Capítulo 4 - Luna

98 8 2
                                    

Kakashi se encontraba en la habitación junto a Yamato, Sai y Aki. El frio y su mente no lo dejaban descansar así que se levantó, se puso una bufanda y retiró de la habitación sigilosamente. No había hecho el intento de colocarse el Haori a pesar del frío que se hacía presente con la helada brisa.

Yamato se volteó debido a que sintió como partía su senpai, pero no pronunció palabra alguna. Él comprendió que Kakashi necesitaba estar un momento sólo, alejado de todo lo relacionado con la situación actual de la aldea.

Yamato se viró nuevamente para continuar durmiendo pero se encontró con el rostro de Aki en su dirección, a unos cantos centímetros del suyo. Él no había notado lo inocente y linda que era. Por un momento sintió la necesidad de acomodar un mechón de cabello que caía sobre el rostro de la castaña y así fue. Antes de que lo notara él se encontraba colocando su cabello donde debía realmente estar y ella no hizo más que sonreír y suspirar mientras seguía durmiendo. Su sonrisa cautivo a aquel hombre solitario sin familia. Esto lo asustó ya que sintió que no era correcto verla así. Era un Ninja, había dormido anteriormente junto a otras Kunoichis pero ¿por qué para él era ella diferente en esta situación? se volteó en otra dirección y cerró sus ojos con la imagen de la joven en su mente.

Realmente linda

Caminaba sin rumbo, buscando la respuesta de una pregunta que no conocía. La tormenta había cesado y todos, incluyendo los presos, se encontraban descansando. Caminó por el patio de la prisión y recorrió gran parte de las instalaciones menos donde se encontraban aquellos criminales. Levantó su mirada y observó como las nubes dejaban al descubierto poco a poco a la Luna. Entonces sintió la presencia de alguien más.

--Hace tiempo que no veía sonreír así a mamá, gracias por salvarla ¿sabes si es cierto que voy a tener un hermanito?-- esa voz era de un niño. Kakashi miró el piso y notó unas pisadas en la nieve que se dirigían hacia un poste, detrás de este se encontraba parado un niño un poco tímido pero no podía verlo bien debido a la oscuridad de la noche. Por su altura y voz no debía tener más de 4 años, entonces con una mirada seria demandó con su voz fría al igual que el ambiente.

--Este no es el lugar para un niño ¿qué haces aquí y quién eres?-- sus ojos se suavizaron, después de todo era un niño, pero no por eso iba a bajar la guardia. Él salió discretamente de dónde se encontraba y caminó en otra dirección.

--Ya veo, pero por favor protégela.-- Hatake Kakashi caminó en su dirección con la intención de ver bien su rostro y hablar con él. No comprendía por qué esas palabras le sonaban conocidas. Se había aproximado lo suficiente a pasos acelerados y cuando iba a colocar su mano sobre el hombro del niño y dejar al descubierto quien era, este se esfumó. No había rastro de él en el lugar y las pisadas que se encontraban en el piso ya no estaban. Por un momento pensó que era producto de su mente, el cansancio que sentía posiblemente le había pasado una mala jugada.

Aquel misterioso niño no había sido el único presente. Ella se encontraba ahí, sentada sobre el tejado de la gran prisión de sangre con un tulipán azul sobre sus manos mientras ella tarareaba una canción. Sus rodillas estaban recogidas y sus brazos descansaban sobre ellas mientras miraba la luna. El cabello de Kahyō se encontraba suelto, utilizaba un traje similar al que utilizan los Anbus pero sin la máscara, no tenía ninguna banda sobre su frente y estaba con unas zapatillas ninja negras.

--Deberías descansar Kakashi-- dijo la mujer mientras miraba la Luna y después le regalaba una sonrisa al hokage, quien había subido y ahora estaba a su izquierda, ella continuó en lo que estaba. Él no hizo ningún intento por continuar con su conversación, pudo haberla mirado por horas, ahí sentada tan delicada pero fuerte mientras tarareaba la misma canción de hace unos momentos cuando se encontraban en el comedor de la prisión.

---¿Siempre... vienes aquí?--

--Sí, me gusta la Luna es ... --

La sexta sombra de fuego la interrumpió dudando un poco y buscando las palabras corectas.

--Debes extrañar poder salir--

--...-- La mujer lo miró haciendo una cierta mueca similar a una media sonrisa y con gran incredulidad en su rostro --Puede ser, pero estoy bien. Antes no habría notado lo hermosa que es la luna y lo maravillosas que pueden ser las flores. Hay tanta complejidad en las cosas sencillas que nos rodean. Tanto que no conocía.-- y murmuró al cabo de unos segundos --eso me gusta.--

--¿un tulipán azul?-- preguntó con intriga

--sí, sólo florecen aquí en invierno-- dijo ella bajando su mirada hacia la flor con un poco de tristeza

--Nunca antes los había visto-- dijo el hombre parado ahí frente a ella

--Deberías percibir su aroma, estoy segura que te encantaría-- con la flor en su mano izquierda Kahyō extendió su brazo con la intensión de que el ninja la cogiera. Kakashi asintió y caminó para cogerla, pero Hayate apareció.

Tu aroma es el que me encanta

--Kahyō-sama hay un problema con los presos. Todos están aparentemente muy enfermos.-- dijo el Anbu que cuidaba la prisión y mano derecha de Kahyō. La expresión en el rostro de la señora de la prisión se tornó seria y de inmediato se levantó.

--¿y él? ¿También ha enfermado?-- preguntó con gran preocupación.

--No-- con una voz seca.

Ella saltó del tejado para ver lo que ocurría y paró de inmediato. --Hokage-Sama ¿podría acompañarme? Hay alguien que debe conocer.-- dijo ella sin mirar atrás y Kakashi saltó colocándose junto a ella. 

Es cierto. En poco tiempo llegará la primavera. (Kakashi) (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora