaleras.
-¡¿Cómo qué la busca? –Dijo mamá tratando de guardar calma mientras susurraba. Dejó su bolso en el sofá de la entrada.-Te dijimos que no queríamos saber nada de ti ¿entiendes? –Volvió a repetir. Paso su mano por su frente algo frustrada – Tu solo asegúrate de que no sepa nuestro paradero –Luego de pronunciar aquello cortó la llamada dejándose caer en el sofá. Caminé hasta abalanzarme sobre ella. Me sonrió mientras me abrazaba.
-¿Qué es lo que sucede, mamá? –Le dije. No me gustaba verle de esta manera. Su mirada se volvió aún más oscura y melancólica.
-Nada cariño, solo problemas que no entenderías. Marta y Amelia hoy pasaron a la pastelería –comentó –¿Tu padre está descansando?-Sí...lo está. Hoy salió a beber unos tragos con el señor Clark. Volvió hace algunos minutos. Supongo que se sentía cansado –Le dije. Me levanté del sofá dejándole medio respirar.
Subí a mi habitación. Esa noche no bajé a cenar con mamá y papá. Las cosas comenzaban a mezclarse. Lo estuve pensando. Saldría una vez más. Iría con Amelia esta misma noche. Esperé a que mis padres se durmieran.
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Desde mi ventana.
Teen Fiction"Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado . Aceptaras incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitaras perdonarlas. Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma…descubrirás que llev...