Se encontraban comiendo con tranquilidad todos los presentes junto a los reos. Para Sai, Hayate, Kahyō, Yamato y demás Anbus no era incómodo. Kakashi se encontraba aún ausente. Aki se sentía un poco incómoda, no se encontraba segura si era por lo ocurrido minutos atrás o la presencia arbitraria de aquellos reos. Al tener tan agradables visitas, Kahyō olvidó por completo que ella debía también comer.
La presencia de aquella mujer que había llegado hace poco a la Prisión de Sangre había creado un ambiente acogedor. Las discusiones y peleas entre reos habían finalizado. No había desorden, todo estaba perfectamente organizado. El aspecto de cada uno era mejor, todos limpios y bien presentables. La alimentación y salud de ellos mejoró. Personalmente Kahyō hablaba con los sentenciados acerca de su situación actual y pasados crímenes. Ellos necesitaban desahogarse con alguien y que verdaderamente tratara de comprenderlos y no humillarlos nuevamente.
Usualmente se reunían todos y realizaban diversas actividades como escuchar a la mujer que tocaba una flauta hecha de hielo o cultivar plantas junto a ella. Las labores diarias de ella eran sinónimo de tranquilidad y alegría similar a la que transmite sólo una madre. Apreciaban acompañarla en la limpieza, cocina y todo lo relacionado a su trabajo como Señora de La prisión de Sangre.
Había ganado su apreció, el aprecio de los peores criminales, menos de uno, pero ella aguardaba hasta que él se cansara de esa vida y los acompañara. Los Anbus se sentían agradecidos de trabajar junto a ella y ciertamente era difícil precisar si era realmente un castigo el trato que Kahyō les daba. Claro, la justicia no quedaba a un lado, pero en momentos así parecía que hasta a ellos les sonreía.
Los ojos del peligris, al entrar al comedor, se posaron inmediatamente en la peliazul. Sin que nadie lo observara, él la miró sentada, tan tranquila y alegre con sus compañeros. Ella se encontraba arreglando su cabello un poco al colocar una diadema sobre su cabeza dejando su rostro totalmente descubierto y con sus delicados rizos sobre su espalda.
Ella continuaba ahí sonriendo, y al hombre se le escapó un suspiro. No vestía el Yukata del día anterior, tal vez era para mostrar profesionalidad al Hokage y vestía nuevamente prendas que utilizaban los Anbus. Estas eran un tanto especiales para él debido a que eran blancas. Aquellas las había utilizado en el Tobishachimaru.
Su calidez era sin duda aún contagiosa y con ella sentada ahí frente al él, pudo recordar por qué sencillamente la noche anterior no pudo dormir. Ella era la razón y la seguía siendo. Incluso esa mañana cuando después de una ducha con agua fría segundos antes de que el sol saliera, él miró su rostro desnudo frente a un espejo y más abajo de sus ojeras se encontraba una disimulada y delatadora sonrisa. Se visitó y salió en busca de un lugar para recostarse, el frio tranquilizaba su mente y relajaba su cuerpo, era como estar junto a ella. La briza acariciaba su cabello y estaba acostado bajo un árbol de cerezo que no florecía.
A paso firme y con manos en sus bolsillos avanzó dentro del comedor.
--Buenos días, disculpen la tardanza pero me desvié al encontrar un gato perdido pero he sido yo quien finalmente se perdió.-- mintió con un tono despreocupado. La mentira era muy evidente, no había ningún gato en aquel lugar, pero nadie lo cuestionó. Una risa llena de alegría e incredulidad se posó hasta los oídos del Sexto Hokage.
--Aquí no tenemos gatos, estamos muy alejados de la civilización, como para que animales así (domésticos) nos vengan a visitar.-- aclaró Kahyō mientras se burlaba de aquella tan mala mentira.
Fue algo un poco extraño verla reír así, lo seria y tranquila que era se había esfumado. Por un momento era como una niña que discutía con su padre acerca de cómo nacen los bebés, claro, en esa edad en la que dejan de creer en la cigüeña. O tal vez era como una madre al escuchar a su hijo mentir de una manera tan absurda.
ESTÁS LEYENDO
Es cierto. En poco tiempo llegará la primavera. (Kakashi) (PAUSADA)
Fanfiction"'Estimado señor, como el Rokudaime Hokage-sama, ¿Cómo has estado? En cuanto a mí, estoy siendo presionada por mi trabajo diario. Sin embargo, día a día, mientras que la temporada está empezando a mostrar signos de convertirse más en la primavera, e...