¿Crees en las casualidades? Porque yo no.
Frecuentábamos el mismo lugar, estábamos con las mismas personas, compartíamos los mismos horarios cada día desde nuestra infancia, ¿Cómo no pude notarlo durante 8 años? Conocernos no fue una casualidad, e...
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–¡Más te vale dejar ese teléfono y prestarme atención!
Rio Obedeciendo lo que dice mi hermana mientras la observo divertida, ella me mira con una molestia fingida, pero en sus ojos veo la diversión. Ella está esperando que le explique y yo no sé si quiero hacerlo.
–¿Con quién hablas? Y no me digas que Nash, tu jamás sonríes así cuando hablas con Nash.
–Hice un nuevo amigo- Mi hermana abre los ojos exageradamente mientras me mira en busca de una señal de broma, pero no encuentra nada.
–¡Eso es increíble Halley! ¿Cuándo lo conociste? ¿Estás hablando con el justo ahora? ¿Cómo te sientes? ¿Es guapo? -Sus preguntas llegan rápidamente mareándome.
–Es un compañero de clases, estaba hablando con el antes de que me pidieras apagar el teléfono, me siento bien, pero avergonzada, no responderé la otra pregunta.
Ella corre a abrazarme y yo me hago a un lado, así que aterriza en el sillón de la sala y yo la miro divertida.
–Espacio personal, no estaba preparada para ese abrazo.
–Eres cruel Halley, soy tu hermana- Me dice indignada, le hago una mueca y ella me lanza una almohada mientras corro a mi cuarto.
Me permito ver los alrededores de mi habitación, las paredes llenas de referencias a Taylor Swift, retratos de mi familia, pequeñas hojas de colores dándole vida, medallas, y mis ojos aterrizan en el librero, voy a el pasando los dedos por cada libro leyendo su nombre. He perdido la cuenta de cuantas veces he soñado con vivir en alguno de estos libros, solo ser una chica sencilla como ellas, ir al instituto, salir bien en todo, tener un numeroso grupo de amigos que salen cuando quieren a divertirse, y tener alguien a mi lado, que jamás dude de el amor que siente por mí, que me haga vivir ese romance puro y hermoso que todos los libros nos narran ¿Algún día podre vivirlo?
El sonido de mi teléfono avisando la entrada de un mensaje me saca de mis pensamientos, el nombre de Ryan brilla en la pantalla, y los recuerdos de hace un mes empiezan a invadirme, hundo la cabeza en mis manos riéndome.
Algún Karma estoy pagando, en mi vida anterior tuve que ser Kanye West.
Desde el día donde presencio mi ataque de pánico, estuve intentando evadirlo por semanas, no podía verlo a los ojos sabiendo que me había visto en uno de mis peores momentos, ni siquiera mis amigos más cercanos lo habían hecho ¡Era grave el asunto! Llegue a pensar en cambiarme de instituto, pero sabia que mi madre me mataría antes de terminar la propuesta, así que rápidamente la descarte. En busca de soluciones, Ryan, un 25 de diciembre apareció ante mí.
–Así no vas a escapar de mí.
–No estoy escapando. –Le aseguro, pero mi mirada flaquea.