Capítulo 3 - Embriagador, agradable y tenue aroma

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Llegaron a la entrada de la prisión. El viento helado despeinaba a Kahyō y el gorro de la sexta sombra de fuego, quien ya se encontraba a pocos metros del lugar, por poco se va con aquella helada corriente. El sitio era oscuro, pero la mujer traía en sus manos una lámpara de aceite. Con ella bastaba para alumbrar todo el lugar.

Haciendo una seña con sus manos, ella indicó que entraran lo antes posible al castillo, la prisión. Una gran y peligrosa tormenta se acercaba. Los shinobis hicieron caso a su petición e ingresaron inmediatamente al perímetro. Las aves ilustradas por Sai se esfumaron con el viento. Subieron las escaleras hasta llegar donde ella los esperaba. Entraron y la gran puerta puerta de madera de la prisión finalmente se cerró.

Todos miraban sus vestimentas, con sus manos dispersaban la nieve que se encontraba sobre ellos hasta que finalmente alzaron sus miradas.

Kahyō los recibió con una sonrisa --Buenas noches y bienvenidos Hokage-Sama y sus acompañantes.- Sus ojos brillaban de alegría al tener tan esperadas visitas.

--Kahyō, muchas gracias por recibirnos tan de repente y sin previo aviso, pero era importante que hoy viniéramos.--aclaró Kakashi mientras retiraba el gorro de su cabeza.

–-Senpai, la tormenta no nos permitirá regresar a la aldea esta noche.-- se dirigió hacia él su ex compañero en Anbu.

–-Si desean podrían pasar la noche aquí y mañana revisar las instalaciones y mi trabajo. La verdad no sabía de su visita hasta hace una hora que llegó su mensaje, pero hay alimentos y podrían descansar en una habitación que hay en el edificio principal.--dijo la actual señora de la prisión mientras encendía las luces del lugar.

La más joven del equipo seguía pensando acerca de los acontecimientos ocurridos unas cuantas horas antes. Kakashi miró el rostro de la muchacha que se encontraba en dirección hacia el piso y aceptó.

--Creo que descansar aquí no nos vendría mal, tuvimos un largo viaje y por el momento todo se encuentra en orden dentro de la aldea.-- agradeció la hospitalidad de la ojos color miel y ella apagó con un suspiro intencionado la lámpara.

Se dirigieron hacia el comedor de la prisión mientras que Kahyō caminó hacia la cocina para calentar la comida. Uno de los guardias de la prisión los guió hacia una mesa. Era un Anbu de Konoha, retiró la máscara de su rostro y les preguntó si deseaban comer. Ellos no negaron su agradable acogida y aceptaron. El hombre aclaró que era comida elaborada por Kahyō y que era muy sencilla así como era el también el alimento de los prisioneros y de quienes trabajaban ahí pero que tenía muy buen sabor.

El castaño caminó hacia la cocina para ayudar a la mujer a servir los alimentos y colocó primero 4 platos de sopa sobre la mesa. Ella continuó sirviendo los alimentos con la ayuda de aquel Anbu llamado Hayate. Él sin duda disfrutaba estar cerca de ella. Kakashi sentado mirando en dirección hacia la cocina, dejó a un lado su indiferencia al observar la situación.

Terminaron de servir los platos y se sentaron finalmente todos en la mesa. Agradecieron por los alimentos y comenzaron a comer.

--Está muy buena, sabe a la sopa que me preparaba mi abuela cuando era pequeña-- agregó Aki con una gran sonrisa en su rostro. Finalmente había logrado olvidar aquello que la afligía. El primer plato era una sopa sencilla. Kakashi no comió y todos lo miraron con intriga.

¿No le agradará comer esto? bueno, por un lado él debe comer alimentos de excelente sabor elaborados por los mejores cocineros de su aldea. Por algo es el Hokage.

–-Si no desea comer no lo haga. Sé que es una humilde comida y probablemente no le agrade Lord Hokage, así que no se obligue a hacerlo.- dijo la mujer mientras apretaba sus puños bajo la mesa y miraba hacia abajo, sin duda ella esperaba su aprobación pero se sintió un poco decepcionada al ver ningún interés por parte de su Salvador. Se sentía una tonta y no sabía el por qué.

--No, si quiero comer lo que preparaste, pero en este momento no tengo apetito, no te preocupes Kahyō-- dijo el peliplata con una sonrisa bajo aquella tela que cubría gran parte de su rostro y la mujer se sonrojó.

Todos continuaron comiendo y hablando acerca de su delicioso sabor, el siguiente plato era curry y no paraban de elogiar su comida. Hasta el mismísimo Sai, ex Anbu de la raíz quién hace mucho tiempo había dejado a un lado las emociones y verdaderas expresiones, dedicó una sincera sonrisa a Kahyō por los excelentes alimentos.

Concluyeron todos muy satisfechos y Kahyō muy gentilmente se dirigió hacia Hayate diciendo

--Por favor Hayate, acompáñalos a sus habitaciones y dales todo lo que necesiten. Deben estar cansados por su viaje-

Él asintió --por favor, síganme.-- Todos se levantaron de la mesa agradeciendo menos Kakashi. Él continuó sentado viendo sus platos y esperó hasta quedarse sólo con Kahyō.

--Creo que es hora de charlar un poco.-- ella asintió. EL Hokage colocaba finalmente los palillos entre sus dedos de la mano derecha sin dejar de mirar la sopa.

--No se preocupe Lord Hokage, le aseguro que no miraré.-- Ella se volteó dando su espalda a Kakashi mientras él se encontraba interesado.

--Si utiliza siempre esa máscara debe ser por una razón, no espiaré, adelante.-- Él torció su boca un poco formando una media sonrisa a un lado de su rostro. Él peliplata se sentía a gusto y cómodo bajo la presencia de ella. Su aroma agradable y tenue volvió una vez más a rozar la punta de la entrenada nariz del peliplata la cual ya no estaba cubierta.

--No me agradan los títulos ni la formalidad, así que por favor no me trates de manera tan distante y deja a un lado el "usted"-- Ella se sonrojó y asintió, por suerte el peliplata no lo notó.

Tomó el primer sorbo de la sopa, era muy casera, como si fuera elaborada por una madre. Él no había probado antes algo así, no conocía esa sensación, le agradó demasiado, el sabor de la comida era espectacular. Llegó a la conclusión que elaborar alimentos era más que juntar ingredientes, ella había puesto su esfuerzo. Elogió a la mujer y ella no hizo más que sonreír. El segundo plato era el curry. Su aroma era excepcional y a pesar de que no era su platillo preferido, sintió el deseo de comer aquello el resto de sus días ya que sus papilas gustativas habían quedado enamoradas. Por su mente pasó la imagen de Gai, su compañero quien sentía un amor incontrolable por aquel platillo y se bufó de él en su mente por perderse aquel deleite.

Mientras él comía, ella tarareaba una canción la cuál conmovió al hombre. No hubieron palabras de por medio y poco a poco la confianza entre ambos crecía. No se sintieron incómodos en algún momento, era como si se conocieran de toda la vida. Cuando él finalizó agradeció la hospitalidad de ella y elogió discretamente sus habilidades culinarias. Ella preguntó si ya podía virarse sonrió. Él había terminado de comer, pero no quería colocar nuevamente su máscara, era muy agradable estar así con ella mas él era consciente de que no debía verlo así. El silencio volvió a envolver a la habitación pero fue interrumpido por la misma voz que lo provocó.

--Tal vez es mejor que estemos así un poco más-- Ella pensó en lo mismo y antes de que él se fuera en contra de sus deseos ella habló.

--Sabes, estoy realmente agradecida contigo.-- Kakashi la miró con asombro. Él pensaba que ella lo odiaría por su actual estado pero sus palabras decían lo contrario.

--No deberías estarlo, te estamos utilizando-- dijo él con un poco de vergüenza y seriedad el cual ella notó.

--Pero siento que me diste una oportunidad.-- Él iba a hablar pero ella se levantó y camino hacia fuera del lugar.

Gracias

--Buenas noches Lord Hokage, debo continuar con mi trabajo.-- Ella se despidió de él mientras que Kakashi permaneció sentado mirando a lo lejos como la imagen de Kahyō desaparecía y el alzaba su máscara con una sonrisa inconsciente dibujada sobre su rostro..

Es cierto. En poco tiempo llegará la primavera. (Kakashi) (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora